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La asexualidad es una orientación sexual en la que una persona siente poca o ninguna atracción sexual hacia otras personas. También puede tener poco o ningún deseo de tener encuentros sexuales, en general. Dicho esto, cada persona asexual es diferente en su forma de abordar la intimidad sexual. Considérelo más como un espectro que como un conjunto concreto de reglas.
Por ejemplo, algunas personas sienten atracción romántica pero no desean intimidad sexual, y otras pueden querer tener relaciones sexuales o masturbarse pero no sentirse totalmente atraídas por otras personas. También hay quienes pueden tener relaciones sexuales con otras personas o consigo mismas pero no sentir placer al hacerlo. Estos son solo algunos ejemplos.
Cabe señalar que la asexualidad no se considera lo mismo que abstenerse de tener relaciones sexuales por razones religiosas o filosóficas. En tales casos, puede darse la atracción sexual, pero simplemente no se actúa en consecuencia.
Índice
¿Se considera la asexualidad una elección?
Existen dos filosofías principales en relación con la asexualidad. La primera es que se trata de una orientación sexual, de la misma manera que la heterosexualidad y la homosexualidad son orientaciones. La comunidad LGBTQ+ reconoce la asexualidad como una orientación propia.
La segunda filosofía es que alguien que se identifica como asexual está experimentando una anomalía fisiológica, como niveles bajos de libido o trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH).
En última instancia, hay mucho que no sabemos sobre las causas que llevan a alguien a tener una orientación asexual, y siempre es una buena práctica respetar la identidad sexual de cualquier persona.
Cómo saber si eres asexual
A veces, la asexualidad de una persona no es evidente de inmediato. Esto se debe, en parte, a que no se habla tanto de ella como de la heterosexualidad o la homosexualidad, por lo que hay una falta de comprensión en torno al tema. Algunas personas ni siquiera se dan cuenta de que la asexualidad existe como orientación sexual.
Además, de la misma manera que a alguien le puede llevar tiempo reconocer que es lesbiana, gay, bisexual, transgénero o queer, es posible que necesite una introspección cuidadosa antes de reconocer su propia asexualidad.
Para ayudarle a determinar si es asexual o no, considere si ha experimentado alguno de los siguientes síntomas:
- Puedes ver que los demás son convencionalmente atractivos, pero rara vez (o nunca) experimentas una atracción sexual hacia ellos.
- Tienes poco o ningún deseo de tener encuentros sexuales con otras personas, incluida tu pareja romántica.
- Tienes poco o ningún deseo de masturbarte.
- Tienes intimidad sexual, pero no la disfrutas
- Tienes intimidad sexual, pero rara vez la inicias
- Rara vez piensas en sexo
- No encuentras la intimidad sexual —o incluso el pensar en ella— gratificante, emocionante, interesante o importante.
- Tienes dificultades para identificarte con otras orientaciones sexuales, incluidas la heterosexualidad, la homosexualidad, la bisexualidad y la pansexualidad.
- Tienes poco o ningún deseo de involucrarte en una relación romántica.
- Has sentido una combinación de cualquiera de los anteriores durante un período de tiempo prolongado, tal vez desde la adolescencia.
Como se mencionó anteriormente, cada persona asexual es diferente. Es útil pensar en la asexualidad como un espectro y considerar si uno se ubica en algún lugar de ese espectro o si encaja en una definición exacta.
Asexual, demisexual y grissexual
Los términos demisexual y asexual suelen confundirse. Si bien están relacionados tangencialmente, las dos orientaciones son en realidad muy diferentes entre sí. Alguien que es demisexual siente deseo sexual hacia otras personas y disfruta de la intimidad sexual, pero solo después de que se haya establecido un fuerte vínculo emocional.
La demisexualidad técnicamente cae dentro del espectro asexual, junto con la grissexualidad , que se caracteriza por ser alguien que experimenta deseo y atracción sexual, pero con poca frecuencia y/o con baja intensidad.
Asexualidad vs. Falta temporal de libido
Una de las diferencias clave entre la asexualidad y la falta general de libido (también llamada bajo deseo sexual) es cuánto duran los sentimientos en ambos casos. Muchas personas que se identifican como asexuales han sentido lo que sienten durante un largo período de tiempo, a veces incluso en la adolescencia.
Una caída de la libido en etapas posteriores de la vida no suele ser lo mismo que ser asexual. Las causas comunes de la baja libido incluyen problemas de salud mental como ansiedad, estrés y depresión , ciertos medicamentos y suplementos, enfermedades subyacentes, uso de esteroides y cambios y desequilibrios hormonales.
Por ejemplo, las mujeres en la menopausia suelen notar una disminución de su deseo sexual debido a un fuerte cambio hormonal. Si sospecha que alguno de los factores mencionados anteriormente puede estar causando una disminución del deseo sexual, lo mejor es consultar con un médico general o especialista.
En algunos casos, un bajo deseo sexual también puede ser el resultado de un trauma, incluido el abuso sexual, el abuso físico, la violación, el intento de violación, la humillación sexual y otras experiencias sexuales negativas. Esto es algo de lo que se debe hablar con un terapeuta u otro profesional de la salud mental, que puede ayudarle a sanar los traumas del pasado.
Cómo explicar tu asexualidad
Queremos ser claros: no le debes una explicación a nadie sobre tu orientación sexual. Dicho esto, hay momentos en los que puedes sentirte obligado a hablar con alguien sobre tu sexualidad.
Por ejemplo, es posible que sientas ganas de hablar de tu orientación sexual en una relación romántica, con tus amigos más cercanos o con miembros de tu familia. Si deseas explicarle a alguien tu asexualidad, la mejor estrategia es la honestidad, sobre todo porque muchas personas no están muy familiarizadas con el término.
Explícale exactamente lo que sientes y lo que no. Si estás hablando con una pareja, sé claro sobre cómo esto podría afectar tu relación sexual.
Recursos para comprender la asexualidad
Si deseas seguir aprendiendo más sobre la asexualidad, te recomendamos consultar los siguientes libros:
- Entendiendo la asexualidad
- La orientación invisible: una introducción a la asexualidad
- Hablemos del amor
Además, existen muchos recursos en línea disponibles donde las personas asexuales pueden encontrar a otras personas que pueden estar pasando por experiencias similares. Vale la pena hacer una búsqueda en Google para encontrar dichas organizaciones, así como buscar redes en su área que puedan conectarlo con otras personas asexuales.
Recuerda, no estás solo en tus experiencias y sentimientos.
Tener en mente
La asexualidad es un espectro y no hay dos personas que pertenezcan a ese espectro que sean exactamente iguales en cuanto a su deseo o atracción sexual hacia los demás o incluso hacia sí mismas. Comprender mejor tu propia orientación sexual, e incluso ponerle una etiqueta suave, puede ayudarte a entenderte mejor a ti mismo.
Esto puede llevar a una mayor autoestima y, en general, a una mayor claridad sobre quién eres y cómo te desenvuelves en la vida y en tus relaciones. En algunos casos, la falta de deseo sexual es el resultado de una libido baja o de traumas pasados, y vale la pena explorar esos caminos si crees que alguno de ellos podría estar afectando tu deseo y atracción sexual.