Cerrar este reproductor de vídeo
Índice
¿Qué es un “adicto a la adrenalina”?
“Adicto a la adrenalina” es un término que se utiliza para referirse a alguien que prefiere las actividades de alto riesgo por la adrenalina que las acompaña. El término se utilizó por primera vez en la película de 1991 “Point Break”. En relación con este fenómeno, muchas personas buscan experiencias de alta sensibilidad por los efectos neurofisiológicos.
Los mecanismos fisiológicos que subyacen al temperamento llevan a las personas a buscar lo que les parece la cantidad justa de estimulación en una situación determinada. Esta experiencia de “la cantidad justa” de estimulación o sensación está profundamente interconectada con los mecanismos psicológicos de motivación y varía entre personas con diferentes rasgos de personalidad.
De hecho, un estudio de 2016 sobre paracaidistas descubrió que la personalidad es el mayor predictor de si una persona es propensa a emprender un comportamiento riesgoso. La búsqueda de sensaciones de alta ansiedad puede caracterizar al llamado “adicto a la adrenalina”.
Sin embargo, cuando la dependencia de estas experiencias se posiciona como una forma de manejar situaciones estresantes, podría ser el momento de buscar tratamiento.
La ciencia detrás de la necesidad de estimulación en los adictos a la adrenalina
La capacidad de control cognitivo se ve afectada o aumenta según si una tarea determinada requiere la supresión o la atención a diversas señales motivacionales, según un estudio de 2010.
La neurobiología que subyace a estos procesos es compleja y muchas áreas cerebrales están implicadas. Se cree que la activación de la respuesta al estrés impulsa la conducta compulsiva a través de mecanismos de refuerzo negativo.
Según un estudio de 2009, la liberación de noradrenalina en la amígdala, la zona del cerebro que se activa durante la respuesta al estrés, puede representar un componente clave de la transición a la dependencia. Mientras tanto, otro estudio se centró en las conductas de tipo evitativo que suelen encontrarse en el trastorno de estrés postraumático. En este estudio realizado en animales en 2018, los investigadores descubrieron que la estimulación de la amígdala conduce a una disminución de las conductas de evitación.
El término “adicto a la adrenalina” puede hacerte pensar que el sistema noradrenérgico por sí solo está implicado en la conducta de búsqueda de sensaciones. Una revisión de 2017 explora cómo los neurotransmisores dopamina y serotonina también afectan en gran medida la capacidad de regular la impulsividad y la toma de riesgos. La revisión también examina cómo los sistemas que involucran a estos neurotransmisores están desregulados en personas con trastornos por consumo de sustancias.
Mientras tanto, un estudio de 2016 sobre los llamados adictos a la adrenalina, como los escaladores de roca, encontró que los escaladores habituales experimentaban estados de ansia frecuentes e intensos y efectos negativos cuando dejaban de escalar, similares a los de las personas con trastornos por consumo de sustancias.
Búsqueda de sensaciones cotidianas
No hace falta ser un ladrón de bancos, un paracaidista u otro tipo de persona que busque el peligro para sentirse adicto a la euforia que produce un poco de estrés. De hecho, es posible que estés un poco enganchado a los estímulos de tu vida cotidiana y no te des cuenta.
Una necesidad inconsciente de estimulación puede influir en la forma en que gestionas tu agenda, las personas con las que pasas el tiempo e incluso la forma en que abordas una fecha límite.
Un estudio de 2010 sugiere que los individuos neuróticos pueden crear drama y crisis en sus vidas para desencadenar la respuesta del cuerpo al estrés, obtener la adrenalina que viene con la emoción y reducir su estado de ánimo negativo. Los individuos extrovertidos pueden tomar riesgos para reforzar las experiencias positivas.
La adicción a la estimulación no está clasificada actualmente como un trastorno en el DSM, sin embargo, la conducta impulsiva y de riesgo es relevante para una serie de afecciones de salud mental que pueden requerir tratamiento adicional, como el TDAH , el TEPT y el trastorno por consumo de sustancias . Las adicciones conductuales también están siendo reconocidas recientemente como trastornos psiquiátricos válidos, y el juego patológico se ganó un lugar en el DSM-5-TR , como se exploró en un artículo de una revista de 2015.
Gestión para adictos a la adrenalina
Si bien llevar una vida emocionante no es un problema en sí mismo, crear crisis sin darse cuenta o verse envuelto innecesariamente en situaciones estresantes puede pasar factura. Si tiende a crear más drama en su vida de lo necesario, tomar conciencia de ello tiene un doble beneficio:
- Puedes empezar a mantener la emoción pero quitándole el “toque de crisis”, reduciendo las actividades innecesariamente estresantes. También puedes intentar distinguir la sutil diferencia entre una verdadera crisis y una situación un tanto exagerada.
- Puedes practicar técnicas de relajación para revertir la respuesta de tu cuerpo al estrés cuando te sientas abrumado, de modo que no experimentes todos los efectos negativos del estrés crónico.
Si su comportamiento de riesgo se está saliendo de control, le causa angustia o le impide cumplir con sus responsabilidades, considere buscar ayuda profesional. Un profesional de la salud mental puede ayudarle a explorar formas de manejar su comportamiento de manera más saludable y adaptativa.