Cerrar este reproductor de vídeo
La ablutofobia, o miedo a bañarse, es una fobia relativamente poco común pero potencialmente grave que parece ser más frecuente en los niños.
Sí, es cierto que a muchos niños se les puede demostrar que no les gustan los baños y pueden armar un escándalo a la hora del baño, pero una fobia es diferente. Si su médico sigue las nuevas pautas de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, es poco probable que le diagnostique ablutofobia a menos que la sobreestimación extrema del peligro persista durante más de seis meses, que es el estándar para fobias como esta.
Si usted es padre de un niño que se resiste a la hora del baño, existen varias estrategias para que la limpieza sea más divertida. Si este miedo ha persistido hasta la edad adulta, un terapeuta puede ayudarle a proporcionar estrategias para superar esta difícil fobia.
Índice
De un vistazo
La ablutofobia, como todas las fobias, es un trastorno de ansiedad . Clínicamente se la conoce como fobia específica, que es un miedo persistente, excesivo o irracional a un objeto o situación. Puede manifestarse de muchas maneras, desde el miedo a ducharse hasta una fobia total a todo lo que tenga que ver con el lavado.
Esta fobia a menudo es causada por un trauma en tu pasado relacionado con el baño o alguna otra cosa que involucre agua, y puede tener consecuencias en tu higiene general.
A diferencia de muchos otros objetos que temen, bañarse es algo que normalmente está bajo tu control: no te vas a encontrar de repente expuesto a una bañera de la nada, como podría pasar con una araña o un perro. Si bien esto por sí solo puede no disminuir tu miedo, puede ayudar a abordarlo desde una posición de control.
Causas de la ablutofobia
Como todas las fobias específicas, un evento traumático del pasado suele ser el desencadenante de la ablutofobia, aunque es posible que lo recuerdes conscientemente o no. ¿Cómo se desarrolló la ablutofobia?
- Es posible que usted, un familiar o incluso alguien que aparece en una película o programa de televisión haya sufrido un suceso traumático en su pasado. Por ejemplo, algunos fanáticos de las películas de terror afirman que desarrollaron miedo a ducharse después de ver “Psicosis” de Alfred Hitchcock, en la que la actriz principal es asesinada mientras se duchaba.
- Este trastorno de ansiedad también puede desarrollarse a partir de los miedos de otras personas. Si uno de tus padres o un familiar cercano tenía el mismo miedo, es posible que hayas interiorizado las reacciones de esa persona en la infancia.
- Muchos niños intentan evitar la hora del baño, ya sea por miedo o por simple preferencia. Es posible que esa aversión que sentían en la infancia se haya trasladado a su vida adulta.
Complicaciones de la ablutofobia
La limpieza y la higiene son dos de las prioridades más importantes del mundo moderno y no ducharse a diario puede hacer que parezca o huela “sucio”, lo que generalmente se considera inaceptable. No lavarse con regularidad puede tener consecuencias negativas, como:
- Problemas en el trabajo o la escuela y en tus relaciones personales.
- Aislamiento, que puede derivar en fobia social o incluso agorafobia
- Un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la imagen corporal
Además, la higiene personal es un primer paso para evitar enfermedades. Dejar que la suciedad y las bacterias permanezcan en la piel y el cabello durante períodos prolongados podría aumentar el riesgo de contraer enfermedades comunes y raras. Esto es particularmente cierto si su fobia le hace evitar lavarse las manos después de usar el baño o al preparar alimentos.
Tratamientos para la ablutofobia
Al igual que la mayoría de las fobias específicas, las técnicas de terapia cognitivo-conductual suelen formar parte de un plan de tratamiento para la ablutofobia. Es probable que su terapeuta le anime a examinar su miedo y a sustituir su diálogo interno negativo por mensajes más adecuados. Es posible que le asigne tareas que impliquen dar pequeños pasos, como abrir la ducha y sentarse en el baño con el agua corriendo.
Estos pasos forman parte de lo que se denomina terapia de exposición, que implica exponerse al objeto que teme de una manera segura. A medida que se sienta cómodo con cada paso, es posible que empiece a sentir menos miedo.
El objetivo de la terapia es que practiques la relajación y utilices el diálogo interno que acabas de aprender para calmar tus miedos mientras te enfrentas lentamente al objeto de tu fobia. Si estás extremadamente ansioso, tu médico puede recetarte medicamentos o sugerirte hipnosis para ayudarte a controlar el miedo. La ablutofobia es muy tratable con profesionales capacitados, pero puede ser muy difícil superarla por tu cuenta sin ayuda.