Cerrar este reproductor de vídeo
Índice
¿Qué es un ataque de pánico?
Un ataque de pánico es una sensación repentina e intensa de terror, miedo o aprensión, sin la presencia de un peligro real. Los síntomas de un ataque de pánico suelen aparecer de repente, alcanzan su punto máximo en 10 minutos y luego desaparecen. Sin embargo, algunos ataques pueden durar más tiempo o pueden ocurrir en sucesión, lo que dificulta determinar cuándo termina un ataque y comienza otro.
Cualquier persona puede sufrir un ataque de pánico. A veces, un ataque puede desencadenarse por un acontecimiento específico, pero también puede ser un síntoma de trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico o la agorafobia .
Síntomas de un ataque de pánico
Los ataques de pánico suelen aparecer de repente y dan lugar a sentimientos intensos de miedo. Suelen durar entre 10 y 20 minutos, aunque en algunos casos pueden durar más. La experiencia puede variar de una persona a otra, pero algunos de los síntomas más comunes son:
- Dolor o malestar en el pecho
- Escalofríos o sensaciones de calor
- Sensación de ahogo
- Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
- Miedo a morir
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Sentimientos de irrealidad (desrealización) o de estar separado de uno mismo (despersonalización)
- Náuseas o malestar abdominal
- Sensaciones de entumecimiento u hormigueo (parestesias)
- Palpitaciones, palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
- Sensaciones de falta de aire o asfixia.
- Transpiración
- Temblor o sacudida
Diagnóstico de ataques de pánico
Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5), un ataque de pánico se caracteriza por una “oleada de miedo intenso o malestar intenso que alcanza su punto máximo en cuestión de minutos” e incluye cuatro o más de los síntomas anteriores. La presencia de menos de cuatro síntomas puede considerarse un ataque de pánico
de síntomas limitados .
Es importante señalar que muchas personas pueden sufrir un ataque de pánico una o varias veces durante su vida, pero no recibir un diagnóstico de un trastorno de salud mental. Para que se realice un diagnóstico de trastorno de pánico , por ejemplo, una persona debe sufrir ataques de pánico recurrentes e inesperados que no sean causados por los efectos de las drogas, el alcohol u otra afección médica o psicológica.
Es posible tener algunos ataques de pánico aislados sin que vuelvan a aparecer. Sin embargo, dado que los síntomas similares al pánico pueden imitar muchos otros trastornos médicos y psicológicos, es importante que consulte con su médico sobre sus síntomas.
Causas de los ataques de pánico
No se conocen las causas exactas de los ataques de pánico, pero se cree que hay diversos factores que influyen en ellos, entre ellos:
- Química cerebral
- Genética y antecedentes familiares
- Estrés de la vida
- Personalidad y temperamento
Si tiende a ser más sensible al estrés o experimenta emociones negativas con frecuencia, es posible que tenga más probabilidades de sufrir ataques de pánico. Las personas que tienen familiares con trastornos de ansiedad también pueden tener más probabilidades de sufrir ataques de pánico, lo que sugiere que existe un componente genético.
Las mujeres también tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico. Por ello, los expertos recomiendan que las mujeres y las niñas de 13 años o más se sometan a pruebas de detección de trastornos de ansiedad.
Tipos de ataques de pánico
Una forma en que los ataques de pánico se han caracterizado en diferentes tipos es la siguiente:
- Los ataques de pánico espontáneos o inesperados ocurren sin previo aviso o “de repente”. No hay desencadenantes situacionales o ambientales asociados con el ataque. Este tipo de ataques de pánico pueden ocurrir incluso durante el sueño.
- Los ataques de pánico condicionados por la situación o provocados por ella se producen tras la exposición real o anticipada a determinadas situaciones. Estas situaciones se convierten en señales o desencadenantes de un episodio de pánico. Por ejemplo, una persona que teme a los espacios cerrados puede sufrir un ataque de pánico al entrar o pensar en entrar en un ascensor.
- Los ataques de pánico con predisposición situacional no siempre ocurren inmediatamente después de la exposición a una situación o señal temida, pero la persona tiene más probabilidades de experimentar un ataque en tales situaciones. Por ejemplo, una persona que tiene miedo a las situaciones sociales pero que no experimenta un episodio de pánico en cada situación social, o que experimenta un ataque tardío después de estar en un entorno social durante un período prolongado de tiempo.
Tratamiento para los ataques de pánico
El tratamiento de los ataques de pánico puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambas. Las opciones de tratamiento se centran en reducir la frecuencia e intensidad de estos ataques. Las opciones de tratamiento que recomiende su médico pueden depender de diversos factores, entre ellos su diagnóstico, su historia clínica, sus preferencias y la gravedad de sus síntomas.
Psicoterapia
Existen distintos tipos de terapia que pueden utilizarse, pero a menudo se recomienda un enfoque conocido como terapia cognitivo conductual (TCC) para los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad. La TCC se centra en ayudar a las personas a identificar los pensamientos que contribuyen a los sentimientos de miedo y ansiedad y reemplazarlos por otros más útiles y realistas. A través de este proceso, las personas pueden aprender que las cosas que desencadenan estos ataques no son tan aterradoras como creían anteriormente.
Medicamento
Su médico también puede recetarle ciertos medicamentos para ayudar a tratar algunos síntomas que podrían estar asociados con sus ataques de pánico. Algunos de los medicamentos que podrían recetarle incluyen:
- Antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como Zoloft (sertralina) y Prozac (fluoxetina) si también experimenta síntomas de depresión.
- Medicamentos contra la ansiedad que actúan como depresores del sistema nervioso central, incluidas las benzodiazepinas como Xanax (alprazolam)
Cómo afrontar los ataques de pánico
También hay medidas que puede tomar si está sufriendo un ataque de pánico o si teme sufrir uno. Algunas estrategias útiles que puede probar son:
- Respiración profunda : esto puede ayudar a prevenir la respiración rápida o hiperventilación que a menudo ocurre durante un ataque de pánico.
- Atención plena : implica conectarse a tierra y ser más consciente de lo que sucede con su cuerpo en el momento.
- Relajación muscular progresiva : implica tensar y luego relajar los músculos de todo el cuerpo; cuando se practica con regularidad, puede aprender a inducir una respuesta de relajación cuando está ansioso o estresado.
- Visualización : esto implica pensar en algo que le resulte calmante y relajante; imaginar esta escena en su mente puede ayudar a producir una respuesta de relajación para combatir sus sentimientos de miedo.
Una palabra de Verywell
Los ataques de pánico pueden ser angustiantes, pero hay ayuda disponible. Hable con su médico sobre sus opciones de tratamiento y explore algunas técnicas de relajación que puede utilizar para mantener la calma cuando se enfrente a una situación que le provoque ansiedad.
Si usted o un ser querido sufre ataques de pánico, comuníquese con la Línea de ayuda nacional de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) al 1-800-662-4357 para obtener información sobre centros de apoyo y tratamiento en su área.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales .