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Comunicarse con un niño con TDAH presenta desafíos para los padres. A muchos padres les resulta frustrante lograr que su hijo hable más despacio, preste atención y siga instrucciones. El problema se agrava si los padres también tienen TDAH .
Kirk Martin es director ejecutivo de Celebrate!ADHD , una organización educativa que ofrece capacitación para educadores, padres y niños afectados por TDA, TDAH, autismo, trastorno de integración sensorial, trastorno negativista desafiante, ansiedad , trastorno obsesivo-compulsivo y otras discapacidades emocionales o de aprendizaje.
“Es importante entender que los niños con TDAH tienen la mente muy ocupada”, dice Martin. “Piense en el cerebro de su hijo como una ciudad con calles que transportan información, impulsos, información sensorial, lecciones de los maestros y sus instrucciones. Pero en su ciudad, los semáforos no funcionan, lo que crea atascos y caos”.
Índice
Consejos de comunicación
Dado que es esencial comunicarnos más eficazmente con nuestros hijos, Martin recomienda que los padres y maestros prueben estas estrategias.
- Dar instrucciones claras y específicas.
- Intente dividir las tareas en uno o dos pasos para que no resulten abrumadoras.
- Darle opciones al niño.
- Haga preguntas en lugar de afirmaciones. Esto obliga al niño a detenerse y pensar en las alternativas.
“Utilice límites de tiempo interesantes y conviértalo en un desafío. Decir “Nos vamos en cinco minutos” no tiene sentido”, explica Martin. En lugar de eso, pregúntele a su hijo: “¿Crees que podemos batir un récord recogiendo todos nuestros Legos en tres minutos y medio?”. Martin también anima a los padres a hablar en voz baja y susurrar a veces. “Ayuda a que su hijo aprenda a escuchar con más atención”.
En lugar de exigirle a su hijo que mantenga contacto visual, deje que se mueva y/o tenga algo en sus manos (como objetos con textura o juguetes antiestrés) mientras usted habla. “Esto realmente aumentará la atención y la retención”, dice Martin.
A veces hablamos hasta que nos ponemos colorados y los niños simplemente no nos escuchan. En cambio, nos ignoran. Martin recomienda recordatorios visuales y auditivos para mantener al niño concentrado en la tarea. “Enseñamos a los padres a usar tarjetas de colores (amarilla para disminuir la velocidad, roja para detenerse, verde para continuar) y temporizadores para ayudar a los niños a apagar sus videojuegos sin que se lo pidan”.
Cómo comunicarse durante una rabieta
Muchos padres no saben cómo manejar las rabietas que pueden ocurrir cuando un niño se frustra demasiado. Martin anima a los padres a considerar las rabietas como una oportunidad para demostrar su integridad personal. “Cuanto antes le demuestres a tu hijo que sus rabietas no te pueden controlar, antes dejará de tenerlas”.
“La forma más eficaz de calmar a un niño emocional es que nosotros estemos tranquilos. Cuando tu hijo está teniendo una crisis, debes ser el pilar de su vida. No importa cuánto se esté descontrolando su mundo, debes mostrarle que tú, el adulto en su vida, tienes el control y que todo está bien. Y él necesita reconocer que eres tan fuerte emocionalmente que ni siquiera su rabieta más salvaje puede conmoverte”.
Martín explica que cuando cedemos o intentamos sobornar a nuestros hijos, ellos aprenden que no pueden contar con nosotros. Aprenden que podemos ser manipulados o avergonzados si gritamos y lloramos. Esto provoca aún más inseguridad e inestabilidad.
“Los niños con TDAH tienen un gran caos en su interior, por lo que necesitan orden y estructura en el exterior”, afirma Kirk Martin.
“Por eso, cuando tu hijo pierda el control, intenta primero controlarte y mantener la calma. Como tu hijo se ha vuelto emocional, es irracional. Y es imposible razonar con una persona irracional”.
Martin aconseja a los padres que lleven al niño a su tranquilidad. “Siéntate y empieza a pintar con crayones, a leer una revista, a regar las plantas, a cocinar. Invítalo a que se calme. Esto lo asustará al principio porque está acostumbrado a verte enfadado. Sin embargo, lo que estás comunicando es (1) Tus acciones no pueden controlarme ni manipularme y (2) No importa lo fuera de control que te sientas, soy una roca en la que puedes confiar”.
Los padres pueden entonces hacerle saber con calma a su hijo que están disponibles cuando dejen de gritar y comportarse mal. Martin da un ejemplo de lo que un padre puede decir: “Cuando estés listo para hablar, soy todo oídos. Pero no puedo oír lo que me estás gritando y tu rabieta no conseguirá lo que quieres”.
Una palabra de Verywell
Comunicarse bien con los niños es fundamental, sin importar el diagnóstico del niño. Si su hijo tiene TDAH u otros problemas de aprendizaje o de atención, la comunicación puede ser un desafío. La falta de comunicación y la frustración pueden provocar rabietas. Pero como padre, puede ayudar a su hijo a aprender a escuchar y concentrarse con sugerencias, afirmaciones y preguntas inteligentes que fomenten la comprensión.