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A menudo nos encontramos con las palabras empatía y simpatía cuando hablamos de cómo nos sentimos. Sin embargo, la simpatía implica comprender las emociones de alguien desde nuestra perspectiva y la empatía implica sentir sus emociones desde su perspectiva.
Aunque ambas palabras se utilizan en situaciones que involucran emociones, no se pueden usar indistintamente ya que tienen significados diferentes.
Este artículo explora los rasgos, diferencias, ejemplos y preguntas comunes sobre la simpatía y la empatía.
Índice
Simpatía vs. Empatía
Aunque ambas palabras se utilizan en situaciones que involucran emociones, no se pueden usar indistintamente ya que tienen significados diferentes.
La principal diferencia entre simpatía y empatía es cómo expresamos y experimentamos nuestras emociones hacia la situación de alguien.
Según el Diccionario de Psicología de la Asociación Americana de Psicología, las definiciones de simpatía y empatía son las siguientes:
- Simpatía : “sentimientos de preocupación o compasión que resultan de la conciencia del sufrimiento o la tristeza de otra persona”.
- Empatía : “comprender a una persona desde su marco de referencia en lugar del propio, o experimentar indirectamente los sentimientos, percepciones y pensamientos de esa persona”.
Cómo recordar la diferencia
Una forma sencilla de recordar a qué se refiere la palabra condolencia es pensar en la sección de tarjetas de felicitación de una tienda. Uno se siente mal por alguien que está pasando por un momento difícil y expresa sus condolencias con una tarjeta de condolencia.
En otras palabras, no te estás poniendo en su lugar ni imaginando que estás pasando apuros con su situación. Por lo tanto, es posible tener simpatía, pero no empatía.
Comprensión superficial frente a comprensión profunda
Cuando nos solidarizamos con la situación desafortunada de alguien, nos sentimos mal por él. Tenemos pensamientos y sentimientos sobre lo que está pasando, pero no tenemos una comprensión profunda de cómo se siente.
Empatizar con las circunstancias de alguien significa que nos tomamos el tiempo, el esfuerzo y el espacio mental para apreciar y comprender plenamente cómo se siente.
Comprensión desde nuestra perspectiva y desde la de ellos
Simpatía significa escuchar las malas noticias de alguien, compartir nuestros sentimientos al respecto y pedir perdón.
Cuando practicamos la empatía, nos sumergimos en la profundidad de sus emociones y nos imaginamos en su situación. No se trata de cómo nos sentimos con respecto a su experiencia, sino de ponernos en su lugar, simulando que estamos pasando por lo que ellos están pasando y sintiendo sus sentimientos.
Por ejemplo, si tu amigo te cuenta que su perro falleció recientemente, simpatiza con él diciéndole: “Lamento tu pérdida”.
Pero si pudieras empatizar, te imaginarías perdiendo una mascota querida y sintiendo el dolor y la pérdida que conlleva esa experiencia.
Dato curioso: ¿De dónde se originaron estas palabras?
Las palabras simpatía y empatía comparten el mismo sufijo, “-patía”, que se origina de la palabra griega “pathos”. Pathos se refiere a “emociones, sentimientos o pasión”.
Juicio vs. No juicio
La simpatía implica una comprensión superficial de la situación de alguien, por lo que es fácil juzgarlo. La empatía permite que una persona explore los pensamientos y sentimientos de otra, lo que la ayuda a eliminar los juicios.
Por ejemplo, si tu hermano menciona que se está divorciando, puedes solidarizarte con él y decirle: “Es terrible. Va a ser difícil para mi sobrino. Va a crecer en un hogar desestructurado”.
Una respuesta empática sería: “Avísame si quieres hablar de ello. Estaré aquí para ti en todo momento”.
Consejos no solicitados vs. escucha activa
Simpatizar no implica sentir las emociones de otra persona; por lo tanto, cuando nos enteramos de su problema, inmediatamente sentimos la necesidad de solucionarlo porque nos da pena. Reprimimos nuestras propias emociones. No sabemos exactamente por lo que está pasando y es más fácil centrarse en la solución en lugar de validar sus experiencias.
Cuando empatizamos con un ser querido, nos conectamos profundamente con su experiencia. Hacemos preguntas para comprender, practicamos la escucha activa, leemos sus expresiones faciales y su lenguaje corporal y nos comportamos con sensibilidad ante sus necesidades.
¿Qué es mejor: la empatía o la simpatía?
Ninguna es mejor que otra; depende del contexto y de saber cuándo utilizar la empatía o la simpatía. Tanto la empatía como la simpatía son necesarias para el bienestar emocional y mental.
Cuándo mostrar empatía
La empatía es esencial para construir relaciones profundas y significativas con los demás. Si no puedes comprender la perspectiva de otra persona, puede resultar difícil comunicarse de manera eficaz y resolver problemas juntos.
Por ejemplo, si usted y su pareja están peleando, puede ser difícil resolver el conflicto si no es capaz de empatizar con su punto de vista. En lugar de trabajar en equipo para encontrar una solución, se concentra en tratar de convencer al otro de que usted tiene razón, lo que crea una división mayor en la relación.
Fatiga por empatía
Sin embargo, la fatiga por empatía puede ocurrir si usted está demasiado preocupado y siente constantemente los sentimientos de los demás. Su energía se agota y puede sentirse insensible, agotado, impotente y menos compasivo. Corre un mayor riesgo de sufrir angustia empática.
Cuándo mostrar simpatía
En la era de los teléfonos móviles y las redes sociales, estamos bombardeados con noticias angustiosas al alcance de la mano; es fácil sentirse abrumado por lo que sucede en el mundo.
La simpatía nos permite aprender y mantenernos informados sobre temas globales sin dejarnos consumir emocionalmente.
Se ha demostrado que la simpatía está asociada con conductas morales y prosociales como la cooperación, el compartir, la baja discriminación, el apoyo, la ayuda y la protección de los demás.
¿Son la compasión y la empatía la misma cosa?
La compasión y la empatía son términos que suelen usarse indistintamente. Ambos implican comprender las emociones de alguien, conectar profundamente, escuchar sin juzgar, ser paciente y mostrar respeto; sin embargo, existe una diferencia sutil entre ellos.
La compasión implica tomar acción
A diferencia de la empatía, que consiste simplemente en sentir las emociones de los demás, la compasión crea un deseo de ayudar a los demás e implica tomar medidas. Quieres ayudar a aliviar su dolor y sufrimiento porque realmente sientes empatía por su situación.
Por ejemplo, si tu amigo está recibiendo tratamiento contra el cáncer, tienes compasión de él ayudándolo a hacer recados, llevándolo a sus citas y siendo consciente y sensible a sus necesidades.
Cómo ser más comprensivo y empático
La simpatía y la empatía son importantes para la construcción de relaciones y el bienestar mental. A continuación, se ofrecen algunos consejos para practicar estas habilidades que le ayudarán a ser más comprensivo y empático:
- Aprenda a leer señales no verbales
- En lugar de apresurarse a dar consejos no solicitados, póngase en su situación e intente imaginar lo que necesitan.
- Practique la escucha activa , haga preguntas y trabaje para comprender cómo se siente otra persona.
- Reflexione sobre cómo sus condiciones moldearon sus creencias, valores, juicios y perspectivas.
- Validar emocionalmente las preocupaciones de alguien
- Aprenda sobre sus propias emociones y cómo identificarlas
Por lo tanto, existe una clara diferencia entre simpatía y empatía. Si bien ninguna es mejor, es importante saber cuándo utilizar cada una de estas herramientas emocionales según la situación.
Si tiene dificultades para controlar sus emociones y conectarse con los demás, la terapia puede ayudarle a superar sus emociones, construir relaciones más sólidas, mejorar las habilidades de comunicación y aumentar la conciencia emocional.