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A veces, la gente dice que prefiere “mirar el lado positivo” de una situación difícil o que “ve el vaso medio lleno”. Es muy probable que quienes hacen estos comentarios sean personas que piensan positivamente y que pueden estar obteniendo muchos beneficios gracias a este enfoque.
Las investigaciones están encontrando cada vez más evidencia que apunta a los muchos beneficios de pensar positivamente y mantenerse optimista. Estos hallazgos sugieren que quienes piensan positivamente no solo son más saludables y están menos estresados, sino que también tienden a tener un mayor bienestar general y un mayor nivel de resiliencia.
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Beneficios del pensamiento positivo
Incluso si el pensamiento positivo no surge de forma natural, hay muchas buenas razones para comenzar a cultivar pensamientos afirmativos y minimizar el diálogo interno negativo .
Estrés reducido
Cuando se enfrentan a situaciones estresantes, los pensadores positivos las afrontan con mayor eficacia que los pensadores pesimistas, y con menos ansiedad y preocupación . En lugar de insistir en sus frustraciones o en cosas que no pueden cambiar, idearán un plan de acción y pedirán ayuda y consejo a los demás.
Por otra parte, los pensadores pesimistas tienden a suponer que la situación está fuera de su control y suelen creer que no pueden hacer nada para cambiarla.
Mayor inmunidad
En los últimos años, los investigadores han descubierto que la mente puede tener un efecto poderoso sobre el cuerpo. La inmunidad es un área en la que los pensamientos y las actitudes de una persona pueden tener una influencia particularmente poderosa.
Según un artículo publicado, cuanto más pensamientos positivos tenga una persona, mejor será su capacidad para combatir las enfermedades. Los autores también sugieren que ocurre lo contrario: cuanto menos pensamientos positivos tenga una persona, mayor será su riesgo de contraer enfermedades.
Bienestar mejorado
El pensamiento positivo no solo puede influir en la capacidad de afrontar el estrés y comprometer la inmunidad, sino que también tiene un impacto en el bienestar general. En concreto, está vinculado a un menor riesgo de muerte por problemas cardiovasculares, un menor riesgo de depresión y una mayor esperanza de vida.
Aunque los investigadores no tienen del todo claro por qué el pensamiento positivo beneficia la salud, algunos sugieren que las personas positivas podrían llevar estilos de vida más saludables. Al afrontar mejor el estrés y evitar conductas nocivas, pueden mejorar su salud y bienestar.
Mejor resiliencia
La resiliencia se refiere a nuestra capacidad para afrontar los problemas. Las personas resilientes son capaces de afrontar una crisis o un trauma con fuerza y determinación. En lugar de desmoronarse ante tal estrés, tienen la capacidad de seguir adelante y, finalmente, superar la adversidad.
El pensamiento positivo puede desempeñar un papel importante en la resiliencia. Cuando se enfrentan a un desafío , los pensadores optimistas suelen pensar en lo que pueden hacer para solucionar el problema. En lugar de perder la esperanza, reúnen sus recursos y están dispuestos a pedir ayuda a los demás.
Al cultivar emociones positivas, incluso frente a eventos terribles, las personas pueden obtener recompensas tanto a corto como a largo plazo, incluido el manejo de los niveles de estrés , la disminución de la depresión y el desarrollo de habilidades de afrontamiento que les serán útiles en el futuro.
Cuando el pensamiento positivo puede no ser útil
Antes de intentar ver las cosas de color de rosa en cada situación, es importante tener en cuenta que pensar en positivo no significa adoptar una actitud optimista ante la vida. De hecho, en algunos casos, el optimismo puede no ser beneficioso.
Un ejemplo es cuando no es realista ser optimista. Por ejemplo, alguien que es irrealmente optimista puede no evaluar correctamente su riesgo de desarrollar una enfermedad importante como el cáncer, lo que lo lleva a participar en conductas que elevan aún más su riesgo.
En lugar de ignorar la realidad en favor del lado positivo, el pensamiento positivo se centra en cosas como la creencia de la persona en sus habilidades, un enfoque positivo ante los desafíos y tratar de aprovechar al máximo las situaciones malas .
Pueden pasar cosas malas. A veces nos sentiremos decepcionados o heridos por las acciones de los demás. Esto no significa que el mundo esté en nuestra contra o que todas las personas nos decepcionarán. En cambio, las personas que piensan positivamente analizan la situación de manera realista, buscan formas de mejorarla e intentan aprender de sus experiencias.