Cerrar este reproductor de vídeo
Si bien el comportamiento abusivo puede ser repetitivo, es importante tener en cuenta que el abuso no siempre ocurre de manera cíclica. De hecho, suponer que la violencia ocurre en ciclos puede llevar a culpar a la víctima. El abuso puede ser impredecible y nunca está bien.
Algunas personas que han sufrido algún tipo de abuso físico, sexual o emocional pueden dar fe de que el abuso se produjo en ciclos muy predecibles. En algunos casos, la violencia puede ser repetitiva y tener raíces generacionales.
Las personas que han sufrido traumas en la infancia probablemente experimenten desencadenantes que no comprenden cuando se convierten en padres. Estos desencadenantes pueden hacer que los padres repitan viejos patrones con los que ya están familiarizados.
Un estudio sugirió que una las razones por las que los niños que han sufrido abusos tienen más probabilidades de abusar de sus propios hijos cuando se convierten en padres es la forma en que han aprendido a percibir las situaciones sociales cuando eran niños. Esta investigación dice que los niños que sufren abuso físico tienen más probabilidades de tener prejuicios al procesar las situaciones sociales, llegando incluso a sacar conclusiones precipitadas cuando conocen a otras personas por primera vez.
Las personas que han sufrido abuso físico tienen más probabilidades de dudar de las intenciones de otras personas, lo que puede dificultar la formación de relaciones saludables.
Este artículo analiza la naturaleza (a veces) repetitiva de la violencia, los factores que predisponen a las personas a la violencia y las formas de prevenir conductas abusivas o violentas. También incluye recursos importantes para las personas que esperan recuperarse y sanar de traumas pasados.
Índice
¿Por qué a veces la violencia se repite?
Un estudio descubrió que la exposición a la violencia familiar en los primeros años de vida aumenta drásticamente las probabilidades de sufrir violencia de pareja en la edad adulta.
Otro estudio incluso descubrió que los niños que habían sufrido abuso tenían muchas más probabilidades de ser arrestados por un delito no relacionado con el tráfico al menos una vez antes de los 32 años.
En el pasado, se creía que el abuso doméstico seguía un “ciclo”; sin embargo, a medida que aprendemos más sobre el abuso y por qué sucede, entendemos que el abuso puede ser impredecible. El ciclo que aparece a continuación se incluye solo con fines informativos y no refleja todos los casos de abuso.
Cuando se describe el abuso como un ciclo, a menudo se divide en cuatro etapas:
- Tensión creciente: es cuando el abusador comienza a enojarse. La víctima potencial puede intentar calmar a su pareja.
- El incidente: es el momento en el que se produce un hecho abusivo. El abuso puede ser físico, emocional o sexual.
- El período de “luna de miel”: en esta etapa, el abusador parece sentir remordimiento por sus acciones y, por lo general, pide perdón o promete no repetir la conducta. Algunos abusadores también intentarán culpar a su víctima durante esta etapa o restarle importancia a la gravedad de la situación.
- La calma: En esta etapa no hay maltrato. La persona que cometió el abuso puede fingir que nunca ocurrió o intentar demostrarle a la víctima que realmente ha cambiado. A veces, la víctima sentirá que puede volver a confiar en su pareja.
Factores de riesgo de la violencia doméstica
Si bien la violencia puede afectar a cualquier persona, independientemente de su origen, los estudios han demostrado que hay algunos factores que aumentan la probabilidad de violencia perpetua.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también señalan existe una variedad de factores de riesgo sociales, comunitarios y relacionales que pueden aumentar la probabilidad de perpetuar la violencia. Algunos de ellos incluyen:
- Experimentar abuso en la infancia
- Abuso de sustancias
- Edad joven
- Niveles de educación formal más bajos
- Cómo afrontar una enfermedad mental
- Aislamiento social
- Ingresos familiares más bajos
Cómo prevenir la violencia
Una vez que se encuentra un historial de abuso infantil por parte de los padres, los estudios han demostrado7 ciertos servicios sociales, como la atención de salud mental y el cuidado infantil, pueden reducir potencialmente la probabilidad de que se repita un comportamiento abusivo.
Según los CDC, el riesgo de violencia disminuye cuando las personas tienen amistades de alta calidad y sistemas de apoyo social, así como agencias comunitarias de apoyo e interacciones en el vecindario.
En términos de ayudar a las víctimas de abuso infantil a mayor escala, los CDC enumeran cosas que ayudarían a prevenir el comportamiento abusivo:
- Ofrecer opciones tempranas para la educación infantil
- Visitas domiciliarias para la primera infancia
- Programas de entrenamiento conductual para padres
- Tratamiento para la conducta problemática
- Mayor seguridad financiera en los hogares individuales
- Normas mejoradas de concesión de licencias y acreditación para centros de cuidado infantil
Recursos
Si usted o alguien que conoce ha sufrido violencia en una relación o cuando era niño, es importante buscar ayuda. Por ejemplo, Safe Horizon ofrece refugio a corto plazo y acceso a servicios de asesoramiento . También ofrecen múltiples servicios comunitarios que pueden resultar útiles según su caso específico.
Los grupos de apoyo pueden ser útiles porque pueden ayudarte a encontrar una comunidad y a sentirte menos solo. También pueden brindar consuelo a quienes también están pasando por dificultades después de terminar una relación.
Si usted o un ser querido es víctima de violencia doméstica, comuníquese con la Línea Nacional de Atención sobre Violencia Doméstica al 1-800-799-7233 para obtener asistencia confidencial de defensores capacitados.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales .
Una palabra de Verywell
El hecho de que hayas sufrido violencia en la infancia o en una relación anterior no significa que vayas a repetir esos patrones. Si padeces trastorno de estrés postraumático u otros problemas de salud mental, un terapeuta podrá ayudarte a abordar tus síntomas y desencadenantes. También puede ofrecerte mecanismos de afrontamiento saludables.