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Cada vez hay más investigaciones que demuestran la estrecha relación entre el TDAH y el trauma. Por ejemplo, la evidencia muestra que el trauma puede exacerbar los síntomas preexistentes del TDAH en los niños.
Además, los eventos traumáticos pueden hacer que los niños respondan y se comporten de una manera que imita los síntomas del TDAH. Por ejemplo, la excitación emocional constante puede parecerse a la impulsividad y la hiperactividad. Esto no quiere decir que el trauma cause TDAH, sino que ambos pueden estar inextricablemente vinculados, de ahí el creciente movimiento a favor de intervenciones de atención informadas sobre el trauma para el manejo del TDAH.
Este artículo analiza la conexión entre el TDAH y el trauma y cómo este último puede afectar el diagnóstico y el tratamiento del TDAH.
Índice
La conexión entre el TDAH y el trauma
Si bien no existe una relación causal entre el TDAH y el trauma, ambas afecciones están vinculadas y a veces incluso pueden coexistir.
Esto está respaldado por un creciente cuerpo de investigación que ha vinculado la aparición y la gravedad del TDAH a eventos estresantes, experiencias de vida y procesos de memoria. Así como la aparición de otros trastornos psiquiátricos, como la depresión y la ansiedad.
El TDAH y el trauma pueden afectar las mismas partes del cerebro
Si bien se necesita más investigación para descubrir las razones del vínculo entre el TDAH y el trauma infantil , se teoriza que se debe a que ambas afecciones afectan las mismas áreas del cerebro, específicamente la corteza prefrontal y el hipocampo, que son vitales para el funcionamiento de la memoria y el control cognitivo.
Esto no quiere decir que el trauma causará que alguien desarrolle TDAH, sino más bien, el trauma puede ser un factor que contribuya a la aparición, persistencia y gravedad de los síntomas del TDAH, así como a los grupos de síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad en quienes no lo padecen.
TDAH y TEPT
Las personas con TDAH también tienen un mayor riesgo de sufrir traumas. Por ejemplo, se ha estimado que los niños con TDAH reciben 20.000 mensajes negativos más a los 12 años que los que no lo padecen.
Las personas con TDAH tienen más probabilidades de sufrir trastorno de estrés postraumático
Además, también se estima que las personas con TDAH tienen aproximadamente seis veces más probabilidades de experimentar trastorno de estrés postraumático (TEPT) que aquellas que no lo padecen.
Las razones de esto varían; sin embargo, se cree que es resultado de que el TDAH aumenta la probabilidad de rechazo, aislamiento social y el sesgo negativo que a veces se dirige hacia un individuo.
Hay cierta evidencia que sugiere que hay factores de riesgo genéticos específicos que son comunes tanto al TDAH como al TEPT y que pueden causar esto, como los polimorfismos del gen del receptor cannabinoide y el gen transportador de dopamina.
Complicaciones del TDAH y el trauma
El trauma, los eventos traumáticos y el trastorno de estrés postraumático pueden exacerbar o contribuir a los síntomas del TDAH, por lo que es importante tener en cuenta su comorbilidad.
Por ejemplo, se ha demostrado que en los niños, el trastorno de estrés postraumático no diagnosticado conduce al desarrollo de depresión mayor, abuso y dependencia de sustancias, agresión y suicidio. El mismo estudio también encontró que también podría conducir a comorbilidades físicas, como el síndrome del intestino irritable, la fibromialgia y la fatiga crónica.
Además, un estudio reciente de 2020 sobre el trastorno por consumo de alcohol (TCA) en pacientes adultos hospitalizados encontró que la prevalencia del TEPT era mayor en aquellos con TDAH, lo que indica un posible vínculo entre el TDAH, el TEPT y el abuso de alcohol.
Es importante señalar que se ha descubierto que el trastorno por consumo de alcohol afecta negativamente la salud, la carrera profesional, las finanzas, las relaciones y la vida de una persona. Por lo tanto, su coexistencia con el TDAH y el trauma puede ser perjudicial y afectar la capacidad de una persona para mantener un plan de tratamiento constante y también provocar más complicaciones de salud.
Diagnóstico del TDAH y el trauma
En particular, en los niños, los síntomas del TEPT pueden imitar los del TDAH, y esta superposición de síntomas es algo que también puede persistir en los adultos. Esta superposición puede dificultar la diferenciación entre ambos; sin embargo, a diferencia del TDAH, los síntomas del TEPT se desencadenan por una experiencia traumática.
Por lo tanto, los profesionales médicos probablemente realizarán una evaluación integral de ambas afecciones, que implica una revisión exhaustiva de los síntomas y su aparición, para establecer una cronología histórica completa como un medio para construir un plan de tratamiento preciso.
Algunos de los síntomas a los que hay que prestar atención se enumeran a continuación:
Síntomas superpuestos
- Dificultad para concentrarse
- Distracción
- Baja autoestima
- Desorganización
- Inatención
- Dificultad para dormir, trabajar, estudiar, etc.
- Inquietud
Síntomas generales propios del TDAH
- Hiperactividad
- Impulsividad
- Olvido
Síntomas generales propios del trauma
- Disociación
- Pesadillas
- Recuerdos
- Un repentino estallido de ira
Tratamiento del TDAH y el trauma
Si bien no existe un método de tratamiento específico disponible para tratar el TDAH y el trauma, un enfoque de tratamiento multifactorial es el más beneficioso.
Esto implica tratar el TDAH y los síntomas del trauma simultáneamente y ajustar el plan de tratamiento cuando sea necesario, según las circunstancias únicas de cada persona.
Medicamento
- Los medicamentos a base de estimulantes son los tipos de medicamentos que se recetan con más frecuencia para tratar el TDAH. Funcionan aumentando la disponibilidad de ciertas sustancias químicas en el cerebro y se ha comprobado que reducen los síntomas del TDAH en el 70 % al 80 % de las personas que los toman.
- Los medicamentos no basados en estimulantes también se utilizan para tratar el TDAH y se recetan a personas que experimentan efectos secundarios graves por los estimulantes, a aquellas con ciertas afecciones cardíacas, a aquellas con antecedentes de consumo de drogas y a personas que no responden a los estimulantes en general.
Zoloft y Paxil
Para el trastorno de estrés postraumático (TEPT), los dos medicamentos aprobados por la FDA son sertralina (Zoloft) y paroxetina (Paxil). Ambos medicamentos pertenecen a la misma clase de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y generalmente se recetan para tratar la depresión y la ansiedad.
En cuanto al trastorno de estrés postraumático, son eficaces para ayudar a las personas a controlar sus síntomas. Además, los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina ( IRSN ) también han demostrado ser eficaces, aunque se necesita más investigación en esta área para encontrar más alternativas.
Psicoterapia
La psicoterapia , o terapia de conversación, se refiere a las técnicas y prácticas basadas en evidencia que se utilizan para ayudar a las personas a cambiar su comportamiento, emociones y pensamientos como un medio para ayudar a reducir cualquier problema que cause angustia. Es administrada por muchos tipos de profesionales médicos y existen muchos tipos diferentes, como la terapia conductual, la terapia humanista, la terapia psicoanalítica, la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia cognitiva.
- Tanto para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático como del TDAH, la forma recomendada de psicoterapia es la terapia cognitivo conductual. Este tipo de terapia se basa en el principio de que los pensamientos tienen una poderosa influencia en el bienestar mental y emocional. La terapia cognitivo conductual funciona ayudando a las personas a identificar patrones de pensamiento distorsionados o negativos y a cuestionarlos y cambiarlos.
- En el caso del trastorno de estrés postraumático, también se ha demostrado que la desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares (EMDR) es muy beneficiosa. La EMDR puede entenderse como un tipo de psicoterapia que utiliza información sensorial bilateral (como movimientos oculares de lado a lado) para ayudar a las personas a procesar recuerdos, emociones y pensamientos difíciles relacionados con un evento traumático.
Cómo afrontar el TDAH y el trauma
Además de la medicación y la psicoterapia, también se pueden implementar otros mecanismos de afrontamiento para ayudar con el TDAH y el trauma. Estos incluyen:
- Cambios en el estilo de vida : llevar una dieta saludable y hacer ejercicio pueden ser eficaces para aliviar los síntomas del TDAH. Además, existen diversas medicinas alternativas que tratan eficazmente el trastorno de estrés postraumático y el trauma. Entre ellas se incluyen el yoga sensible al trauma, la acupuntura, la hipnoterapia, la meditación y otras.
- Conexiones de apoyo : pasar tiempo con amigos y familiares que brindan apoyo también puede marcar una diferencia significativa.
Además, existen recursos en comunidades locales y en línea que pueden orientar a las personas hacia grupos de apoyo, clases y reuniones comunitarias. Estos recursos no solo ayudan a las personas a sentirse menos aisladas, sino que también pueden ayudarlas a descubrir nuevas opciones de tratamiento y proveedores especializados.
Una palabra de Verywell
Si bien el TDAH y el trauma están relacionados, es importante recordar que existen muchas maneras de ayudarlo a controlar sus síntomas y personalizar su plan de tratamiento. Es fundamental hablar primero con su médico sobre cualquier cambio; sin embargo, también es importante recordar que es posible vivir una vida de bienestar con cualquiera de las dos afecciones.