Cerrar este reproductor de vídeo
La mayoría de los niños sienten algo de ansiedad de vez en cuando. Según los investigadores publicados en JAMA Pediatrics , la ansiedad en los niños parece estar aumentando. En 2020, el 9,2 % de los niños estadounidenses habían sido diagnosticados con un trastorno de ansiedad.
Cuando los niños se sienten ansiosos, es normal que los padres y otros adultos quieran ayudar. La mejor manera de ayudar a un niño con ansiedad es hablar abierta y honestamente sobre sus sentimientos, brindarle seguridad de que está seguro y amado, y ayudarlo a desarrollar habilidades para enfrentar el estrés.
Índice
Aprenda a reconocer cuándo su hijo está ansioso
Los niños no siempre comprenden sus sentimientos ni tienen las palabras para describir sus miedos. Hablar sobre lo que están experimentando puede ayudar a los padres a comprender mejor qué puede estar provocando la ansiedad en un niño.
Por esta razón, puede ser útil que los padres estén atentos a los signos de ansiedad, que pueden incluir:
- Síntomas físicos como respiración rápida, náuseas, sudoración o ataques de pánico.
- Síntomas cognitivos como estar nervioso, actuar abrumado, preocuparse constantemente o estar en un estado de alerta constante.
- Síntomas conductuales como alejarse de los amigos, cambiar los hábitos alimentarios o repetir comportamientos para lidiar con la ansiedad.
Considere la fuente de la ansiedad de su hijo
Es fundamental empezar por comprender el origen de la ansiedad de su hijo. La ansiedad puede tener cualquier causa, desde las preocupaciones cotidianas hasta las más básicas. Si comprende qué puede estar generando angustia, podrá tomar medidas para ayudar a su hijo a lidiar con la ansiedad. Las fuentes de ansiedad en los niños pueden incluir:
- Rutinas o eventos diarios estresantes
- Miedo a lo desconocido
- Trastornos del aprendizaje que afectan el desempeño escolar
- Presión social de los compañeros
- Intimidación o burlas por parte de otros niños
- Preocupaciones generales sobre acontecimientos de su vida.
- Miedo a la enfermedad
- Miedos académicos
- Ansiedad social
- Experiencias traumáticas como una muerte en la familia, un divorcio o desastres naturales.
La ansiedad por separación es un tipo de ansiedad relativamente común en niños de entre tres y cinco años. Muchos niños experimentan este tipo de ansiedad en algún grado y, a menudo, se resuelve por sí sola con el cuidado y el apoyo de los cuidadores.
Las investigaciones sugieren que la edad típica de aparición de los trastornos de ansiedad infantil es los 11 años. Las niñas suelen experimentar ansiedad en mayor medida que los niños, una tendencia que continúa hasta la edad adulta.
Detectar la ansiedad de forma temprana, utilizar estrategias para ayudar a los niños con ansiedad y buscar tratamiento profesional pueden ayudar a los niños a aprender a controlar la ansiedad antes de que la afección empeore o interfiera con su capacidad de funcionar normalmente en la vida diaria.
Ofrecer tranquilidad y apoyo
Los niños necesitan saber que son amados y apoyados sin importar lo que puedan estar sintiendo o atravesando. Cuando los niños se sienten ansiosos, necesitan escuchar palabras tranquilizadoras de un adulto de confianza. Ofrézcales su apoyo y hágales saber que usted está ahí para ellos.
Es natural querer proteger a su hijo de la ansiedad, pero puede ser útil recordar que esto es una parte normal del crecimiento. Hágale saber a su hijo que sus sentimientos son normales y que lo superará. Recuérdele las ocasiones en las que logró controlar la ansiedad con éxito.
Proporcionar estrategias de afrontamiento saludables
Ayude a su hijo a desarrollar estrategias de afrontamiento para controlar la ansiedad. Las estrategias de afrontamiento que pueden ayudar a los niños a calmarse cuando se sienten ansiosos incluyen las siguientes:
- Respiración profunda : anime a su hijo a respirar profundamente cuando se sienta abrumado o ansioso.
- Visualización : Ayude a su hijo a imaginar un lugar tranquilo o un resultado positivo que pueda ayudarlo a sentirse más tranquilo.
- Diálogo interno positivo : enséñele a su hijo afirmaciones positivas y diálogo interno.
- Uso de juguetes antiestrés : los juguetes antiestrés, como pelotas antiestrés o masilla, pueden ayudar a los niños a concentrarse y permanecer presentes.
- Dormir lo suficiente : el sueño es esencial para el bienestar emocional. Asegúrese de que su hijo descanse lo suficiente.
- Comer sano : comer una dieta equilibrada con abundantes frutas y verduras puede ayudar a promover el bienestar emocional.
- Establecer metas realistas : Establecer metas alcanzables puede ayudar a su hijo a desarrollar su confianza y autoestima.
- Técnicas de conexión a tierra : las técnicas de conexión a tierra, como la atención plena o las actividades táctiles, pueden ayudar a los niños a concentrarse en el presente y a dejar de pensar en pensamientos ansiosos.
- Técnicas de relajación : ayude a su hijo a participar en actividades relajantes como el yoga o la meditación.
- Ejercicio : participar en actividades físicas de forma regular puede ayudar a su hijo a reducir sus niveles de ansiedad y a afrontar sus miedos de forma más eficaz. Salir a caminar o participar en actividades al aire libre puede ser relajante y beneficioso para reducir la ansiedad.
Resumen
Respirar profundamente, salir a caminar o jugar con una mascota son actividades relajantes que pueden ayudar a los niños a lidiar con el estrés. Algunos niños se benefician de ejercicios de atención plena y técnicas de relajación que los ayudan a concentrarse en el momento presente y a dejar de lado las preocupaciones o los pensamientos ansiosos. También puede proporcionarle a su hijo libros o fichas de trabajo para ayudarlo a superar la ansiedad.
Empatiza con tu hijo
Hazle saber a tu hijo que entiendes cómo se siente. Puede ser muy útil simplemente escucharlo, sin intentar solucionar el problema ni darle consejos. Hacer preguntas como “¿Qué crees que podría ayudar?” puede iniciar una conversación y permitir que tu hijo exprese sus pensamientos y sentimientos con sus propias palabras.
Es importante recordar que empatizar con su hijo no significa que usted esté de acuerdo con que su miedo sea correcto. Por ejemplo, podría decirle: “Entiendo que tengas miedo”, en lugar de: “No deberías tener miedo”. Esto ayuda a validar sus sentimientos sin reforzar ese miedo.
Qué NO decirle a un niño con ansiedad
Evite decir cosas que desestimen el miedo de su hijo o que lo aumenten. Entre los comentarios que debe evitar se incluyen los siguientes:
- “¡No te preocupes!”
- “¡No es gran cosa!”
- “¡Date prisa y hazlo!”
- “¡No hay nada que temer!”
- “¡Deja ya de pensar en ello!”
- “¡Déjame hacerlo!”
Fomentar el diálogo interno positivo
Ayude a su hijo a reconocer los pensamientos negativos o ansiosos y anímelo a reemplazarlos con un diálogo interno positivo. Hable sobre cómo nuestras palabras pueden afectar nuestras emociones, como decir “soy fuerte y capaz” en lugar de “no puedo hacer nada bien”.
También es importante modelar un diálogo interno positivo, ya que esto ayudará a su hijo a aprender cómo lidiar con la ansiedad a su manera.
No evites las cosas que te causan ansiedad
Si bien puede resultar tentador tratar de evitar las cosas que le dan miedo a su hijo, una de las mejores cosas que puede hacer para ayudar a un niño con ansiedad es ayudarlo a enfrentar sus miedos. Evitar las fuentes de ansiedad puede empeorarla.
Comenzar de a poco y avanzar gradualmente hasta enfrentar la fuente de la ansiedad puede ayudar a los niños a superar sus miedos de una manera segura y apropiada para su edad.
Por ejemplo, si su hijo está ansioso por ir a la escuela el año que viene, puede empezar por dejar que pase unos minutos cada día en el aula. Aumente gradualmente el tiempo que pasa en la escuela hasta que se sienta más cómodo y tenga menos miedo.
Cuida tu propio comportamiento
Sea consciente de su propio comportamiento y asegúrese de no ser un modelo de conducta ansiosa para su hijo. Los niños aprenden de sus padres, por lo que ser consciente de su propio comportamiento puede ayudar a darle un ejemplo positivo a su hijo.
Si se siente ansioso, está bien decirle a su hijo que comprende cómo se siente o compartir algunas estrategias que lo ayuden cuando se sienta ansioso. Es importante reconocer que la ansiedad es una parte normal de la vida y que está bien no tener todas las respuestas.
Como parte de la vigilancia de su propio comportamiento, esté atento a las señales sutiles que podrían reforzar el miedo de su hijo. El tono de voz, el lenguaje corporal y otras señales no verbales pueden hacer que su hijo piense que podría haber una razón para preocuparse, incluso si sus palabras dicen lo contrario.
Minimizar la ansiedad anticipatoria
La ansiedad anticipatoria se produce cuando las personas se preocupan por algo que esperan que suceda. Para muchos niños, preocuparse por eventos futuros es más estresante que el evento en sí.
Puedes minimizar este temor reduciendo su “ventana de preocupación”. En lugar de hablar sobre un evento que sucederá la semana que viene, deja la conversación hasta poco antes de que ocurra.
Sepa cuándo buscar ayuda
Supongamos que la ansiedad de su hijo parece estar empeorando o afectando su vida diaria. En ese caso, es importante buscar ayuda profesional de un médico o un profesional de la salud mental que pueda brindar apoyo y recursos adicionales. Trabajar juntos como familia para controlar la ansiedad puede ayudar a su hijo.
La terapia cognitivo conductual (TCC) puede tratar eficazmente a los niños que enfrentan la ansiedad. Este enfoque ayuda a los niños a comprender mejor los tipos de pensamientos distorsionados que contribuyen a la ansiedad y el miedo. También ayuda a los niños a cambiar estos pensamientos y desarrollar habilidades de afrontamiento más efectivas.
También puede resultar útil un tipo de terapia cognitivo conductual conocida como terapia de exposición . Consiste en exponer gradualmente a los niños a la fuente de su miedo. Con el tiempo, el miedo va disminuyendo gradualmente.
Una palabra de Verywell
Buscar ayuda profesional para la ansiedad de su hijo puede ser beneficioso. Hable con un proveedor de salud mental si su hijo necesita apoyo adicional. ¡No tiene por qué pasar por esto solo! Hay muchos recursos disponibles tanto para usted como para su hijo. Con la ayuda y el apoyo adecuados, su hijo puede aprender a controlar su ansiedad y vivir una vida plena.