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A veces, la llegada de los hijos puede provocar problemas matrimoniales inesperados. Es una experiencia habitual: antes tenías una relación maravillosamente romántica , pero cuando llegan los hijos, todo se vuelve un poco más estresante, menos romántico y menos satisfactorio.
Algunos de los problemas que enfrentan las parejas después de tener hijos incluyen:
- Conflictos sobre la crianza de los hijos
- Dificultad para pasar tiempo juntos
- Fatiga y falta de sueño
- Desafíos financieros
- Problemas de intimidad
- Falta de apoyo
- No hay tiempo a solas
- Estrés causado por tratar de hacer malabarismos con los niños, el trabajo, las relaciones y otras obligaciones
Añadir hijos a la relación unirá más a la pareja, pero no siempre de la forma esperada. Si bien los problemas matrimoniales pueden ser comunes después del nacimiento de los hijos, hay medidas que puede tomar para proteger su relación.
Índice
Los desafíos del matrimonio con hijos
La dura verdad es que una gran proporción de personas consideran que los niños generan una cantidad significativa de estrés en su relación, especialmente cuando son pequeños.
Según el investigador Matthew Johnson de la Universidad de Binghamton en su libro Great Myths of Intimate Relationships: Dating, Sex, and Marriage (Grandes mitos de las relaciones íntimas: citas, sexo y matrimonio) , las investigaciones demuestran que esto es algo habitual. También se produce una disminución de la satisfacción en la relación tras el nacimiento del primer hijo.
Esta caída en la felicidad no desaparece hasta que los hijos abandonan el nido, y para ese momento muchas parejas ya se han divorciado o se han distanciado.
A continuación se ofrecen algunos detalles más:
- Los hijos añaden estrés al matrimonio y la satisfacción marital disminuye drásticamente cuando los hijos se convierten en parte de la relación. Curiosamente, esto también les sucede a las parejas no casadas, por lo que el matrimonio en sí no es el culpable de que las relaciones se estanquen.
- Los hijos generan estrés para los padres como individuos , así como para la pareja como unidad. Tal vez no sea sorprendente que las madres asuman la mayor parte del cuidado de los niños en la mayoría de las relaciones. Tampoco es sorprendente que este estrés afecte particularmente a las madres. Las otras relaciones de la mayoría de las mujeres se deterioran hasta cierto punto a medida que su vínculo con sus hijos se fortalece.
- El estrés infantil es universal . No se limita a ciertas clases sociales o incluso a países o regiones específicas del mundo.
Principales factores de estrés en las relaciones de pareja para los padres
Hay muchos factores que influyen en esta caída de la satisfacción y no son los mismos para todos. Sin embargo, ciertos factores estresantes son especialmente exigentes para una relación y una persona. Los siguientes factores estresantes son especialmente desafiantes.
Menos tiempo juntos
Debido a los cuidados intensivos que requiere y al hecho de que cualquier momento a solas que ocurra durante las horas en que el bebé está despierto requiere el uso de una niñera, las parejas naturalmente se encuentran con que tienen menos tiempo para pasar juntos. Por lo general, también tienen menos energía para dedicarse el uno al otro cuando encuentran el tiempo.
Cuando las parejas tienen un hijo, a menudo se sorprenden por la cantidad de trabajo que implica criar a un bebé, y los años de niñez también son muy laboriosos.
Obviamente, esto puede afectar la conexión que sienten, ya que son menos libres para divertirse espontáneamente o disfrutar de días de ocio juntos, incluso los fines de semana.
Menos tiempo a solas
Tener hijos suele implicar que los padres tengan menos tiempo para dedicarse a sí mismos. Esto puede significar menos tiempo para cosas como viajar y pasatiempos, pero también para el cuidado personal básico, como la actividad física y la relajación.
Cuando los padres duermen muy poco y tienen muy poco tiempo para ocuparse de sus propias necesidades (como sucede a menudo con un bebé recién nacido o un niño pequeño con necesidades especiales), pueden estresarse más y volverse difíciles de tratar.
Cuando uno o ambos miembros de la pareja no funcionan de la mejor manera posible, en particular si esto dura un período prolongado, puede afectar la relación.
Más exigencias a la asociación
Cuando un niño entra en la relación, las parejas necesitan dividir las responsabilidades en el cuidado, incluso si ambos están de acuerdo en que la mayor parte del trabajo debe recaer sobre los hombros de uno de los padres mientras el otro se concentra más en ganar dinero.
Esto puede generar la sensación de que la pareja es más una relación funcional que una relación romántica, ya que las parejas comienzan a sentirse más como compañeros de habitación que como almas gemelas. Debido a estas exigencias adicionales y a la negociación que se necesita, hay una mayor probabilidad de conflicto.
Además, cuando los socios tienen diferentes responsabilidades, es posible que uno u otro se sienta resentido si siente que está trabajando más duro.
Sin un marco de referencia sobre lo que está atravesando el otro miembro de la pareja, es más fácil para los nuevos padres sentir que deberían manejar las cosas de manera diferente y sentirse frustrados como resultado.
Circunstancias especiales
No todo el mundo experimenta los siguientes desafíos, pero pueden suponer una tensión especial para una familia. Se trata de circunstancias especiales que generan un estrés adicional significativo:
- Un niño con un temperamento de altas necesidades
- Un miembro de la familia con problemas de salud, incluidos problemas de salud física y mental.
- Tensión financiera extrema
- Falta de apoyo práctico de amigos, familiares o vecinos que puedan ofrecer ayuda.
Lo que los hijos aportan al matrimonio
La buena noticia es que, aunque algunos estudios muestran que la satisfacción marital no aumenta significativamente hasta que los hijos abandonan el nido, hijos vale la pena en otros aspectos.
Los niños potencian nuestro altruismo
Otras investigaciones muestran que dar a los demás y expresar altruismo es beneficioso para nuestro bienestar general, y tener hijos ciertamente brinda oportunidades para dar de nosotros mismos.
Los niños reducen la probabilidad de divorcio
Si bien los nuevos padres pueden sentirse menos felices, también tienen menos probabilidades de divorciarse después de tener hijos. Esto puede deberse a que están más motivados a mantener su relación unida por el bien de sus hijos.
Independientemente de las razones, este mayor compromiso puede ayudarles a superar los desafíos que enfrentan y mantener su conexión hasta que regresen tiempos más felices.
Los propios padres dicen que vale la pena
Si bien estos desafíos pueden ser difíciles de enfrentar para una pareja, prácticamente todos los padres dicen que los sacrificios que hacen valen la pena y que no podrían (o no querrían) imaginar sus vidas sin sus hijos.
Dicen que sus hijos aportan sentido a sus vidas, lo que puede traer beneficios significativos, ya que las investigaciones demuestran que quienes tienen un sentido en sus vidas tienden a ser más felices.
Cómo afrontar los problemas matrimoniales después de tener hijos
Si te sientes estresado o sientes que hay alguna tensión en tu relación, no estás solo y no necesariamente estás haciendo algo mal. Hay muchas cosas que puedes y debes hacer para proteger tu propia felicidad y tu conexión con tu pareja.
Gestionar el estrés al que se enfrentan como padres puede ayudarles a preservar la felicidad que han tenido y a generar sentimientos y experiencias más positivos de ahora en adelante.
Si bien estas cosas pueden resultar difíciles de hacer, especialmente cuando uno se siente abrumado por la responsabilidad, valen la pena. Después de todo, los problemas matrimoniales son en sí mismos una carga, por lo que tomar estas medidas puede ayudar a aliviarlos.
Encuentre apoyo social
Tu pareja no es la única que puede ayudarte a aumentar la felicidad en tu relación. Los miembros de tu familia, amigos e incluso las personas que contratas pueden ayudarte a estresarte menos y disfrutar más del tiempo que pasan juntos. Aquí tienes algunas ideas para que todo sea más feliz.
- Pasa tiempo con tu pareja y hagan cosas juntos sin tus hijos.
- Obtenga apoyo de personas como amigos, padres, familiares o vecinos.
- Cree un sistema de apoyo emocional donde pueda hablar sobre aspectos difíciles de la crianza y el matrimonio.
- Encuentre formas de minimizar el estrés social, como padres competitivos, consejos no solicitados o su propia tendencia a la comparación social.
Practica el autocuidado
Es importante que cuides de ti misma y de tus propias necesidades, y no solo de las de tus hijos. Es importante que mantengas tu cuerpo en buen estado de salud para que tengas la resistencia física y emocional para hacer lo que se necesita.
- Asegúrate de dormir lo suficiente, incluso si eso significa pedirle a alguien que cuide a tus hijos para que puedas tomar una siesta.
- Coma comidas equilibradas y nutritivas.
- Busque tiempo para usted siempre que sea posible. Reserve tiempo para no hacer nada si puede, pero incluso hacer recados solo puede ayudar.
- Dedica tiempo a practicar pasatiempos o intereses que te gusten, aunque sea solo durante unos minutos cada día.
Trabajar para mantener el equilibrio
Se habla mucho del ” equilibrio “, pero es porque es muy importante para controlar el estrés. Eso significa mantener un equilibrio en todas las áreas: equilibrar el trabajo con el ocio, satisfacer tus necesidades con las de tus hijos y tu pareja, equilibrar el tiempo que pasas fuera de casa y el tiempo que pasas con la familia, y otros equilibrios.
A continuación se presentan algunas formas importantes de equilibrio en las que debemos centrarnos.
- Cree un equilibrio entre las actividades de los niños, sus actividades, el tiempo libre y el tiempo de dormir.
- Haz suficientes cosas divertidas para crear recuerdos, pero no tantas que te sientas abrumado: sé honesto contigo mismo sobre cuál es tu situación.
- Elimine las tolerancias cuando sea posible, busque ayuda cuando sea posible y esté presente cuando sea posible.
Concéntrese en su estado de ánimo
La forma en que miras las cosas puede afectar en gran medida tu relación y tu felicidad en general. En este caso, hay muchas formas en las que puedes concentrarte en mantener el estado de ánimo adecuado. Cualquiera de las siguientes puede aumentar tu nivel de satisfacción en la relación.
- Recuerda que los momentos difíciles son temporales y eventualmente pasarán.
- Saborea las experiencias positivas.
- Centrarse en la gratitud .
- Concéntrese en lo que está aprendiendo de sus hijos y en todas las formas en que enriquecen su vida.
- Tenga en cuenta que una disminución en la satisfacción marital es normal (y no es culpa suya ni de su pareja), pero que hay muchas cosas que puede hacer para aumentar la satisfacción también.
- Mantenga una cita nocturna regular.
- Encuentra el humor en los desafíos .
- Tenga paciencia con usted mismo, con su pareja y con sus hijos.
- Diviértete en familia.
- Mantenga amistades con otras familias y manténgase cerca de su familia (si estas relaciones son saludables).
También es importante buscar ayuda si la necesitas. Esta ayuda puede consistir en un consejero matrimonial , un terapeuta individual o incluso una niñera que pueda ayudarte a aliviar parte de la presión y permitirte volver a ser tú mismo.
Una palabra de Verywell
Recuerda que puede haber sacrificios, pero vale la pena el esfuerzo. Disfrutar de los buenos momentos con tu pareja y tus hijos es la mejor manera de asegurarte de que los desafíos y el estrés no afecten tu relación. Al final, tu relación y tu vida son lo que tú hagas de ellas.