Cerrar este reproductor de vídeo
El autodesprecio o el odio a uno mismo es una crítica extrema de uno mismo. Puede hacernos sentir que nada de lo que hacemos es lo suficientemente bueno o que no somos dignos de las cosas buenas de la vida. El odio a uno mismo puede hacernos sentir que alguien nos sigue a todas partes en todo momento, nos critica y nos señala cada defecto o nos avergüenza por cada error.
Los pensamientos típicos de odio hacia uno mismo pueden incluir:
- “Sabía que fracasaría.”
- “¿Por qué lo intento?”
- “Soy un perdedor.”
- “Nadie quiere estar cerca de mí.”
- “Mírame cagándome otra vez.”
- “¿No puedo simplemente ser normal?”
- ” Me odio. “
Este artículo analiza en profundidad los factores que contribuyen al autodesprecio y lo que podemos hacer para superar este tipo de pensamiento negativo.
Índice
¿Qué causa el autodesprecio?
El autodesprecio se desarrolla con el tiempo y suele estar provocado por más de un factor, entre ellos, traumas pasados, perfeccionismo, falsas expectativas, comparaciones sociales y varios comportamientos aprendidos.
Trauma
Muchas personas que sienten un profundo desprecio por sí mismas han pasado por experiencias traumáticas y emocionalmente desafiantes en el pasado. Estas experiencias suelen incluir abuso sexual, físico o emocional y negligencia .
Cuando los niños sufren un trauma, comienzan a ver el mundo como algo inseguro y a las personas que los rodean como peligrosas. En un esfuerzo por darle sentido a su mundo, pueden desarrollar una narrativa que los haga sentir que no valen la pena amarlos y que no tienen ningún valor.
En algunos casos, es posible que estos comentarios odiosos se los hayan dicho directamente uno de sus padres u otra persona cercana a ellos. Pronto, esos pensamientos se convierten en una parte demasiado familiar de su crítico interno.
Obtener ayuda
Si el motivo de su autodesprecio es un trauma, considere buscar ayuda profesional. Ya sea un terapeuta, un ministro o un consejero espiritual, el apoyo profesional puede permitirle comprender la raíz de su autodesprecio y dar pasos hacia la autocompasión.
Falsas expectativas
Es normal querer pertenecer , ser aceptado o realizar bien una tarea. Sin embargo, a veces nuestras expectativas sobre nosotros mismos pueden ser tan altas que resultan inalcanzables para cualquier ser humano. Estas expectativas extraordinarias a menudo nos llevan a quedarnos cortos y sentir que hemos fracasado.
En esos momentos, nuestro crítico interno aparece para avergonzarnos y recordarnos lo decepcionantes que hemos sido. Incluso si nuestro lado racional reconoce que las expectativas son irrazonables, nuestro crítico interno continúa repitiendo declaraciones de odio hacia nosotros mismos.
Intentos de complacer a los demás
Para estar conectados con los demás, es posible que hayamos aprendido con el tiempo que cumplir con las expectativas de los demás funciona bien. Es posible que hayamos aprendido a través de experiencias sociales que cuando otras personas están felices con nosotros, podemos sentirnos felices con nosotros mismos.
Esta forma poco saludable de pensar sobre las relaciones puede conducir a patrones significativos de comportamiento dependiente o de complacencia de los demás .
Sin embargo, algunas personas se sienten devastadas cuando no son capaces de satisfacer las necesidades de los demás o sienten que han decepcionado a alguien. Las declaraciones de autodesprecio sugieren que cuando no cumplimos con las expectativas de los demás, algo anda mal con nosotros; hemos fracasado o no somos dignos de ser amados o valorados por los demás.
Perfeccionismo
A menudo se considera que un perfeccionista es alguien que no se permite ningún margen de error ni margen de maniobra para los errores o limitaciones humanas. Espera la perfección de sí mismo (y posiblemente de los demás) en todo momento y en todas las situaciones.
Es importante tener en cuenta que, a menudo, desarrollamos una mentalidad perfeccionista en un esfuerzo por protegernos del dolor y de los sentimientos de desconexión. La creencia es que, cuando nos desempeñamos a la perfección, de alguna manera evitamos sentir dolor. Este dolor puede incluir sentimientos de vergüenza, bochorno, soledad, abandono, ridículo, juicio y más.
Comparación social
Si bien es normal mirar alrededor y notar lo que hacen los demás, puede resultar doloroso cuando valoras esa observación y descubres que te falta algo.
“Muchas veces, cuando nos comparamos con los demás, nos estamos menospreciando a nosotros mismos en el proceso. Ya sea en lo que respecta a la apariencia, la profesionalidad, la riqueza, etc., tendemos a ver más atributos positivos en la vida de otra persona que en la nuestra”, dice Allie Soss , consejera de salud mental autorizada en New York City Psychotherapy Collective.
Si experimentas odio hacia ti mismo, es común que tengas lo que se conoce como comparación ascendente . Esto simplemente significa tener una tendencia a notar y valorar únicamente a las personas que tienen un desempeño “mejor” y, a su vez, devaluarte a ti mismo con declaraciones de odio hacia ti mismo.
Los peajes del odio a uno mismo
El odio hacia uno mismo afecta e influye en muchos aspectos de la vida diaria. El odio hacia uno mismo puede impedir que tomes decisiones importantes, corras riesgos, te relaciones con los demás y logres tus objetivos.
Soss explica que la forma en que te ves a ti mismo puede tener un impacto directo en tus relaciones, porque tus creencias fundamentales determinan cómo ves el mundo, cómo interpretas tus experiencias y cómo crees que los demás te ven.
Si tienes una creencia central negativa sobre ti mismo, no podrás comprender los motivos de los demás. Esto puede afectar directamente a una relación interpersonal y a cómo te ves a ti mismo dentro de esa dinámica.
ALLIE SOSS, LMHC, COLECTIVO DE PSICOTERAPIA DE LA CIUDAD DE NUEVA YORK
Si luchas con el odio hacia ti mismo, puedes experimentar sus consecuencias en muchas áreas y maneras.
Relación con uno mismo
No es de sorprender que el autodesprecio tenga un impacto negativo en el concepto que uno tiene de sí mismo (la imagen que uno tiene de sí mismo) así como en la autoestima (cómo uno se siente respecto a sí mismo). Cuando el crítico interno está constantemente menospreciándote, es casi imposible verte a ti mismo de una manera positiva.
El lugar de trabajo
Dado que el trabajo suele basarse en el rendimiento (comportarse de una determinada manera, cumplir con las expectativas laborales, interactuar con los demás), no es sorprendente que el autodesprecio pueda afectar su vida laboral. Cuando se siente inútil o incapaz, es posible que tenga menos probabilidades de aceptar proyectos o le resulte difícil trabajar en colaboración con otros. Puede sentir resentimiento hacia sus compañeros de trabajo o menospreciarse a sí mismo por su falta de rendimiento.
Situaciones sociales
Puede resultar extremadamente difícil hacer y mantener amistades cuando uno está agobiado por un constante e incesante diálogo interno negativo y por el autodesprecio. Para evitar el dolor de las críticas, los juicios o el abandono, es posible que incluso se resista a conocer gente nueva. O puede parecer frío o indiferente, lo que puede impedirle acercarse a los demás.
Relaciones familiares
Dado que una gran parte del odio hacia uno mismo proviene de experiencias sociales pasadas, como el abuso y el trauma, la dinámica familiar puede resultar muy complicada para alguien que lucha contra el odio hacia sí mismo. Es posible que te encuentres en una situación que requiera que estés en contacto con alguien de tu doloroso pasado, lo que te causa angustia y una tendencia a aislarte para evitar experimentar recuerdos y emociones dolorosas.
Incluso si no estás lidiando con una historia familiar traumática, tu mentalidad perfeccionista y tus expectativas poco realistas sobre ti mismo pueden impedirte disfrutar de las interacciones familiares.
La presión por “desempeñarte perfectamente” en esos entornos puede llegar a ser demasiada e impedirte formar y disfrutar de conexiones familiares.
Relaciones románticas
Las relaciones románticas pueden resultar complicadas y confusas para alguien que se odia a sí mismo. Es posible que luche contra la idea de cercanía e intimidad.
Incluso si anhelas sentirte cerca, el miedo de que alguien vea tus imperfecciones, limitaciones o falta de valor percibidas puede ser abrumador y obstaculizar una relación significativa. El crítico interno es lo suficientemente doloroso, pero la idea de que alguien cercano a ti vea o piense esas cosas sobre ti puede resultar devastadora.
Establecimiento de metas
El odio a uno mismo nos dice que no somos capaces y que probablemente fracasaremos o nos quedaremos cortos, y este tipo de pensamiento puede hacer que las metas, los deseos y los sueños parezcan lejanos e imposibles. Puede que mires a los demás y pienses que están haciendo las cosas bien, mientras que tú sufres constantes declaraciones autocríticas. Vivir de esta manera es emocionalmente agotador y puede dar lugar a una falta total de deseo de fijar metas.
Toma de decisiones
El diálogo interno negativo y el autodesprecio pueden secuestrar o paralizar la capacidad de tomar decisiones . Cuando te ves de una manera tan negativa, es posible que te sientas menos dispuesto a asumir riesgos que te ayudarán a crecer. Es posible que rechaces las oportunidades de conectarte con los demás y te encuentres atrapado en un patrón de dudas sobre ti mismo.
Cómo detener el ciclo del autodesprecio
Vivir con odio hacia uno mismo es abrumador, agotador y aislante. Afortunadamente, hay medidas que podemos tomar para acallar a ese crítico interno, calmar la tormenta negativa y avanzar de manera positiva.
Date tiempo
Soss dice que es importante recordar que cambiar la forma en que te ves a ti mismo no es algo que sucederá de la noche a la mañana. “Darse el tiempo y el espacio para identificar áreas específicas con las que tienes dificultades o para tomar conciencia de cómo tu visión de ti mismo influye en tus relaciones contigo mismo y con los demás es el primer paso”, dice.
Domina a tu crítico interno
Si tienes problemas con el autodesprecio, tu crítico interno puede ser implacable y puedes empezar a creer en la narrativa odiosa de tu diálogo interno. Cuando esto sucede, es útil tratar de reducir la velocidad y distinguir los sentimientos de los hechos.
Inventario de sus fortalezas
Identificar sus puntos fuertes puede ayudar a calmar el odio hacia sí mismo. Si le resulta difícil encontrar algunos por su cuenta, considere pedir ayuda a otras personas. Casi siempre es más fácil reconocer los puntos fuertes de los demás que los propios.
“Permitirse identificar atributos positivos específicos de su vida es una excelente manera de concentrarse en algo positivo sobre sí mismo al menos una vez al día. Una vez que pueda adquirir el hábito de notar al menos un atributo positivo sobre sí mismo, puede comenzar el proceso de encontrar más aspectos positivos con mayor frecuencia”, explica Soss.
Desafiar los pensamientos negativos
Además de identificar tus puntos fuertes, Soss también recomienda replantearte los pensamientos como una forma de combatirlos. Cuando te des cuenta de que piensas algo negativo sobre ti, desafíalo conscientemente y reemplázalo por algo más realista o neutral.
Por ejemplo, en lugar de pensar: “¡Soy el peor en esto!”, puedes reemplazarlo con algo como: “Estoy haciendo mi mejor esfuerzo y estoy desarrollando mis habilidades cuanto más practico”.
Empiece poco a poco y recuerde que no busca la perfección, sino la constancia.
ALLIE SOSS, LMHC, COLECTIVO DE PSICOTERAPIA DE LA CIUDAD DE NUEVA YORK
Si bien este proceso lleva tiempo, los esfuerzos continuos conducirán a un progreso gradual. “Volverán a surgir pensamientos negativos, pero identificarlos y reemplazarlos puede ser una excelente manera de recordarte que está bien no ser perfecto, y esto lleva tiempo, ya que estás desaprendiendo un comportamiento negativo que te ha servido de alguna manera en el pasado”, dice Soss.
Aprende a aceptar cumplidos
Si te consideras de forma odiosa, te resultará difícil aceptar un cumplido. Puede que incluso te resulte extraño e incómodo, por lo que lo ignorarás o lo minimizarás para evitar sentirte vulnerable.
Aprender a aceptar un cumplido requiere práctica, pero es posible. La próxima vez que alguien te haga un cumplido, intenta decir “gracias” y no te detengas ahí. Resiste la tentación de continuar con una respuesta autocrítica o despectiva.
Desarrollar la autocompasión
Las personas que luchan contra el odio hacia sí mismas suelen tener poca o ninguna compasión hacia sí mismas. De hecho, la idea de tener autocompasión puede parecer imposible o confusa. Una buena manera de pensar en la autocompasión es pensar en cómo tratarías a un amigo o a un ser querido. ¿Les darías una paliza por cometer un error o les recordarías que nadie es perfecto?
Trátate a ti mismo con la misma amabilidad y compasión que le brindarías a un buen amigo.
Practica el perdón
El autodesprecio suele centrarse en el pasado: en un momento o una emoción dolorosos, como la vergüenza o la culpa, la ira o la vergüenza, o en una sensación de impotencia. En ese espacio, no hay lugar para perdonarnos ni para aceptar quiénes somos.
Haz lo posible por permanecer en el presente y centrarte en lo lejos que has llegado. Puede que esto te resulte incómodo o diferente, pero con el tiempo te ayudará a disminuir el autodesprecio y a ganar autocompasión.