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Retrasar la gratificación es “el acto de resistir el impulso de tomar una recompensa disponible de inmediato con la esperanza de obtener una recompensa más valiosa en el futuro. La capacidad de retrasar la gratificación es esencial para la autorregulación o el autocontrol”.
Retrasar la gratificación significa priorizar un objetivo a largo plazo por sobre uno inmediatamente alcanzable. Resistir la tentación de la gratificación instantánea puede producir beneficios significativos que superan los desafíos. La buena noticia: existen formas de desarrollar el control de los impulsos .
Índice
Retrasar la gratificación en la vida cotidiana
Supongamos que estás haciendo un gran esfuerzo para perder peso siguiendo una dieta saludable. ¿Qué haces en la fiesta de la oficina cuando te ofrecen una de esas galletas con receta secreta que hace Izzy, de contabilidad? Si te rindes y comes unas cuantas, es muy probable que comas más y luego te desanimes tanto que desistas. Lo que puede seguir es un ciclo constante de negatividad que puede impedirte mejorar tu salud por completo.
Pero habrás disfrutado de ese sabor y esa textura, aunque ya hayas probado esas galletas antes, durante unos minutos. Es un sacrificio muy grande.
Sin embargo, si logras resistir y pasas la noche comiendo palitos de zanahoria, recibirás una recompensa aún mayor en el futuro: perderás kilos de más y mejorarás tu salud.
Esta capacidad de priorizar un objetivo a largo plazo se considera fundamental para el autocontrol , y su desarrollo a lo largo de la infancia se asocia con resultados positivos en la edad adulta.
La capacidad de retrasar la gratificación no sólo es una parte importante del logro de objetivos : también puede tener un impacto importante en el éxito a largo plazo y el bienestar general.
El experimento del malvavisco de Stanford
En un experimento de psicología clásico de la década de 1970, el psicólogo Walter Mischel colocó una golosina frente a los niños y les ofreció una opción: podían disfrutar de una golosina ahora o esperar un breve tiempo para recibir dos bocadillos en su lugar. Cuando el experimentador salió de la habitación, muchos de los niños comieron la golosina inmediatamente, pero algunos pudieron resistirse y ganaron dos premios.
Mischel demostró entonces que los niños que podían retrasar la gratificación tenían varias ventajas más adelante que los niños que simplemente no podían esperar. Los niños que habían esperado la golosina tuvieron un mejor rendimiento académico años después que los niños que comieron la golosina inmediatamente. Los que retrasaron su gratificación también mostraron menos problemas de conducta y luego obtuvieron puntuaciones mucho más altas en el SAT.
¿Por qué es tan difícil esperar?
A pesar de los efectos adversos, los seres humanos parecen estar programados para la satisfacción instantánea. La psicología contemporánea ofrece algunas explicaciones diferentes:
- Según la psicología evolutiva , la incertidumbre sobre las recompensas futuras hace que retrasar la gratificación sea un desafío. En otras palabras, no sabemos cuándo llegarán estas recompensas a largo plazo, si es que llegan. Esto ayudó a nuestros antepasados prehistóricos a sobrevivir en un mundo donde los recursos eran impredecibles. Aprovechaban las oportunidades a medida que se presentaban porque podrían no estar disponibles más adelante.
- La psicología cognitiva lo atribuye a sesgos cognitivos como el descuento temporal, el descuento hiperbólico y el sesgo del presente.
- Los neurocientíficos explican que los centros de procesamiento de recompensas y control de impulsos del cerebro todavía están en desarrollo hasta los primeros años de la edad adulta, lo que hace que la gratificación instantánea sea particularmente deseable para los adolescentes y adultos jóvenes.
Otros factores pueden incluir rasgos de personalidad, salud mental, circunstancias sociales, situaciones laborales y otras características individuales.
El factor confianza está estrechamente relacionado con esto. La disposición a esperar puede depender de tu visión del mundo. ¿Esperas algo si no estás seguro de que realmente sucederá? ¿Tienes fe en tu capacidad para alcanzar tu objetivo? Cuanto menos confíes en la promesa de un resultado determinado, más probable será que lo renuncies a favor de lo que está demostrablemente disponible.
Cómo aumentar tu capacidad para retrasar la gratificación
Algunas estrategias que podrían ayudarle a mejorar su capacidad para retrasar la gratificación incluyen:
- Dar plazos concretos : puede resultar beneficioso ofrecer información sobre cuánto tiempo tendrá que esperar alguien por algo. Por ejemplo, estaciones de tren pueden publicar los tiempos de espera. Los profesores pueden decirles a los alumnos que una recompensa prometida llegará el viernes si se mantienen en la vía hoy. Un padre puede decirle a un niño: “No te comas esa galleta. Vamos a hacer un picnic al mediodía y puedes comer dos con tus amigos justo después del almuerzo”.
- Establecer plazos realistas : las personas suelen establecer plazos o puntos de referencia poco realistas. Por ejemplo, una persona con prediabetes podría prometer no consumir absolutamente ningún dulce durante un año entero, lo que se estaría preparando para el fracaso. Un objetivo más alcanzable, como resistirse a los dulces durante la semana pero disfrutar de su chocolate negro favorito el domingo, tiene más probabilidades de producir éxito.
Una palabra de Verywell
Retrasar la gratificación no es fácil, sobre todo si no estamos seguros de si alguna vez obtendremos la recompensa deseada. Sin embargo, esta capacidad de posponer los deseos inmediatos para perseguir objetivos a largo plazo puede ser una parte fundamental del éxito. Aunque no siempre podamos resistirnos a la gratificación instantánea, la ciencia afirma que vale la pena intentar algunas estrategias nuevas y trabajar en nuestra fuerza de voluntad.