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La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario grave, y a veces mortal, que afecta entre el 0,3% y el 0,4% de las mujeres jóvenes en los Estados Unidos. Los adolescentes de entre 15 y 24 años con anorexia tienen 12 veces más riesgo de morir en comparación con sus pares de la misma edad. Debido a que la enfermedad suele comenzar en la adolescencia y puede ser mortal si no se trata, es importante que los padres conozcan los signos de la anorexia en los adolescentes.
Índice
Signos de anorexia en adolescentes
La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario que hace que la persona restringa severamente lo que come o bebe. Una persona con anorexia a menudo tiene bajo peso, pero continúa sintiéndose con sobrepeso o “gorda”. Suele haber un gran temor de ganar peso, a pesar de que la persona tiene bajo peso.
Existen muchos y variados signos de anorexia en adolescentes, que incluyen síntomas físicos y emocionales y conductuales. No todos los adolescentes con anorexia nerviosa están demacrados. La anorexia nerviosa también puede diagnosticarse en personas que han perdido mucho peso recientemente y que tienen lo que muchos considerarían un “peso normal”.
Signos físicos:
- Piel seca o erupción cutánea
- Erosión del esmalte dental
- Sentir frío
- Mala calidad de las uñas
- Adelgazamiento del cabello
Señales emocionales o conductuales:
- Saltarse frecuentemente comidas con la familia y/o negar el hambre
- Ansiedad a la hora de comer, afirmando que ya han comido y/o poniendo excusas para evitar las comidas.
- Preparar comidas elaboradas para amigos o familiares, pero rara vez comerlas.
- Cortar la comida en trozos pequeños o moverla para que parezca que están comiendo.
- Usar ropa grande y holgada para cubrir su cuerpo.
- Alejarse de los amigos y saltarse las funciones sociales.
- Pasar una cantidad excesiva de tiempo en el gimnasio o entrenando para deportes.
- Quejarse de estar “gordo” u obsesionarse con partes “defectuosas” de su cuerpo
- Centrarse excesivamente en las etiquetas nutricionales o intentar constantemente dietas restrictivas (como no comer carbohidratos ni grasas)
- Estar de mal humor, ansioso o deprimido.
- Desarrollar rituales respecto a la alimentación (comer los alimentos en un orden determinado, masticar excesivamente, etc.)
Consecuencias
Los adolescentes con anorexia nerviosa privan a sus cuerpos de suficientes calorías y nutrientes, lo que puede provocar una variedad de consecuencias para la salud física, entre ellas:
- Anemia (deficiencia de hierro)
- Amenorrea: si la anoréxica es mujer, es posible que nunca tenga su primer período, o que sus períodos se detengan o se vuelvan menos frecuentes.
- Huesos frágiles (osteoporosis)
- Disminución de testosterona (en niños con trastornos alimentarios)
- Disminución de la hormona tiroidea
- Deshidratación/insuficiencia renal
- Maduración física retrasada (debido a la disminución de la hormona del crecimiento)
- Piel seca
- Edema (hinchazón)
- Desequilibrio electrolítico (que puede provocar convulsiones)
- Problemas gastrointestinales (hinchazón, estreñimiento)
- Crecimiento de vello fino y suave en todo el cuerpo (lanugo)
- Pérdida de cabello
- Cardiopatía
- Esterilidad
- Frecuencia cardíaca irregular o anormalmente lenta
- Desmayo
- Presión arterial baja
- Pérdida de memoria/desorientación
- Debilidad muscular y pérdida de masa muscular.
- Mala circulación
- Debilidad y cansancio
Además de las complicaciones físicas, la anorexia se ha relacionado con diversas consecuencias para la salud emocional y mental, incluida la baja autoestima. Muchos adolescentes con anorexia suelen ser perfeccionistas empedernidos.
A pesar de que suelen sacar buenas notas y destacar en las actividades extraescolares, suelen tener una baja autoestima y una necesidad de controlar a las personas y las cosas que les rodean. Estos rasgos de personalidad pueden ser obvios o sutiles, pero pueden indicar una tendencia a la anorexia.
Los adolescentes con anorexia nerviosa también pueden tener trastornos de salud mental coexistentes, entre ellos:
- Trastornos de ansiedad
- Depresión
- Trastorno por consumo de sustancias
Si su hijo tiene un trastorno alimentario, comuníquese con la línea de ayuda de la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios (NEDA) para obtener apoyo al 1-800-931-2237.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales .
Tratamiento de la anorexia en adolescentes
Si sospecha que su hijo adolescente puede tener un trastorno alimentario, busque tratamiento de inmediato. Hable con el médico de su hijo adolescente sobre sus inquietudes y analice las opciones de tratamiento, que suelen tener como objetivo:
- Recupere el peso y la nutrición que ha perdido debido a dietas estrictas y purgas.
- Tratar cualquier alteración psicológica, como distorsión de la imagen corporal, baja autoestima y conflictos interpersonales o emocionales.
- Lograr una remisión y rehabilitación a largo plazo, o una recuperación completa.
No existe un tratamiento único para todos, pero ha habido avances significativos en el tratamiento de adolescentes con anorexia durante la última década. El tratamiento debe ser guiado por un médico y un profesional de la salud mental que aborden la salud psicológica y física del adolescente durante todo el proceso de tratamiento.
La intervención temprana mejora las posibilidades de que un adolescente se recupere con éxito de un trastorno alimentario, así que no espere para buscar tratamiento para su ser querido. Su primer paso puede ser ponerse en contacto con el médico de atención primaria de su hijo adolescente para hablar sobre los trastornos alimentarios, los signos que puede estar notando y las posibles formas de ayudar.
El tratamiento de un trastorno alimentario puede consistir en rehabilitación nutricional y psicoterapia, incluida terapia individual (terapia centrada en el adolescente), terapia familiar (terapia familiar sistémica) o incluso tratamiento residencial. No existen medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento de la anorexia.
Una palabra de Verywell
Cuidar a un adolescente con un trastorno alimentario puede ser aterrador y abrumador, y, lamentablemente, no hay una solución fácil. Debido a la naturaleza complicada de la enfermedad, es fundamental contar con la ayuda de profesionales y otros padres que tengan experiencia con trastornos alimentarios. Empiece hoy mismo por informarse sobre los signos de la anorexia, crear un sistema de apoyo sólido y recordarse a sí mismo que la recuperación de su hijo adolescente es posible.