Cerrar este reproductor de vídeo
¿Sabes cómo contar una historia para captar la atención de tu oyente? Si tienes ansiedad social , es posible que no tengas mucha experiencia contando historias. Tu miedo a ser el centro de atención probablemente te ha impedido ofrecer más de una o dos oraciones a la vez.
Aunque quizás nunca llegues a ser un gran narrador de historias ni logres que la gente esté pendiente de cada una de tus palabras, ciertamente puedes aprender a contar anécdotas interesantes de la mejor manera para captar la atención de tus oyentes.
Índice
8 maneras de superar la ansiedad y convertirse en un mejor narrador de historias
Pruebe estos consejos para convertirse en un mejor narrador de historias.
Elija el momento y la audiencia adecuados
Ten en cuenta a quién le vas a contar tu historia antes de empezar. Además, piensa en el momento adecuado para contarla. Por ejemplo, no deberías contar historias con contenido para adultos cuando haya niños presentes.
Si bien no quieres pensar demasiado las cosas ni ponerte demasiado ansioso por ser apropiado, también debes considerar estas cuestiones.
Utilice un gancho para atraer al oyente
Cuando empiezas a contar una historia, ¿empiezas con detalles aburridos? ¿Empiezas describiendo lo que comiste ese día? No te sorprendas si la gente te ignora rápidamente si no logras engancharlos de inmediato.
La mejor manera de captar la atención de tu oyente es ofrecerle un gancho que le haga querer saber más. Podrías decir algo como “Nunca creerías lo que me pasó hoy” o “Tengo una historia muy loca que contar”.
Atrae a tus oyentes desde el principio para que esperen lo que tienes que decir. Tu trabajo como narrador no consiste solo en describir los acontecimientos, sino en hacerlos lo suficientemente interesantes como para que merezcan una historia que quieras contarles a los demás.
Mantenlo conciso
No hay nada peor que escuchar a alguien divagar sobre una historia que parece no tener fin ni sentido. Si cuentas este tipo de historias, es posible que pronto tu audiencia se quede dormida.
Mantenga a su audiencia interesada e intrigada centrándose en los detalles importantes y haciendo que su historia sea lo más concisa posible. Use palabras llamativas para transmitir su mensaje en lugar de entrar en detalles excesivos.
Resaltar elementos emocionales
Involucre las emociones del oyente. Ya sea que evoque felicidad, tristeza, sorpresa o enojo, provocar emociones ayuda a mantener la atención del oyente.
Tu historia también cobrará vida si incluyes elementos emocionales. En lugar de limitarte a los hechos, asegúrate de hablar de cómo te sentiste tú y cómo se sintieron los demás como resultado de los acontecimientos que sucedieron.
No te apresures
Si sufres de ansiedad social, es posible que te sientas tentado a apresurarte a contar tu historia para terminarla. Intenta practicar contándola a un ritmo razonable. Ve despacio para que tus oyentes tengan tiempo de digerir lo que tienes que decir.
Si no está seguro de si está hablando demasiado rápido, intente grabar su voz o grabar un video, o incluso preguntarle a un familiar o amigo sobre su velocidad al hablar.
Ríete de ti mismo y de nadie más
Decir cosas divertidas sobre uno mismo durante una historia es una excelente manera de hacer que los oyentes se sientan cómodos. Pero no te burles de quienes te rodean. No cuentes historias que hagan que los demás se sientan mal consigo mismos o que tengan que defenderse. Contar una historia que genere risas a costa de otra persona demuestra falta de consideración y egoísmo.
Varía tu ritmo y volumen de habla
Además de asegurarte de no hablar demasiado rápido, también debes intentar variar el ritmo al que hablas. Acelera para las partes emocionantes y disminuye la velocidad para agregar dramatismo.
También puedes hablar en voz baja o alta en diferentes partes de la historia para enfatizar lo que dices. Solo asegúrate de no hablar tan bajo que los demás tengan problemas para escucharte.
Pida a los oyentes que imaginen
Parte de tu trabajo como narrador es pintar una imagen para tus oyentes. Pídeles que imaginen algo específico de tu historia. “¿Puedes imaginarme…?” es una buena frase para comenzar.
Recuerda que incluso los mejores narradores practican de antemano. No tengas miedo de practicar tu historia varias veces antes de contarla en público. Ganarás confianza y también tendrás la oportunidad de resolver cualquiera de los problemas mencionados anteriormente.