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La comunicación pasiva es un estilo en el que se evita decir directamente lo que se piensa o se quiere y que suele implicar un lenguaje corporal incómodo. Muchas personas con ansiedad social acaban utilizando la comunicación pasiva.
El trastorno de ansiedad social (TAS) es el segundo trastorno de ansiedad más comúnmente diagnosticado y puede ser un obstáculo para su vida diaria. Si tiene ansiedad social, sus habilidades de comunicación pueden ser débiles porque le dan ansiedad las reuniones sociales, conocer gente nueva y la confrontación. Una de las áreas clave que pueden verse afectadas es la comunicación. A continuación, se describe cómo la comunicación pasiva y el trastorno de ansiedad social pueden estar relacionados.
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Definición de comunicación pasiva
La comunicación pasiva es un patrón de no compartir sus opiniones y no proteger sus derechos ni satisfacer sus necesidades. Los comunicadores pasivos no logran ser asertivos y permiten que otros se aprovechen de ellos.
Ejemplos de comunicación pasiva
La comunicación pasiva se puede manifestar de muchas maneras diferentes.
- Algunos comunicadores pasivos se andan con rodeos, como decir “Ojalá alguien se acordara de sacar la basura” en lugar de simplemente pedirle a un miembro de la familia que saque la basura. Insinuaciones como esta suelen pasar desapercibidas, lo que irrita al comunicador pasivo y desconcierta al miembro de la familia que no la captó.
- Otros simplemente dejarán que la gente pase por alto sus pensamientos y sentimientos. Por ejemplo, si usted es vegetariano y sus compañeros de trabajo deciden reunirse en un restaurante con opciones vegetarianas limitadas, es posible que opte por no decir nada o sugerir otra opción por miedo a que lo consideren difícil o quisquilloso.
- Algunos comunicadores pasivos hablan en voz muy baja o con tono de disculpa. Pueden disculparse de antemano por sus opiniones o matizar sus afirmaciones. Por ejemplo, si se le pide que responda en una reunión, un comunicador pasivo puede decir: “Esta podría ser una pregunta tonta, pero ¿ha considerado el problema desde este ángulo?”. Esto se debe a una falta de confianza y a la ansiedad de que lo consideren como alguien testarudo o severo.
- Algunos tienen un lenguaje corporal que carece de confianza, como por ejemplo una postura encorvada.
Impactos de la comunicación pasiva
Las personas con un estilo de comunicación pasivo pueden:
- Sentirse ansioso o como si la vida estuviera fuera de control.
- Sentirse deprimido o desesperanzado
- Sentirse resentido o confundido porque no se satisfacen las necesidades.
Problemas de comunicación pasiva y ansiedad social
Si padeces ansiedad social y evitas los conflictos, la comunicación pasiva puede causar más incomodidad y dolor. Como no abordas los conflictos cuando surgen y permites que los agravios pasen desapercibidos, tu irritación puede aumentar.
Con el tiempo, necesitarás expresar estos sentimientos, pero como se han acumulado durante tanto tiempo, pueden salir de forma explosiva y dañar tus relaciones. Después, puedes sentirte tremendamente culpable, lo que hará que seas más pasivo en el futuro.
Esto puede generar aún más ansiedad social al interactuar con otras personas o al intentar afirmarse. Este círculo vicioso puede perpetuarse durante un largo período si no se interviene.
Comunicación pasiva versus comunicación asertiva
Para muchas personas que padecen ansiedad social, la baja autoestima y la falta de confianza en sí mismas conducen a un estilo de comunicación pasivo. Esto puede generar un ciclo en el que la comunicación pasiva hace que sus necesidades no queden satisfechas, lo que hace que se sientan más ansiosos y, luego, se vuelvan aún más pasivos. Este ciclo puede ser extremadamente difícil de romper y, a menudo, necesita intervención profesional.
Por el contrario, la comunicación asertiva :
- Significa hablar claramente sobre tus opiniones, necesidades y sentimientos sin violar las necesidades de los demás.
- Se logra a través de una fuerte autoestima y confianza.
- Implica defenderte a ti mismo y a tus propios intereses, sin disculparte.
Un terapeuta especializado en ansiedad social puede ayudarle a resolver sus problemas de ansiedad, así como a comunicarse de forma más asertiva y segura.
No es algo que pueda suceder de la noche a la mañana; sin embargo, un buen proveedor de atención médica con experiencia en terapia cognitiva conductual puede ayudarle a mejorar su comodidad en entornos sociales y capacitarlo para defenderse.