Consejos para afrontar conversaciones incómodas

Mujer avergonzada y sonriente cubriéndose la cara mientras habla con otra mujer

Cultura RM Exclusiva / Getty Images


Aunque las conversaciones incómodas pueden parecer difíciles, pueden ser buenas oportunidades para practicar la conversación informal y el manejo de conflictos, especialmente si padeces trastorno de ansiedad social (TAS). Puedes aprender a lidiar con conversaciones incómodas planificando con anticipación, repasando tus habilidades sociales y sabiendo cuándo usar un poco de humor.

Pruebe estos consejos para superar su próxima conversación incómoda.

Entendiendo las conversaciones incómodas

Gestiona la situación entendiendo la causa de tu malestar. Tal vez haya muchos silencios largos o tal vez la otra persona tenga una opinión muy diferente a la tuya. Identifica la razón de la incomodidad y estarás un paso más cerca de encontrar una solución.

Si la otra persona acaba de decir algo sorprendente, está bien responder: “Estoy pensando en lo que dijiste” para darse tiempo de procesar la información.

Mantenga fluidas las conversaciones incómodas

Hay una razón por la que los silencios prolongados pueden hacerte sentir incómodo. Un estudio de 2010 de la Universidad de Groningen en los Países Bajos publicado en el Journal of Experimental Social Psychology Research demostró que las conversaciones fluidas generan sentimientos de autoestima, validación social y pertenencia a un grupo. 

Haz todo lo que puedas para que la conversación siga adelante y tanto tú como tu interlocutor os sentiréis más a gusto. Una buena conversación consiste más en componer música juntos que en encontrar el mensaje perfecto.

Encuentra el humor en conversaciones incómodas

Si una conversación se ha vuelto incómoda, considere hacer algo para relajar el ambiente. Puede hacerlo contando un chiste o una historia divertida, burlándose de sí mismo o encontrando el lado gracioso de la situación actual. Mantener un ambiente relajado ayudará a romper el hielo y hacer avanzar la conversación.

Supere la incomodidad mediante el compromiso

A veces, las conversaciones son incómodas debido a los desacuerdos. En estas situaciones, siempre trate de encontrar un compromiso. Practique la empatía hacia la otra persona e intente comprender cómo ve la situación de manera diferente a usted. Hacerlo puede permitirle aceptar el punto de vista de la otra persona sin tener que cambiar el suyo.

Escuchar y parafrasear

Si no sabes qué decir en una conversación, intenta simplemente reflejar lo que escuchas de la otra persona. Si un nuevo amigo en la escuela está molesto por una mala calificación en una tarea, dile algo como “Parece que estás realmente molesto por tu calificación en ese proyecto”.

A menudo, las personas simplemente quieren saber que se reconocen sus sentimientos en lugar de que se les ofrezcan soluciones a sus problemas. Hacerlo también te libera de la presión de intentar pensar en qué decir a continuación.

Haz una pregunta

Quizás te encuentres en una conversación que te resulte incómoda porque realmente no sabes nada sobre la otra persona. En estas situaciones, lo mejor es hacer preguntas para intentar encontrar intereses mutuos que puedan convertirse en conversaciones.

Si sabes que te encontrarás en una situación en la que hablarás con desconocidos , intenta planificar al menos tres preguntas abiertas que puedas usar si te encuentras en una conversación incómoda. No te esfuerces demasiado con estas preguntas.

¿Sin palabras?

Algo simple como: “Entonces, ¿qué te mantiene ocupado estos días?” será suficiente.

Haz preguntas para profundizar en un tema que se haya tratado anteriormente en una conversación, para aclarar malentendidos y para demostrar que estás escuchando a la otra persona. Ten cuidado de no hacer demasiadas preguntas seguidas o podrías parecer un interrogador.

Cambiar el tema en conversaciones incómodas

Los temas de conversación nuevos son perfectos para los momentos de calma en la conversación. Ten algunos de estos temas listos para sacarlos a relucir la próxima vez que sientas que nadie más tiene nada que decir. Algunos ejemplos de temas incluyen programas de televisión populares, algo que todos tengan en común (como un examen que se aproxima en la escuela) y eventos actuales.

Asegúrate de que el tema que presentes sea algo que resulte atractivo para tus interlocutores.

Los temas nuevos también son perfectos para charlar con desconocidos. Incluso las cosas más mundanas, como el tiempo, pueden ser buenos puntos de partida. Incluso podrías plantearte hacer un trabajo de detective para averiguar a quién conocerás y preparar algunas preguntas adaptadas a sus intereses. Ofrecer un cumplido sincero (sobre una prenda de vestir o un peinado, por ejemplo) también es una buena forma de hablar de algo nuevo.

Sea asertivo en conversaciones incómodas

Si te encuentras en una conversación con una persona grosera, que te ha preguntado algo inapropiado o te ha hecho sentir incómodo, es importante que te defiendas. Toma el control diciendo algo asertivo, como “Preferiría no hablar de eso”.

Si descubre que es el blanco de una persona difícil, desvíe la conversación hacia un nuevo tema y una nueva persona. Tenga cuidado de no guardarse para sí los sentimientos incómodos, ya que podría correr el riesgo de terminar resentido y amargado a largo plazo.

Callar

No todas las situaciones requieren una conversación. Si bien es cierto que hablar con fluidez entre amigos genera camaradería, si te encuentras en un entorno público con desconocidos, hablar no siempre es necesario.

Es posible que a tu compañero de asiento en el autobús o en el avión no le interese conversar durante todo el viaje, y eso está perfectamente bien. Si la otra persona da muchas respuestas de una sola palabra, se cruza de brazos o se inclina hacia atrás, esas son señales de que tal vez prefiera simplemente permanecer callada.

Cómo lidiar con temas incómodos

Utilice el tacto para manejar situaciones que resulten incómodas debido a lo que se ha dicho. Lleve la conversación hacia una dirección diferente diciendo algo como: “Ah, qué interesante. ¿Sabes qué más escuché el otro día?” y continúe hablando sobre el tema menos delicado.

Si alguien hace un comentario incómodo en medio de una conversación en curso, considere hacer una pausa breve para un silencio y luego continuar con la línea original de discusión, en lugar de abordar lo que se dijo (también conocido como “salvar las apariencias” de la persona que cometió el paso en falso).

Otras formas de abordar temas incómodos son permanecer en silencio o decir directamente que te sientes incómodo.

Di algo como: “No soy muy de chismear, me siento un poco incómodo porque no quiero que otros hablen así de mí. ¿Podríamos hablar de otra cosa?”. A veces, los temas incómodos pueden ser incluso lo que queda sin decir.

Elige la bondad

Si alguien está de duelo por una pérdida o hay una disputa familiar, esto puede generar un trasfondo y generar incomodidad en una conversación. A menudo, la mejor manera de manejar estas situaciones es decirlo abiertamente, de manera amable y compasiva.

Di algo como: “Lamento mucho tu pérdida. Debes estar atravesando un momento difícil en este momento”. Sin embargo, si las emociones aún son muy fuertes (como en una disputa familiar), tal vez sea mejor no dedicar demasiado tiempo a reconocer el problema, ya que corres el riesgo de reabrir viejos problemas.

Los temas incómodos también pueden incluir aquellos en los que tienes algo que preguntar o un tema problemático que necesitas discutir.

Si sabes que te vas a encontrar con una situación incómoda como esta, intenta avisar a la otra persona para que no se sorprenda. Hazle saber que tienes algo importante que hablar y fija un momento para hacerlo.

Salga de las conversaciones incómodas con elegancia

Si realmente no hay nada más que decir o tienes alguna otra razón para querer abandonar una conversación , prepárate y planifica hacerlo con elegancia. Siempre agradece a la otra persona por tomarse el tiempo para hablar. Si alguien está monopolizando tu tiempo y no te deja terminar la conversación, usa una excusa como la necesidad de tomar otra bebida como motivo para retirarte.

Sea comprensivo

No todo el mundo es una mariposa social a la que le encanta conversar. Algunas personas pueden vivir con timidez o ansiedad social y tardar más en entrar en confianza en situaciones nuevas y con gente nueva. Si alguien se pone nervioso a tu lado porque no te conoce, sé amable y comprensivo.

Es posible que la incomodidad no tenga nada que ver contigo. Si la otra persona padece un trastorno de ansiedad social, es posible que la incomodidad entre ustedes se deba al miedo o al pánico.

Las personas con trastorno afectivo estacional tienen miedo de sentirse avergonzadas frente a otras personas, y esto afecta su forma de vivir la vida diaria. No juzgues a alguien que parezca incómodo, nervioso o asustado. En cambio, sé amable, muestra un interés genuino escuchando atentamente y busca un tema de interés mutuo para ayudar a que esa persona se sienta más cómoda.

Maneja tu propia ansiedad social

Si las conversaciones son incómodas debido a tu propia timidez o ansiedad social, haz lo que puedas para controlar estos sentimientos. Practica habilidades sociales, lee libros de autoayuda sobre cómo superar la timidez y la ansiedad social y consulta a un terapeuta si tu ansiedad es grave e interfiere en tu vida. Es tu deber para contigo mismo y para tus futuros interlocutores controlar tus sentimientos.

Explicar los finales incómodos

A veces, las conversaciones se interrumpen. En lugar de ignorar que una conversación terminó de manera incómoda, discúlpate o reconoce la situación la próxima vez que hables con esa persona en particular. Explica por qué tuviste que irte y por qué no fue algo personal.

Para las personas que sufren de ansiedad social, explicarles que a veces las situaciones sociales pueden ser abrumadoras puede ser útil para que la otra persona se sienta cómoda.

Ayuda a resolver problemas

Ayuda a alguien a resolver un problema y la incomodidad entre ustedes se disolverá fácilmente. Pedirle consejo a un amigo es otra excelente manera de mantener conversaciones interesantes y fluidas. Hablar sobre problemas y soluciones puede llevar mucho tiempo y te dará algo que revisar la próxima vez que veas a alguien.

Terminar con un resumen

Es importante terminar las conversaciones con un resumen y un plan para el futuro. Por ejemplo, podrías decir algo como: “Fue genial hablar de todos los maratones en los que has participado. Tal vez la próxima vez que estemos juntos podamos planificar cuándo empezaré a entrenarme”. Este tipo de final estructurado de una conversación ayuda a que las cosas lleguen a un final natural, pero también conduce a futuras conversaciones.

Tener en mente

No todas las conversaciones incómodas son malas; muchas pueden solucionarse con un poco de esfuerzo. Si pones en práctica los consejos anteriores, te volverás más hábil para ser esa persona que siempre sabe qué decir para que los demás se sientan mejor en tu presencia.

Preguntas frecuentes

  • ¿Es normal tener conversaciones incómodas?

    A todos nos ocurren conversaciones incómodas de vez en cuando. Conocer gente nueva puede ser estresante a veces, y puede resultar especialmente abrumador en situaciones o entornos desconocidos. Afortunadamente, puedes desarrollar habilidades sociales que te ayuden a superar la incomodidad y a entablar conversaciones con elegancia.

  • ¿Cuales son algunas situaciones incómodas?

    Algunos ejemplos de situaciones incómodas incluyen olvidar el nombre de alguien, ir a una cita a ciegas, admitir un error, ayudar a alguien a afrontar una situación difícil, confrontar a alguien sobre un problema y tener conversaciones con personas que te hacen sentir incómodo.

    Cada una de estas situaciones incómodas es diferente, por lo que la forma de afrontarlas puede variar. Perfeccionar las habilidades de conversación, aprender a ofrecer apoyo empático y desarrollar habilidades de asertividad son algunas estrategias que pueden ayudarte a gestionar estas situaciones incómodas.

  • ¿Cómo se mantiene una conversación incómoda?

    Existen varias técnicas que pueden ayudarte a seguir adelante durante una conversación incómoda. Hacer un comentario gracioso puede ayudar a relajar el ambiente, mientras que explorar diferentes formas de iniciar una conversación informal también puede ser de ayuda.

    Hablar sobre el clima o preguntar de dónde es una persona son algunos buenos ejemplos. Como mínimo, concéntrese en escuchar atentamente a la otra persona y hacer preguntas abiertas que ayudarán a que la conversación avance con un poco menos de incomodidad.

1 Fuente
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  1. Koudenburg N, Postmes T, Gordijn EH. Más allá del contenido de la conversación . Pers Soc Psychol Rev. 2017;21(1):50-71. doi:10.1177/1088868315626022

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