Cerrar este reproductor de vídeo
En la teoría psicoanalítica de la personalidad de Freud, el principio del placer es la fuerza impulsora del ello que busca la gratificación inmediata de todas las necesidades, deseos e impulsos. En otras palabras, el principio del placer se esfuerza por satisfacer nuestros impulsos más básicos y primitivos, entre ellos el hambre, la sed, la ira y el sexo. Cuando estas necesidades no se satisfacen, el resultado es un estado de ansiedad o tensión.
Veamos más de cerca cómo funciona el principio del placer y cómo impulsa el comportamiento, pero también las fuerzas que ayudan a mantenerlo bajo control y nos ayudan a comportarnos de maneras socialmente aceptables.
Índice
Entendiendo el principio del placer
El principio del placer sugiere que estamos motivados a obtener placer y evitar el dolor. A veces denominado principio de placer-dolor, esta fuerza motivadora ayuda a impulsar el comportamiento, pero también busca la satisfacción instantánea.
Como es de suponer, algunas necesidades no se pueden satisfacer cuando las sentimos. Si satisfacemos todos nuestros caprichos cada vez que sentimos hambre o sed, por ejemplo, es posible que nos comportemos de maneras que no son apropiadas para el momento en cuestión.
Por ejemplo, si usted siguiera las exigencias de los principios del placer, podría robarle la botella de agua a su jefe de la mesa y tomar un gran trago en medio de una reunión de negocios si tuviera sed.
Para contrarrestar estos impulsos básicos y primitivos, Freud también creía que existen fuerzas opuestas que ayudan a moderar nuestra conducta. Si controlamos las exigencias de los principios del placer, podemos actuar de maneras apropiadas y aceptables.
Cómo funciona el principio del placer
Para entender cómo funciona el principio del placer, es importante conocer un poco más sobre la teoría de Freud en general.
El Id
El principio del placer es la fuerza que impulsa la parte de la personalidad conocida como el ello. En la teoría de la personalidad de Freud, el ello es la parte más básica y animal de la personalidad. También es la única parte de la personalidad que Freud creía que estaba presente desde el nacimiento.
El ello es una de las fuerzas motivadoras más poderosas, pero es la parte de la personalidad que está enterrada en el nivel más profundo e inconsciente. Está formado por todos nuestros impulsos y deseos más básicos, pero no siempre somos conscientes de ellos.
Cómo se desarrolla el principio del placer
Durante la primera infancia, el ello controla la mayor parte de la conducta. Los niños actúan en función de sus deseos de comida, agua y diversas formas de placer. El principio del placer guía al ello para satisfacer estas necesidades básicas que contribuyen a garantizar la supervivencia.
Sigmund Freud observó que los niños muy pequeños suelen intentar satisfacer estas necesidades biológicas lo más rápido posible, sin pensar demasiado en si su comportamiento se considera aceptable o no. Esto funciona muy bien cuando eres un niño, pero ¿qué sucede a medida que envejecemos y nuestros comportamientos infantiles se vuelven cada vez menos aceptables?
Gracias al desarrollo de otra parte esencial de la personalidad —el yo— somos capaces de mantener bajo control las demandas del ello.
El principio de realidad versus el principio de placer
El principio del placer no influye en la conducta de manera aislada. Freud sugirió que, en cambio, el desarrollo del yo ayudaba a controlar las exigencias del principio del placer del ello.
El ego
A medida que los niños maduran, el ego se desarrolla para ayudar a controlar los impulsos del ello. El ego se preocupa por la realidad. Ayuda a garantizar que se satisfagan las necesidades del ello, pero de maneras que sean aceptables en el mundo real.
El ego opera a través de lo que Freud llamó el principio de realidad . Este principio de realidad es la fuerza opuesta a los impulsos instintivos del principio de placer.
En lugar de buscar la gratificación inmediata de los impulsos, el principio de realidad guía al ego a buscar vías para satisfacer estas necesidades que sean a la vez realistas y socialmente apropiadas.
Ejemplos del principio de realidad
Imaginemos que un niño muy pequeño tiene sed. Puede que simplemente tome un vaso de agua de las manos de otra persona y comience a beberlo a grandes tragos. El principio del placer dicta que el ello buscará la forma más inmediata de satisfacer esta necesidad.
Sin embargo, una vez que el ego se ha desarrollado, el principio de realidad lo impulsará a buscar formas más realistas y aceptables de satisfacer estas necesidades. En lugar de simplemente tomar el agua de otra persona, el niño le preguntará si también puede tomar un vaso.
En nuestro ejemplo anterior, en lugar de agarrar la botella de agua de su jefe cuando siente sed en medio de una reunión, el principio de realidad le insta a esperar hasta un momento más aceptable para saciar su sed. En lugar de eso, espera hasta que termine la reunión y recupera su propia botella de agua de su oficina.
Si bien el principio del placer desempeña un papel esencial en la motivación de las acciones, los principios de realidad ayudan a garantizar que nuestras necesidades se satisfagan de manera segura y socialmente aceptable.
Efectos del principio del placer
Si bien el principio de realidad funciona idealmente para equilibrar el principio de placer, esto no siempre sucede sin problemas.
- Impulsividad : la teoría de Freud sugiere que el principio del placer puede explicar las conductas impulsivas. Esto puede ser más común en la infancia, antes de que el yo esté completamente desarrollado, pero a menudo también afecta a los adultos.
- Conductas desadaptativas : si las personas tienen necesidades insatisfechas, el principio del placer puede obligarlas a buscar alivio. Estas conductas pueden proporcionar placer temporal, pero suelen tener consecuencias a largo plazo.
- Adicción : La adicción puede llevar a las personas a buscar placer sin importar las consecuencias negativas.
- Malas decisiones : En algunos casos, las personas pueden tomar malas decisiones basadas en un deseo de placer inmediato en lugar de tomar una mejor decisión que resulte en recompensas más favorables a largo plazo.
Resumen
En su teoría de la personalidad, Freud identificó el principio del placer como la fuerza que impulsa a las personas a buscar el placer y evitar el dolor. Si existiera de forma aislada, podría llevar a las personas a satisfacer sus deseos sin importar las consecuencias. Sin embargo, Freud también creía que el ego, actuando según lo que él llamó el principio de realidad, logra mediar entre el principio del placer y las exigencias de la realidad.