Cómo explica la psicología el efecto espectador

Hombre revisando su teléfono celular entre una multitud apresurada

Rob Daly/Imágenes Getty 

¿Qué significa el efecto espectador?

El efecto espectador, también conocido como apatía del espectador, se refiere a un fenómeno en el cual cuanto mayor es el número de personas presentes, menos probable es que la gente ayude a una persona en apuros.

Si presenciara una emergencia ante sus propios ojos, seguramente tomaría alguna medida para ayudar a la persona en problemas, ¿verdad? Si bien a todos nos gustaría creer que esto es cierto, los psicólogos sugieren que el hecho de que intervenga o no puede depender de la cantidad de otros testigos presentes.

Cómo funciona el efecto espectador

Cuando ocurre una situación de emergencia, el efecto espectador implica que es más probable que los observadores actúen si hay pocos o ningún otro testigo.

Ser parte de una gran multitud hace que ninguna persona tenga que asumir la responsabilidad de una acción (o inacción).

En una serie de estudios clásicos, los investigadores Bibb Latané y John Darley descubrieron que el tiempo que tarda el participante en actuar y buscar ayuda varía según la cantidad de otros observadores que haya en la habitación. En un experimento , los sujetos fueron colocados en una de tres condiciones de tratamiento: solos en una habitación, con otros dos participantes o con dos cómplices que fingían ser participantes normales.

Mientras los participantes se sentaban a completar los cuestionarios, el humo comenzó a llenar la habitación. Cuando los participantes estaban solos, el 75% informó del humo a los experimentadores. En cambio, solo el 38% de los participantes que estaban en una habitación con otras dos personas informaron del humo. En el último grupo, los dos cómplices del experimento notaron el humo y luego lo ignoraron, lo que dio como resultado que solo el 10% de los participantes informaran del humo.

Experimentos adicionales de Latané y Rodin (1969) descubrieron que el 70% de las personas ayudarían a una mujer en apuros cuando fueran el único testigo, pero solo alrededor del 40% ofrecía ayuda cuando también había otras personas presentes.

¿Cuál es un ejemplo real del efecto espectador?

El ejemplo más citado del efecto espectador en los libros de texto introductorios de psicología es el brutal asesinato de una joven llamada Catherine “Kitty” Genovese. El viernes 13 de marzo de 1964, Genovese, de 28 años, regresaba a casa del trabajo. Cuando se acercaba a la entrada de su apartamento, fue atacada y apuñalada por un hombre que más tarde fue identificado como Winston Moseley.

A pesar de los repetidos pedidos de ayuda de Genovese, ninguna de las decenas de personas que se encontraban en el edificio de apartamentos cercano y que oyeron sus gritos llamaron a la policía para denunciar el incidente. El ataque comenzó a las 3:20 de la madrugada, pero no fue hasta las 3:50 de la madrugada que alguien se puso en contacto con la policía.

Un artículo inicial del New York Times sensacionalizó el caso y denunció una serie de inexactitudes fácticas. Un artículo publicado en la edición de septiembre de 2007 de American Psychologist concluyó que la historia está en gran medida tergiversada, principalmente debido a las inexactitudes publicadas repetidamente en artículos de periódicos y libros de texto de psicología. 

Si bien el caso de Genovese ha sido objeto de numerosas tergiversaciones e inexactitudes, en los últimos años se han denunciado muchos otros casos. El efecto espectador puede tener un impacto poderoso en el comportamiento social, pero ¿por qué ocurre exactamente? ¿Por qué no ayudamos cuando formamos parte de una multitud?

¿Por qué sucede esto?

Hay dos factores principales que contribuyen al efecto espectador. En primer lugar, la presencia de otras personas crea una dispersión de la responsabilidad .

Como hay otros observadores, los individuos no sienten tanta presión para actuar. Se piensa que la responsabilidad de actuar es compartida entre todos los presentes.

La segunda razón es la necesidad de comportarse de manera correcta y socialmente aceptable. Cuando otros observadores no reaccionan, los individuos suelen interpretarlo como una señal de que no es necesaria o no es apropiada una respuesta.

Los investigadores han descubierto que los espectadores tienen menos probabilidades de intervenir si la situación es ambigua. En el caso de Kitty Genovese, muchos de los 38 testigos dijeron que creían estar presenciando una “pelea de amantes” y no se dieron cuenta de que en realidad estaban asesinando a la joven.

Una crisis suele ser caótica y la situación no siempre es del todo clara. Los espectadores pueden preguntarse qué está pasando exactamente. En esos momentos, las personas suelen mirar a los demás miembros del grupo para determinar qué es lo apropiado. Cuando ven que nadie más reacciona, eso envía una señal de que tal vez no sea necesario hacer nada.

Cómo prevenir el efecto espectador

¿Qué puedes hacer para superar el efecto espectador ? Algunos psicólogos sugieren que simplemente ser consciente de esta tendencia es quizás la mejor manera de romper el ciclo. Cuando te enfrentes a una situación que requiera acción, comprende cómo el efecto espectador puede estar frenándote y toma medidas conscientes para superarlo. Sin embargo, esto no significa que debas ponerte en peligro.

Pero, ¿qué pasa si usted es la persona que necesita ayuda? ¿Cómo puede inspirar a la gente para que le preste una mano? Una táctica que se suele recomendar es elegir a una persona entre la multitud. Establezca contacto visual con ella y pídale ayuda específicamente. Al personalizar e individualizar su solicitud, será mucho más difícil que la gente le rechace.

1 Fuente
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  1. Manning R, Levine M, Collins A. El asesinato de Kitty Genovese y la psicología social de la ayuda: la parábola de los 38 testigos . Am Psychol. 2007;62(6):555-62. doi:10.1037/0003-066X.62.6.555

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