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Un trastorno mental orgánico se refiere a una disminución del funcionamiento mental que no es resultado de una afección psiquiátrica . A veces, este término se utiliza indistintamente con el de síndrome cerebral orgánico (SCO) o síndrome cerebral orgánico crónico, pero ahora se lo suele denominar trastorno neurocognitivo.
Aquí compartimos algunas de las posibles causas de un trastorno mental orgánico, junto con algunos de los síntomas más comunes. También hablamos de las distintas opciones de tratamiento cuando existe este tipo de condición.
Índice
De un vistazo
Un trastorno mental orgánico puede ser causado por una lesión cerebral, una enfermedad, la exposición a toxinas y más. Los problemas de concentración y los episodios de confusión son síntomas comunes. Si bien a veces pueden surgir complicaciones, los trastornos mentales orgánicos generalmente se tratan con medicamentos y terapia.
¿Qué causa un trastorno mental orgánico?
Los trastornos mentales orgánicos pueden tener numerosas causas posibles. Entre ellas se encuentran los daños o lesiones en el cerebro por:
- Cáncer
- Desequilibrios químicos u hormonales
- Enfermedades degenerativas como la enfermedad de Alzheimer, Huntington, Parkinson y Cruetuzfeldt-Jakob
- Exposición a toxinas como el plomo y los pesticidas
- Infección
- Falta de oxígeno (lesión anóxica)
- Síndrome metabólico
- Traumatismo físico, como una conmoción cerebral u otra lesión en la cabeza.
- Deficiencias de vitaminas
El consumo excesivo de alcohol también puede contribuir al desarrollo de un trastorno mental orgánico. En casos como estos, este tipo de trastorno es secundario a la dependencia del alcohol.
Síntomas de un trastorno mental orgánico
Una persona con un trastorno mental orgánico puede tener dificultades para concentrarse durante un largo período de tiempo o confundirse al realizar tareas rutinarias. También puede tener problemas para gestionar las relaciones y colaborar o comunicarse con colegas, amigos o familiares.
Otros síntomas de un trastorno mental orgánico o un trastorno neurocognitivo incluyen:
- Agitación
- Delirio
- Demencia
Los síntomas exactos que puede experimentar una persona pueden variar según la causa del trastorno. Si alguno de estos síntomas está presente, es importante buscar atención médica para encontrar la causa y decidir el mejor tratamiento.
Cómo se diagnostica un trastorno mental orgánico
Para diagnosticar un síndrome cerebral orgánico o un trastorno mental orgánico, se puede realizar un análisis de sangre, una punción lumbar o un electroencefalograma (EEG). También pueden ser útiles las imágenes del cerebro, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética, según la causa subyacente.
Si bien los “trastornos orgánicos” fueron eliminados de la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM) como categoría diagnóstica, muchos profesionales de la salud mental aún utilizan esta terminología para describir estas afecciones.
Posibles complicaciones de los trastornos mentales orgánicos
Algunos trastornos mentales orgánicos son sólo temporales, pero otros empeoran con el tiempo. La posibilidad de recuperación o el pronóstico de la condición de una persona con este tipo de trastorno depende de varios factores, en particular la causa de la función cerebral deteriorada .
Los trastornos mentales orgánicos que no responden al tratamiento a menudo resultan en una incapacidad para funcionar de forma independiente o para interactuar con otros. Esto puede llevar a la necesidad de ayuda con las actividades de la vida diaria.
Tratamientos para un trastorno mental orgánico
Aunque el diagnóstico de un trastorno mental orgánico (o trastorno neurocognitivo, como se lo denomina ahora) puede ser aterrador, existen recursos disponibles para ayudar. Además, las investigaciones indican que la eficacia de los tratamientos para los trastornos mentales orgánicos está mejorando.
Los tratamientos específicos que son mejores para una persona con un trastorno mental orgánico varían según la causa subyacente del trastorno. Se pueden recetar medicamentos para controlar las conductas agresivas. La terapia de rehabilitación también puede ayudar a los pacientes a recuperar la función en las partes del cerebro afectadas.