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A nadie le gusta el tráfico y, si pasas mucho tiempo conduciendo, es probable que no seas ajeno a la sensación de que todos los demás conductores en la carretera son los peores y están específicamente dispuestos a arruinarte el día. Tal vez incluso hayas tenido la fantasía de obligar a otro conductor a salir de la carretera.
Nuestras carreteras suelen estar abarrotadas de gente, de hecho hay muchos malos conductores y conducir grandes trozos de metal a velocidades muy altas es inherentemente peligroso. A veces, esto conduce a la ira al volante, lo que puede ser una situación aterradora para todos los que conducen.
Índice
De un vistazo
La furia al volante se produce cuando un conductor se comporta de forma especialmente imprudente o peligrosa al volante. Esto puede incluir cosas como exceso de velocidad, seguir de cerca a otro vehículo, hacer un desvío brusco, cortarte el paso o incluso hacerte una señal con el dedo si siente que lo has perjudicado de alguna manera.
Si caes presa de tu propia ira al volante, prueba ejercicios de respiración profunda, busca distracciones positivas como un podcast y explora estrategias de control de la ira que te ayuden a lidiar con tus emociones. Y si alguien está enfurecido contigo o cerca de ti, aléjate y no te involucres.
Razones por las que sentimos ira al volante
Dentro de nuestros autos, es fácil sentirse aislado del mundo y olvidar que hay otras personas con diferentes prioridades. Eso puede hacer que seamos mucho menos educados entre nosotros mientras conducimos de lo que seríamos si nos conociéramos en persona y tuviéramos que enfrentarnos a un nivel más personal. Este fenómeno es similar a cómo las personas pueden interactuar con mucha más hostilidad en las redes sociales que en persona.
Además, cuando todos estamos frustrados con el tráfico, a veces la gente comete errores o realiza maniobras de conducción descortés, lo que puede provocar la ira de otros conductores frustrados y crear una cascada de hostilidad. Esto suele dar lugar a una ira al volante, que puede suponer una amenaza importante para la salud y la seguridad de todos los que circulan por la carretera.
Riesgos de la furia al volante
La ira al volante y la conducción agresiva pueden ser habituales, pero eso no significa que sean seguras. La ira al volante puede hacernos más propensos a sufrir accidentes, pero también existen otros riesgos.
Las personas que sufren de furia al volante pueden enfrentarse a mayores riesgos para la salud derivados de los altos niveles de estrés, tensión e ira. Estos episodios de estrés agudo pueden convertirse en estrés crónico , lo que conduce a muchas consecuencias negativas para la salud.
Además del estrés que supone para el cuerpo del “furioso”, el mayor riesgo de sufrir un accidente de tráfico debido a la furia al volante pone en riesgo a todos los conductores.
Además, algunos incidentes se han vuelto violentos como resultado de la furia cotidiana en la carretera que se ha salido de control.
Si conduce de manera cortés y defensiva, podrá reducir el nivel de frustración que podría causarles a otros conductores y contribuir así a mantener a raya la ira al volante. Pero si usted mismo sufre de ira al volante, aquí hay algunas técnicas que puede utilizar para mantener la calma en el coche:
Cómo controlar la ira al volante
Afortunadamente, hay algunas cosas que puedes hacer para controlar tu ira y reducir el riesgo de sufrir ataques de ira al volante. Si te cuesta mantener la calma durante el trayecto al trabajo, considera probar algunas de las siguientes estrategias.
Respirar
Los ejercicios de respiración pueden ayudarte a limpiar tu cuerpo de aire estancado y energía rancia, oxigenando más tu sangre y, por supuesto, liberando tensiones. Concentrarte en tu respiración lleva tu atención hacia el interior y hace que las frustraciones parezcan más lejanas, sin desviar demasiado tu atención del camino.
Escuchar
Escucha música , podcasts o audiolibros. La música puede darle un toque sutil a tus experiencias y agregarle una banda sonora emocionante a tu viaje. Los audiolibros o podcasts pueden brindar una distracción leve que puede hacer que tu viaje sea lo suficientemente agradable como para que los conductores molestos y el tráfico denso te resulten menos frustrantes.
Relajarse
Practica la relajación muscular progresiva (PMR) y la relajación muscular profunda (DMR) . Cuando estás frustrado, almacenas la tensión en tu cuerpo. Estas técnicas te ayudarán a aprender a liberar rápidamente la tensión que llevas, incluso mientras estás sentado en el coche, lo que te ayudará a sentirte más relajado física y emocionalmente.
Jugar
Utilice intervenciones cognitivo-conductuales como Counting Idiots. Básicamente, si acepta que una cierta cantidad de personas van a hacer el ridículo en la calle y decide convertir el conteo en un juego, puede reducir el estrés que siente en respuesta a sus maniobras groseras.
Plan
Administra tu tiempo sabiamente . Muchas veces, cuando nos sentimos frustrados en la carretera, es porque tenemos prisa y no podemos llegar lo suficientemente rápido debido al tráfico. Organizar tu agenda para poder salir antes y planificar el tráfico puede hacer que te sientas más relajado porque realmente no importará tanto si el viaje dura unos minutos más.
Llevar
Experimente con estas técnicas y con otras para controlar la tensión . Si practica una gestión eficaz de la ira y el estrés, debería descubrir que el tiempo que pasa conduciendo es más placentero y que sus desplazamientos son más seguros, sin importar lo que hagan los demás conductores en la carretera.