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El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una afección psiquiátrica que implica obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes, persistentes e intrusivos que provocan ansiedad o angustia. Las compulsiones son conductas o actos repetitivos cuyo objetivo es reducir o neutralizar la ansiedad y los miedos.
Las obsesiones como la preocupación por la contaminación y las que implican perfeccionismo son temas obsesivos comunes del TOC que pueden manifestarse como limpieza, lavado, control y orden. Sin embargo, algunos casos de TOC son malinterpretados, mal diagnosticados y no siempre tratados de manera efectiva, como aquellos que implican el miedo a perder el control.
Índice
Miedo a perder el control
Existen pruebas que respaldan la conexión entre el miedo a perder el control y las conductas que suelen ser características del trastorno obsesivo-compulsivo. Un estudio de 2017 publicado en el Journal of Obsessive-Compulsive and Related Disorders descubrió que las personas que temían perder el control tenían una probabilidad significativamente mayor de exhibir conductas de control.
Esto suele centrarse en lo que se denomina miedo a sufrir daño o responsabilidad excesiva por sufrir daño. Las personas que tienen este tipo de miedos experimentan pensamientos intrusivos, impulsos y ansiedad ante la posibilidad de herir a alguien como resultado de su descuido o negligencia.
Los pensamientos obsesivos pueden dar lugar a acciones compulsivas, a menudo centradas en la comprobación como forma de limitar el riesgo de daño.
El miedo al daño
Los temores del TOC suelen centrarse en la posibilidad de que alguien resulte dañado como resultado de algo que la persona hace o deja de hacer. Algunos ejemplos incluyen olvidar apagar el horno y quemar la casa u olvidarse de lavarse las manos y enfermar accidentalmente a sus seres queridos.
Estos temores van acompañados de una mayor y excesiva responsabilidad por prevenir tales desastres, lo que puede llevar a conductas de control como:
- Llamar a los seres queridos para asegurarse de que están bien.
- Revisar los electrodomésticos para asegurarse de que estén apagados
- Comprobar que la puerta esté cerrada para que ningún intruso entre en la casa
- Participar en conductas supersticiosas como contar, golpear o repetir palabras.
- Comprobar repetidamente que el horno esté apagado para evitar que se inicie un incendio.
- Lavar y volver a lavar los alimentos o las manos para evitar la contaminación.
Si padece TOC, es posible que tema perder el control de una manera que pueda causarle daño a usted mismo o a los demás. Como resultado, estos temores pueden generar compulsiones centradas en mantener la seguridad.
Las compulsiones para mantenerte a salvo pueden incluir:
- Evitar cuchillos u objetos afilados
- Evitar material angustiante que pueda desencadenar pensamientos intrusivos.
- Evitar estar solo
- Comprobando los peligros
- Comprobación de que se han tomado las precauciones de seguridad
Además de controlar conductas, las personas que tienen miedo de perder el control y causar daño también pueden participar en rituales físicos o mentales, como repetir ciertas palabras, frases o recuentos.
Si usted tiene TOC, puede encontrar la incertidumbre extremadamente angustiante, lo que aumenta los pensamientos obsesivos que pueda experimentar. En estos casos, las compulsiones se llevan a cabo como una forma de intentar ganar certeza.
Las compulsiones pueden incluir la búsqueda de garantías por parte de los demás, la comprobación del comportamiento (cerraduras, ventanas, horarios) y rituales mentales que implican intentar buscar aclaraciones.
Pensamientos intrusivos
Si bien las personas con TOC suelen adoptar conductas diseñadas para garantizar su seguridad, también pueden experimentar pensamientos indeseados que son intrusivos e inapropiados. Los pensamientos intrusivos pueden surgir de forma inesperada y pueden presentar un contenido extraño, angustiante, perturbador o incluso tabú. Estos pensamientos pueden centrarse en temas como el sexo, la muerte o la violencia.
Estos pensamientos intrusivos pueden hacer que tema perder el control, actuar en consecuencia y dañar a un ser querido. En estos casos, es importante trabajar con un profesional de la salud mental para distinguir entre pensamientos intrusivos e ideación potencialmente dañina.
Si padece TOC, su miedo a perder el control puede manifestarse con compulsiones que parecen negligentes o evitativas. Sin embargo, estas compulsiones se llevan a cabo para garantizar la seguridad de sus seres queridos.
Las compulsiones para mantener a otra persona a salvo de ti incluyen:
- Evitar cuchillos u objetos afilados
- Evitar canciones, películas o lecturas que impliquen asesinato, muerte o lesiones.
- Evitar tocar o cuidar a un ser querido que ha sido objeto de pensamientos no deseados.
- Evitar estar a solas con el ser amado
Puede llevar a cabo estas compulsiones como una forma de asegurarse de que no lastimará a su ser querido, incluso si pierde el control. Si bien estas conductas pueden parecer a menudo una simple evitación de objetos o situaciones específicos, tienen su raíz en el deseo de mantener a los demás a salvo.
Obtener ayuda
Es importante distinguir entre la conducta verdaderamente violenta y antisocial y los pensamientos intrusivos y no deseados del TOC. Para ello, busque ayuda profesional y no intente autodiagnosticarse estos pensamientos perturbadores.
Si tiene alguno de estos pensamientos, es importante que hable con su médico o terapeuta. Los tratamientos actuales basados en evidencia para los síntomas del TOC y el miedo a perder el control incluyen la terapia cognitivo-conductual (en concreto, un tipo llamado exposición y prevención de respuesta) y la medicación (como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina).
Si tiene TOC resistente al tratamiento , existen varias opciones de tratamiento disponibles que pueden resultar útiles. Su médico puede recomendarle diferentes medicamentos o enfoques de psicoterapia. También puede sugerirle que pruebe un procedimiento como la estimulación cerebral profunda (ECP) o la estimulación magnética transcraneal (EMT).
Una palabra de Verywell
El TOC suele estar relacionado con el control. El miedo a perder el control puede dar lugar a conductas que pueden afectar a su capacidad para funcionar con normalidad. Si presenta síntomas de TOC o miedo a perder el control, consulte a su médico o profesional de la salud mental. Ellos pueden ofrecerle un diagnóstico y recomendaciones de tratamiento que le ayudarán a volver a encaminarse.