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El acoso escolar, la presión de los compañeros y los desafíos académicos pueden poner a los adolescentes estresados en riesgo de sufrir problemas de salud física y mental. Sin embargo, el estrés en los adolescentes puede no parecerse a lo que esperas: los signos pueden variar desde lo físico hasta lo mental. Si notas alguno de estos 10 signos de estrés en los adolescentes, tal vez sea momento de contactar a tu proveedor de atención médica para que te aconseje.
Índice
1. Dolores de cabeza y de estómago
Las manifestaciones físicas del estrés son comunes. Los dolores de cabeza y de estómago frecuentes y otros problemas somáticos pueden ser un signo de estrés.
2. Problemas de sueño
La dificultad para conciliar o mantener el sueño puede ser un signo de estrés. Y puede ser un círculo vicioso: un adolescente demasiado cansado tiene menos probabilidades de poder tolerar el estrés.
Algunos adolescentes ansiosos o deprimidos duermen demasiado. Un adolescente que siempre quiere volver a la cama después de la escuela o que intenta dormir todo el día los fines de semana puede estar tratando de escapar del estrés.
3. Problemas académicos
Los problemas con el trabajo escolar y las calificaciones pueden ser tanto una causa de estrés como una consecuencia de él. Si las calificaciones de su hijo adolescente han bajado o su asistencia es deficiente, hable con él sobre lo que siente y solicite la ayuda de un consejero.
4. Mayor irritabilidad
Aunque los adolescentes tienden a ser malhumorados por naturaleza, es probable que un adolescente estresado sea más irritable de lo habitual. Si el enojo o el enfado de su hijo adolescente por inconvenientes menores parece desmesurado, es posible que se sienta abrumado. Recuerde que sus emociones son proporcionales a sus percepciones, que podrían no reflejar la realidad.
5. Cambios en la socialización
Es probable que el estrés cambie los hábitos sociales de un adolescente. El aislamiento social puede ser una señal de que su hijo adolescente está luchando contra el estrés. Pasar más tiempo en su habitación de lo habitual o mostrar falta de interés en hablar con amigos podría ser una señal de dificultades.
6. Enfermedades frecuentes
Los adolescentes estresados tienen más probabilidades que otros de contraer resfriados y otras enfermedades menores, lo que les hace faltar a la escuela, a actividades extracurriculares y a eventos sociales.
7. Cambios negativos en el comportamiento
Los problemas de conducta en los adolescentes suelen ser consecuencia (aunque no siempre) del estrés. Es posible que observes un aumento de los problemas de conducta, que van desde faltar a la escuela hasta ser irrespetuosos.
8. Dificultad para concentrarse
Cuando los adolescentes tienen mucho en qué pensar, les resulta difícil concentrarse en su trabajo. Pueden distraerse fácilmente en clase y tener dificultad para concentrarse mientras completan sus tareas.
9. Charla negativa
Los adolescentes ansiosos utilizan mucho lenguaje negativo. Por ejemplo, un adolescente podría decir cosas como: “Nadie me quiere” o “Nada parece salir bien nunca”. Aunque es normal que los adolescentes hagan estos comentarios a veces, hacerlo más de lo habitual es probablemente una señal de estrés.
10. Sensación general de preocupación
Los adolescentes estresados suelen preocuparse por todas las cosas malas que podrían suceder o por la percepción que los demás tienen de ellos. Si su hijo adolescente ha expresado más preocupación de lo habitual, considere que el estrés podría ser la causa.
Cuándo buscar ayuda profesional
Muchos adolescentes no son capaces de decir: “Estoy estresado y por eso estoy así”, sino que su comportamiento suele ser un buen indicador de ello.
Si sospecha que su hijo adolescente sufre estrés, hable con él para obtener más información. No minimice sus preocupaciones; en lugar de eso, haga preguntas y escuche atentamente para obtener cualquier información que pueda obtener.
Si el estrés de su adolescente parece estar interfiriendo con la escuela, la familia, las responsabilidades del hogar o los amigos, es hora de buscar ayuda profesional. Los síntomas que duran más de dos semanas pueden indicar un problema de salud mental subyacente, como depresión o ansiedad .
Hable con el médico de su hijo adolescente sobre sus inquietudes. El médico primero descartará cualquier problema de salud física antes de explorar posibles problemas psicológicos, emocionales o sociales. Muchos médicos generales abordan estos problemas, pero derivarán a su hijo a un especialista si los signos y síntomas son intensos.