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Si sabe o sospecha que alguien es víctima de violencia doméstica , es posible que no sepa cuál es la mejor manera de ayudar. No permita que el miedo a decir algo incorrecto le impida comunicarse con esa persona. Esperar las palabras perfectas podría impedirle aprovechar la oportunidad de cambiar una vida.
Para muchas víctimas de abuso doméstico, el mundo puede ser solitario, aislado y lleno de miedo. A veces, acercarse a ellas y hacerles saber que está ahí para ellas puede brindarles un gran alivio.
Si usted o un ser querido es víctima de violencia doméstica, comuníquese con la Línea Nacional de Atención sobre Violencia Doméstica al 1-800-799-7233 para obtener asistencia confidencial de defensores capacitados.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales .
Índice
Cómo ayudar a una víctima de violencia doméstica
Utilice los nueve consejos que siguen para ayudarle a apoyar a alguien en esta situación vulnerable.
Haz tiempo para ellos
Si decides acercarte a una víctima de abuso, hazlo en un momento de calma. Intervenir cuando los ánimos están caldeados puede ponerte en peligro. Además, asegúrate de reservar suficiente tiempo en caso de que la víctima decida abrirse. Si la persona decide revelar años de miedo y frustración reprimidos, no querrás terminar la conversación porque tienes otro compromiso.
Iniciar una conversación
Puedes abordar el tema de la violencia doméstica diciendo: “Estoy preocupado por ti porque…” o “Estoy preocupado por tu seguridad…” o “He notado algunos cambios que me preocupan…”.
Quizás hayas visto a la persona usando ropa para cubrir los moretones o hayas notado que de repente se ha vuelto inusualmente callada y retraída. Ambos pueden ser signos de abuso .
Hazle saber a la persona que serás discreto con respecto a cualquier información que reveles. No intentes obligarla a que se sincere; deja que la conversación se desarrolle a un ritmo cómodo.
Tómatelo con calma y dale a esa persona la oportunidad de saber que estás disponible y dispuesto a escucharla.
Escuchar sin juzgar
Si la persona decide hablar, escuche su historia sin juzgarla, ofrecerle consejos ni sugerirle soluciones. Es probable que, si escucha atentamente, la persona le diga exactamente lo que necesita. Simplemente, dele a la persona la oportunidad de hablar.
Puedes hacer preguntas aclaratorias, pero sobre todo, deja que la persona se desahogue y exprese sus sentimientos y temores. Puede que seas la primera persona en la que la víctima se haya sincerado.
Aprenda las señales de advertencia
Muchas personas intentan encubrir el abuso por diversas razones, y conocer las señales de advertencia del abuso doméstico puede ayudarle a ayudarlos:
Signos físicos:
- Ojos negros
- Labios reventados
- Marcas rojas o moradas en el cuello.
- Esguince de muñecas
- Moretones en los brazos
Señales emocionales:
- Baja autoestima
- Demasiado apologético o dócil
- Temeroso
- Cambios en los patrones de sueño o alimentación.
- Ansioso o nervioso
- Abuso de sustancias
- Síntomas de depresión
- Pérdida de interés en actividades y pasatiempos que antes disfrutaba
- Hablando del suicidio
Señales de comportamiento:
- Volverse retraído o distante
- Cancelación de citas o reuniones en el último minuto
- Llegar tarde a menudo
- Excesiva privacidad respecto de su vida personal
- Aislarse de amigos y familiares.
Si tiene pensamientos suicidas, comuníquese con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988 para recibir apoyo y asistencia de un consejero capacitado. Si usted o un ser querido está en peligro inminente, llame al 911.
Créale a las víctimas de violencia doméstica
Debido a que la violencia doméstica tiene más que ver con el control que con la ira , a menudo la víctima es la única que ve el lado oscuro del agresor. Muchas veces, otras personas se sorprenden al saber que una persona que conocen podría cometer actos de violencia.
En consecuencia, las víctimas a menudo sienten que nadie les creería si contaran a la gente sobre la violencia. Créale a la víctima su historia y dígalo. Para una víctima, tener finalmente a alguien que conoce la verdad sobre sus luchas puede brindarle una sensación de esperanza y alivio.
Ofrézcale a la víctima estas garantías:
- Te creo
- Esto no es tu culpa
- No mereces esto
Validar los sentimientos de la víctima
No es inusual que las víctimas expresen sentimientos contradictorios sobre su pareja y su situación. Estos sentimientos pueden variar desde:
- Culpa y enojo
- Esperanza y desesperación
- Amor y miedo
Si quieres ayudar, es importante que valides sus sentimientos haciéndole saber que tener estos pensamientos conflictivos es normal, pero también es importante que le confirmes que la violencia no está bien y que no es normal vivir con miedo a ser atacado físicamente.
Algunas víctimas pueden no darse cuenta de que su situación es anormal porque no tienen otros modelos de relación y se han ido acostumbrando poco a poco al ciclo de violencia. Dígale a la víctima que la violencia y el abuso no forman parte de las relaciones sanas. Sin juzgarla, confírmele que su situación es peligrosa y que le preocupa su seguridad.
Razones por las cuales las víctimas se quedan
Puede resultar difícil comprender por qué alguien a quien aprecias aparentemente decide quedarse en una relación abusiva o nociva. A continuación, se presentan algunas razones por las que no es fácil separarse.
- Miedo a sufrir daño si se van
- Todavía aman a su pareja y creen que cambiarán.
- Su pareja prometió cambiar
- Una fuerte creencia de que el matrimonio es “para bien o para mal”
- Pensando que el abuso es culpa suya
- Quedarse por los niños
- Falta de confianza en uno mismo
- Miedo al aislamiento o la soledad
- Presión de la familia, la comunidad o la iglesia
- Falta de medios (trabajo, dinero, transporte) para sobrevivir por sí mismos
Ofrezca apoyo específico a su ser querido
Ayude a la víctima a encontrar apoyo y recursos. Busque números de teléfono de refugios, servicios sociales, abogados, consejeros o grupos de apoyo. Si están disponibles, ofrézcales folletos o panfletos sobre la violencia doméstica.
También querrá ayudarlos a obtener información sobre las leyes relacionadas con las órdenes de protección y de restricción y la custodia de los hijos. Puede buscar información legal estado por estado en WomensLaw.org .
Si la víctima te pide que hagas algo específico y estás dispuesto a hacerlo, no dudes en ayudar.
Si no puede, trate de encontrar otras formas de satisfacer la necesidad. Identifique sus fortalezas y activos, y ayúdelos a desarrollarlos y expandirlos, para que encuentren la motivación para ayudarse a sí mismos.
Lo importante es hacerles saber que estás ahí para ellos, disponible en cualquier momento. Simplemente, indícales la mejor manera de comunicarse contigo si necesitan ayuda. Si es posible, ofrécete a acompañarlos para brindar apoyo moral a la policía, al juzgado o al despacho de un abogado.
Hágale saber a la persona que no está sola y que hay ayuda disponible. Llame a la Línea Nacional de Atención sobre Violencia Doméstica al 1−800−799−7233 para recibir asistencia inmediata y una derivación a servicios de asesoramiento o grupos de apoyo cercanos.
Ayuda a elaborar un plan de seguridad
Ayude a la víctima a crear un plan de seguridad que pueda poner en práctica si la violencia vuelve a ocurrir o si decide abandonar la situación. El simple ejercicio de elaborar un plan puede ayudarle a visualizar qué pasos son necesarios y a prepararse psicológicamente para ello.
Debido a que las víctimas que abandonan a sus parejas abusivas corren un mayor riesgo de ser asesinadas por su abusador que las que se quedan, es extremadamente importante que la víctima tenga un plan de seguridad personalizado antes de que ocurra una crisis o antes de que decida irse.
Ayude a la víctima a pensar en cada paso del plan de seguridad, sopesando los riesgos y beneficios de cada opción y las formas de reducir los riesgos.
Asegúrese de incluir lo siguiente en el plan de seguridad:
- Un lugar seguro al que acudir en caso de emergencia o si deciden abandonar el hogar.
- Una excusa preparada para irse si se sienten amenazados.
- Una palabra clave para alertar a familiares o amigos de que se necesita ayuda.
- Una “bolsa de escape” con dinero en efectivo, documentos importantes (certificados de nacimiento, tarjetas de seguridad social, etc.), llaves, artículos de tocador y un cambio de ropa al que se pueda acceder fácilmente en una situación de crisis.
- Una lista de contactos de emergencia, incluidos familiares o amigos de confianza, refugios locales y una línea directa de violencia doméstica.
¿Qué tan peligrosa es la situación? Responda el cuestionario de evaluación de peligros para averiguarlo.
Qué no hacer
Si bien no existe una manera correcta o incorrecta de ayudar a una víctima de violencia doméstica, conviene evitar hacer cualquier cosa que empeore la situación. A continuación, se indican algunas cosas que los expertos recomiendan evitar:
No…
- Critique al abusador. Concéntrese en el comportamiento, no en la personalidad.
- Culpar a la víctima. Eso es lo que hace el abusador.
- Subestime el peligro potencial para la víctima y para usted mismo.
- Promete cualquier ayuda que no puedas cumplir.
- Dar apoyo condicional.
- Hacer cualquier cosa que pueda provocar al abusador.
- Presionar a la víctima.
- Ríndete. Si al principio no están dispuestos a abrirse, ten paciencia.
- Haga cualquier cosa para hacerlo más difícil para la víctima.
Cuándo llamar a la policía por violencia doméstica
Si sabe que se está produciendo violencia, llame al 9-1-1 de inmediato. Si escucha o ve que se está produciendo abuso físico, llame a la policía. La policía es la forma más eficaz de eliminar el peligro inmediato para la víctima y sus hijos.
No existen situaciones en las que se deba dejar a los niños en una situación de violencia. Haga todo lo que sea necesario para garantizar su seguridad, incluso si eso significa ir en contra de los deseos de la víctima o del abusador.
En situaciones de violencia activa, llamar a los servicios de protección infantil no es el problema, es parte de la solución.
Una palabra de Verywell
Aunque su impulso natural puede ser el de “rescatar” a alguien que le importa de la violencia doméstica, la persona que sufre el maltrato debe tomar la decisión final de si (y cuándo) irse y buscar ayuda. Tener esto en cuenta le ayudará a asegurarse de que la apoya sin importar su decisión y de que continúa brindándole una amistad afectuosa y segura.