![Grupo de personas mirando enojada a la cámara](https://lh3.googleusercontent.com/d/17rm_73hU0wiiRFkD73YmLKF50Sj8YDgb=w630?images.jpg)
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La escopofobia, también conocida como escoptofobia, es el miedo a que la gente te mire fijamente. Su gravedad varía de persona a persona. Algunas personas solo temen que un extraño las mire fijamente durante mucho tiempo, mientras que otras temen incluso hacer contacto visual con un amigo.
Es normal sentirse incómodo o incluso ansioso si alguien te mira de forma inusual. También es normal sentirse nervioso en una situación de hablar en público o actuar. Sin embargo, la escopofobia es más grave. Las personas que padecen esta fobia pueden sentir que los demás las están escrutando y examinando, lo que genera sentimientos de angustia, incomodidad y miedo.
La escopofobia suele estar asociada, aunque no siempre, a otras fobias sociales . Si no se trata, el miedo puede empeorar con el tiempo. Este artículo analiza los síntomas de la escopofobia y cómo se diagnostica. También explora algunos tratamientos que pueden ayudar a las personas a lidiar con esta afección.
Índice
Síntomas de la escopofobia
Algunos síntomas comunes de la escopofobia incluyen:
- Evitar el contacto visual
- Siente siempre como si los demás te estuvieran observando
- Sentirse amenazado cuando la gente te mira
- Hipervigilancia
Si padeces de escopofobia, es posible que hagas todo lo posible para evitar situaciones que te pongan en el centro de atención. Algunas personas solo temen las situaciones en las que hay grupos grandes, mientras que otras temen las transacciones breves, como las que se producen al pagar en una caja de un supermercado. Algunas personas temen el contacto incidental, como intercambiar cumplidos con alguien que camina por la calle.
Al enfrentarse a la situación que teme, es posible que se sonroje profusamente. Irónicamente, muchas personas con escopofobia también sufren de eritrofobia , o miedo a sonrojarse, lo que hace que este síntoma sea particularmente problemático. También es posible que comience a experimentar síntomas físicos de miedo, como:
- Escalofríos
- Boca seca
- Confusión o dificultad para concentrarse
- Tensión muscular
- Náuseas
- Ataques de pánico
- Latidos cardíacos rápidos
- Sacudida
- Respiración superficial
- Transpiración
Es posible que sientas una fuerte necesidad de escapar de la situación. Algunas personas con escopofobia comienzan a limitar sus actividades diarias para evitar reacciones de pánico. Es posible que te niegues a salir solo o a recibir en tu casa a personas que no conoces bien.
Con el tiempo, la escopofobia no tratada puede empeorar y es posible que acabes sintiéndote incómodo incluso en compañía de amigos o familiares de confianza.
Diagnóstico de la escopofobia
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5-TR) no reconoce la escopofobia como un trastorno mental específico. En cambio, a una persona que padece esta fobia se le diagnosticaría una fobia específica.
Para que se diagnostique una fobia específica, una persona debe:
- Experimentar miedo o ansiedad significativos en respuesta a la fuente de su miedo.
- Experimente siempre esta respuesta de miedo.
- Intenta evitar activamente su miedo.
- Experimente un miedo desproporcionado con respecto al peligro real.
Además de estos síntomas, los síntomas de la escopofobia deben durar seis meses o más y deben interferir con el funcionamiento o generar un malestar significativo. Los síntomas tampoco deben explicarse mejor por otra afección.
Causas de la escopofobia
Las causas exactas de la escopofobia no están del todo claras. Al igual que otros tipos de fobias, varios factores pueden contribuir al desarrollo de esta afección.
- Antecedentes genéticos y familiares : las investigaciones han descubierto que las personas con familiares con fobias u otros trastornos de ansiedad tienen más probabilidades de tener afecciones similares. La genética puede influir, pero la exposición a conductas ansiosas puede contribuir al desarrollo de respuestas temerosas.
- Experiencias traumáticas : Las experiencias difíciles o traumáticas también pueden influir en el desarrollo de fobias específicas. Las personas que han sido víctimas de acoso o de burlas pueden tener un mayor riesgo de padecer esta fobia.
Muchos adolescentes pasan por una fase de extrema timidez, que puede incluir temor a que los miren. Sin embargo, en general, estos sentimientos desaparecen con el tiempo. Sin embargo, si el miedo persiste o empeora, puede diagnosticarse como escopofobia.
Escopofobia y trastornos relacionados
La escopofobia es una fobia específica, pero puede estar relacionada con el trastorno de ansiedad social. La mayoría de las personas que padecen este miedo también presentan otros síntomas de ansiedad social relacionados, como el miedo escénico o el miedo a hablar en público .
Algunas personas con ciertas afecciones médicas desarrollan escopofobia porque sienten que el hecho de que las miren fijamente puede desencadenar un episodio o porque temen que el hecho de tener un episodio haga que las personas las miren fijamente. La epilepsia, el síndrome de Tourette y algunos trastornos del movimiento se encuentran entre las afecciones que podrían aumentar el riesgo de escopofobia. Las personas con enfermedades o lesiones desfigurantes también pueden ser más propensas a desarrollar esta fobia.
Cabe señalar que los temores razonables nunca se diagnostican como fobias. Sin embargo, para algunas personas, el temor es desproporcionado en relación con el riesgo.
Si experimenta miedo de que lo miren debido a una condición médica, es importante que un profesional de salud mental, junto con su médico, determine si, dada su condición particular, su miedo es excesivo y tiene un impacto innecesariamente negativo en su vida.
Tratamientos para la escopofobia
Como todas las fobias, el miedo a que lo miren responde bien a varias opciones de terapia. Su terapeuta trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento que aborde la escopofobia y los trastornos coexistentes.
Los tratamientos comunes para esta afección incluyen:
- Terapia cognitivo conductual (TCC) : esta terapia implica identificar los pensamientos subyacentes que contribuyen a los sentimientos de miedo y luego reemplazarlos por otros más útiles y realistas. Hacer esto puede ayudar a las personas a replantear las situaciones como si fueran menos atemorizantes.
- Terapia de exposición : este enfoque es una forma de terapia cognitivo conductual que implica una exposición gradual a la fuente del miedo de una persona. A medida que las personas se acostumbran más al objeto o situación temidos, su ansiedad disminuye. Esta estrategia a menudo se combina con técnicas de relajación para ayudar a las personas a tener más control sobre su respuesta al miedo.
- Medicamentos : En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a las personas a controlar los síntomas de la escopofobia. Se pueden recetar inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Las benzodiazepinas , que tienen un efecto sedante, pueden ayudar a las personas a controlar los síntomas agudos de ansiedad y miedo.
La escopofobia puede limitar la vida de las personas y obligarlas a limitar gradualmente sus actividades diarias. Con el tratamiento adecuado y perseverancia, se puede superar. Los beneficios del tratamiento bien valen el tiempo y la energía que se requieren para superar esta fobia.
Cómo afrontar la escopofobia
También existen estrategias de autoayuda que las personas pueden utilizar para controlar los síntomas de la escopofobia. Algunas técnicas útiles incluyen:
Encuentra formas de relajarte
Encontrar formas de relajarse y lidiar con el estrés puede ayudarle a controlar los sentimientos de miedo y ansiedad cuando surjan. Algunas tácticas que pueden resultarle útiles incluyen la respiración profunda, la relajación muscular progresiva, el yoga, la visualización guiada y la meditación.
Enfrenta tus miedos
También puede resultar útil adoptar medidas para afrontar los miedos por su cuenta de forma gradual. La clave es hacerlo lentamente, en situaciones en las que se sienta seguro y tenga apoyo. La evasión empeora la ansiedad con el tiempo, así que busque oportunidades para practicar cómo afrontar las cosas que teme.
Cuídate a ti mismo
También es importante que te trates bien y cuides tanto tu bienestar físico como mental. Asegúrate de dormir lo suficiente, mantenerte activo todos los días y llevar una dieta equilibrada.