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Su identidad es un conjunto de características físicas, mentales, emocionales, sociales e interpersonales que son exclusivas de usted.
Encapsula sus valores personales fundamentales y sus creencias sobre el mundo, dice Asfia Qaadir , DO, psiquiatra infantil y adolescente en PrairieCare.
En este artículo exploramos el concepto de identidad, su importancia, los factores que contribuyen a su desarrollo y algunas estrategias que pueden ayudarte a reflexionar sobre tu identidad.
Índice
Definiendo la identidad
Tu identidad te da el sentido de identidad. Es un conjunto de rasgos que te distinguen de otras personas, porque si bien puedes tener algunas cosas en común con otras personas, nadie más tiene exactamente la misma combinación de rasgos que tú.
Tu identidad también te da una sensación de continuidad, es decir, la sensación de que eres la misma persona que eras hace dos años y serás la misma persona dentro de dos días.
Asfia Qaadir, DO, psiquiatra
Tu identidad juega un papel importante en cómo tratas a los demás y cómo te comportas en el mundo.
¿Qué constituye la identidad de una persona?
Estos son algunos de los factores que pueden contribuir a tu identidad:
- Apariencia física
- Sensaciones físicas
- Rasgos emocionales
- Educación
- Profesión
- Experiencias de vida
- Genética
- Condiciones de salud
- Familia
- Nacionalidad
- Carrera
- Etnicidad
- Comunidad social
- Grupo de pares
- Entorno político
- Idioma
- Religión
- Espiritualidad
- Género
- Sexualidad
- Personalidad
- Intereses
- Objetivos
- Valores
- Creencias
- Recuerdos
- Finanzas
Asfia Qaadir, DO, psiquiatra
Todos tenemos capas y dimensiones que contribuyen a quiénes somos y cómo expresamos nuestra identidad.
Todos estos factores interactúan entre sí e influyen en usted de maneras únicas y complejas, moldeando quién es usted. La formación de la identidad es una experiencia subjetiva y profundamente personal.
Desarrollo de la identidad a lo largo de la vida
El desarrollo de la identidad es un proceso que dura toda la vida y que comienza en la infancia, empieza a solidificarse en la adolescencia y continúa hasta la edad adulta.
Infancia
La infancia es cuando empezamos a desarrollar un autoconcepto y a formar una identidad.
Cuando somos niños, dependemos en gran medida de nuestras familias para satisfacer nuestras necesidades físicas y emocionales. Nuestras primeras interacciones con los miembros de la familia desempeñan un papel fundamental en la formación de nuestra identidad.
Durante esta etapa, aprendemos sobre nuestras familias y comunidades, y qué valores son importantes para ellas, dice el Dr. Qaadir.
La información y los valores que absorbemos en la infancia son como pequeñas semillas que se plantan años antes de que podamos reflexionar intencionalmente sobre ellas cuando seamos adultos, dice el Dr. Qaadir.
Las experiencias traumáticas o abusivas durante la infancia pueden alterar la formación de la identidad y tener efectos duraderos en la psique.
Adolescencia
La adolescencia es un período crítico en la formación de la identidad.
Cuando somos adolescentes, comenzamos a desarrollar intencionalmente un sentido de identidad basado en cómo los valores que estamos aprendiendo se manifiestan en nuestras relaciones con nosotros mismos, nuestros amigos, familiares y en diferentes escenarios que nos desafían, explica el Dr. Qaadir.
La adolescencia es una época para descubrirnos a nosotros mismos, aprender a expresarnos, determinar dónde encajamos socialmente (y dónde no), desarrollar relaciones y perseguir intereses, dice el Dr. Qaadir.
Este es el período en el que comenzamos a volvernos independientes y a formular metas de vida. También puede ser un período de tormenta y estrés , ya que experimentamos alteraciones del estado de ánimo, desafiamos a las figuras de autoridad y asumimos riesgos mientras tratamos de descubrir quiénes somos.
Edad adulta
Como adultos, comenzamos a construir nuestra identidad pública o profesional7 profundizamos nuestras relaciones personales, dice el Dr. Qaadir.
Estas etapas no están escritas en piedra, sino que son fluidas, y tenemos el resto de nuestras vidas para seguir experimentando la vida y evolucionando nuestras identidades, dice el Dr. Qaadir.
La importancia de la identidad
Tener un fuerte sentido de identidad es importante porque:
- Crea autoconciencia: un fuerte sentido de identidad puede brindarte una profunda conciencia de quién eres como persona. Puede ayudarte a comprender tus gustos, aversiones, acciones, motivaciones y relaciones.
- Proporciona dirección y motivación: tener un fuerte sentido de identidad puede brindarle una comprensión clara de sus valores e intereses, lo que puede ayudar a proporcionar claridad, dirección y motivación a la hora de establecer metas y trabajar para alcanzarlas.
- Permite establecer relaciones saludables: cuando te conoces y te aceptas a ti mismo, puedes formar conexiones significativas con personas que te aprecian y respetan por quién eres. Un fuerte sentido de identidad también te ayuda a comunicarte de manera eficaz, establecer límites saludables y participar en interacciones auténticas y satisfactorias.
- Nos mantiene con los pies en la tierra: Nuestras identidades nos dan raíces cuando las cosas que nos rodean parecen caóticas o inciertas, afirma el Dr. Qaadir. “Nuestras raíces nos mantienen con los pies en la tierra y nos ayudan a recordar lo que realmente importa al final del día”.
- Mejora la toma de decisiones: conocerse bien a uno mismo puede ayudarle a tomar decisiones coherentes con sus valores, creencias y objetivos a largo plazo. Esta claridad reduce la confusión, la indecisión y la tendencia a amoldarse a las expectativas de los demás, lo que puede llevar a una mala toma de decisiones .
- Fomenta la participación comunitaria: la identidad suele estar determinada por los contextos culturales, sociales, políticos, espirituales e históricos. Tener un fuerte sentido de identidad le permite comprender, apreciar y enorgullecerse de su herencia cultural. Esto puede empoderarlo para participar activamente en la sociedad, expresar su perspectiva única y contribuir a un cambio social positivo.
Por otro lado, un sentido de identidad débil puede hacer que sea más difícil mantenerse a flote emocionalmente en momentos de estrés y más confuso cuando se intenta tomar decisiones importantes en la vida, dice el Dr. Qaadir.
Consejos para reflexionar sobre tu identidad
El Dr. Qaadir sugiere algunas estrategias que pueden ayudarle a reflexionar sobre su identidad:
- Arte: El arte es un medio increíble que puede ayudarte a procesar y reflexionar sobre tu identidad. Puede ayudarte a expresarte de maneras creativas y únicas.
- Lectura: Leer las historias de las personas a través de la narrativa es una excelente manera de ampliar tus horizontes, determinar cómo te sientes acerca del mundo que te rodea y reflexionar sobre tu lugar en él.
- Llevar un diario: Llevar un diario también puede ser muy útil para la autorreflexión . Puede ayudarte a comprender mejor tus sentimientos y motivaciones.
- Conversación: Las conversaciones con personas pueden exponerte a diversas perspectivas y ayudarte a formar y representar las tuyas propias.
- Naturaleza: Estar en contacto con la naturaleza puede brindarte la oportunidad de reflexionar sin interrupciones. Pasar tiempo en la naturaleza a menudo tiene una forma de poner las cosas en perspectiva.
- Relaciones: Puedes fortalecer especialmente tu sentido de identidad a través de las relaciones que te rodean. Es valioso rodearte de personas que reflejen tus valores fundamentales pero que puedan ser diferentes a ti en otros aspectos de la identidad, como estilos de personalidad, antecedentes culturales, pasiones, profesiones o caminos espirituales, porque eso te brinda perspectiva y te permite aprender de los demás.