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Uno de los signos reveladores del TDAH puede ser que una persona se mueva nerviosamente mientras está en clase o en una sala de espera. Si bien algunas personas suponen que la inquietud significa que la persona está distraída o no presta atención, en el caso de las personas con TDAH ocurre lo contrario. La inquietud es una señal de que la persona con TDAH está tratando de mantenerse concentrada, pero la tarea en la que se concentra no le proporciona a su cerebro la estimulación suficiente.
Índice
Causas de la inquietud
Una característica común del TDAH es la fuerte aversión a la demora . El tiempo que pasamos esperando que algo suceda sin nada que hacer puede ser insoportable. Las tareas mundanas o repetitivas que no tienen una recompensa inmediata (como aprender acordes y posiciones de los dedos antes de aprender a tocar una canción en la guitarra o ahorrar dinero para unas grandes vacaciones) pueden hacer que queramos rendirnos antes de llegar a la meta.
Las recompensas diferidas, por grandes o valiosas que sean, no parecen activar nuestra motivación de la misma manera que lo hacen las recompensas inmediatas, incluso si realmente queremos aprender a tocar la guitarra o irnos de vacaciones. Cuanto menos estimulante sea el tiempo que pasamos antes de recibir la recompensa, más difícil es para una persona con TDAH tolerarla.
Varios estudios han demostrado que los niños con TDAH tienen más probabilidades de moverse nerviosamente o buscar otras formas de estimulación (como jugar o hablar con otras personas) en entornos con poca o ninguna estimulación. En un ejemplo, los niños con TDAH se quedaban mejor sentados en una sala de espera cuando había un vídeo para ver que cuando no había ningún tipo de estimulación.
Tomemos como ejemplo el estudio. Incluso si estás aprendiendo sobre tu materia favorita o estudiando algo que te acercará a conseguir el trabajo de tus sueños, el proceso de estudio generalmente implica estar sentado en silencio, solo en una habitación durante horas. Es como si estuvieras en una de esas cámaras de privación sensorial .
Para hacer frente a esa sensación de privación, los cerebros con TDAH buscan formas de aumentar la estimulación sensorial que reciben de la tarea. Es esencialmente un mecanismo de autorregulación.
Si bien a las personas sin TDAH les puede resultar más fácil autorregularse internamente (si necesitan hacer algo aburrido, simplemente pueden obligarse a hacerlo), las personas con TDAH a menudo necesitan buscar estimulación externa, como golpear el suelo con el pie o hacer garabatos en los márgenes de un cuaderno, para mantenerse concentradas en una tarea.
Los investigadores sospechan que esto tiene que ver con el hecho de que el retraso no se siente como un retraso si el cerebro está recibiendo una estimulación óptima. Si bien todos son propensos a sentirse aburridos durante tareas no estimulantes, los cerebros con TDAH están menos equipados para resistir los impulsos y se obligan a realizar la tarea de todos modos.
No es de extrañar, entonces, que la investigación muestre que las personas con TDAH se concentran mejor cuando se les permite moverse nerviosamente durante la tarea. Más revelador aún es que esas mejoras en la capacidad de concentración son más notorias en tareas que requieren un esfuerzo cognitivo bajo o moderado; en otras palabras, en tareas aburridas.
Tácticas constructivas de estimulación y movimiento nervioso para personas con TDAH
Como la inquietud es en realidad un mecanismo para mantener la concentración, no es algo que debamos preocuparnos demasiado por dejar de hacer. Es posible que hayamos recibido críticas o castigos por ello durante nuestra infancia, ya que se malinterpreta como una distracción, pero la inquietud es en realidad una habilidad útil para afrontar la situación .
En lugar de intentar dejar de moverte, solo debes asegurarte de encontrar formas de satisfacer la necesidad de estimulación de tu cerebro sin crear más distracciones para ti o para los demás.
En general, una buena actividad antiestrés es aquella que no requiere tu concentración visual o auditiva para que puedas mantener tu cerebro concentrado en la tarea que realmente se supone que debes estar haciendo. Tampoco debería interferir con tu capacidad para realizar la tarea. Si estás escribiendo un informe, por ejemplo, cualquier movimiento que involucre tus manos te impediría escribir.
A continuación se ofrecen algunos consejos para encontrar actividades de estimulación constructivas y aprovechar otras tácticas de estimulación para mejorar su capacidad de concentrarse en tareas poco estimulantes.
Añade estimulación que no distraiga a las tareas aburridas
En esencia, la inquietud es una forma de aumentar la estimulación que recibe el cerebro en la situación actual. Puedes conseguir efectos similares modificando tu entorno para que sea más interesante y agradable, de modo que no te aburras tanto durante la tarea como de costumbre.
Esto puede resultar útil como sustituto de la inquietud en tareas en las que no se puede hacer, como el trabajo físico en el que se utilizan las manos y los pies. Pero también se puede utilizar para mejorar los beneficios de la inquietud en la concentración.
Escuchar música , por ejemplo, puede ayudar. En un estudio, los niños con TDAH resolvieron mejor los problemas de matemáticas mientras escuchaban música que cuando estaban en una habitación en silencio.
Si tiene la opción, pruebe estas tácticas para hacer que su entorno sea más estimulante, sin que resulte distractor:
- Trabaje al aire libre en un parque o en una cafetería.
- Invita a tus amigos, compañeros de trabajo o de clase a reunirse para estudiar o trabajar en sus propios proyectos.
- Reproduzca grabaciones de ruidos ambientales, como cantos de pájaros, lluvia u olas.
- Decora tu espacio de trabajo con arte y plantas para crear un entorno de trabajo visualmente más interesante (pero que no llame la atención).
Encuentra formas discretas de moverte cuando hay otras personas cerca
Por supuesto, no debería avergonzarse estar inquieto, pero moverse de forma ruidosa o disruptiva, como hacer clic con un bolígrafo o golpear una mesa con las uñas, puede distraer a los demás. No conviene mejorar la capacidad de concentración a costa de quitarle a otra persona la capacidad de concentrarse.
Con eso en mente, ten preparadas algunas actividades antiestrés más discretas para usar en reuniones o en clase. Si ya has revelado tu neurotipo a las personas en cuestión, puedes usar estrategias visibles pero que no interfieran, como hacer garabatos, masticar chicle (o juguetes y joyas masticables) o usar joyas o juguetes antiestrés que no hagan ruido.
Formas alternativas de inquietarse
- Lleva una piedra lisa o una pelota antiestrés en tu bolsillo para que puedas mover tus manos fuera de la vista.
- En reuniones o clases virtuales donde puedes apagar la cámara, caminar por la sala o hacer ejercicios estáticos.
- Mueva o flexione los dedos de los pies dentro de los zapatos en lugar de golpear o sacudir el pie.
- Toca tus dedos sobre tu pierna en lugar de sobre un escritorio
- Ponte una camisa o un blazer con textura y pásalo con los dedos. El terciopelo, la lana o cualquier tejido que te resulte más agradable al tacto funcionarán.
Convierte las tareas mundanas en actividades que te hagan sentir inquieto
En mi experiencia, algunas de las tareas más tediosas e increíblemente aburridas se convierten en algunas de las mejores actividades para estar inquieto cuando la situación es la adecuada. Fregar, doblar la ropa, quitar el polvo de los estantes o, por último, arreglar ese cajón que se tambalea son todas tareas que mantienen mis manos ocupadas pero que requieren un esfuerzo cognitivo mínimo.
Por lo general, eso hace que sean demasiado poco estimulantes para hacerlos por sí solos, pero como una actividad para “mantener la calma” mientras estoy hablando por teléfono, en una reunión o escuchando una conferencia grabada, son perfectos.
Me resulta especialmente difícil escuchar. Me doy cuenta de que pierdo la atención mucho antes que cuando leo o me concentro más en resistir la tentación de interrumpir que en lo que realmente se está diciendo. Por eso, poder combinar las tareas de escucha con las tareas del hogar ha mejorado enormemente mi capacidad para escuchar de verdad y ha aumentado las probabilidades de que realmente haga esas tareas. Es una situación en la que todos ganan.
Aprenda aficiones como “Fidget”
Al igual que las tareas domésticas, hay algunos pasatiempos que funcionan bien como actividades de inquietud y que también te hacen sentir que estás haciendo algo. Esto es útil para quienes se aburren con otras técnicas de inquietud.
Dar golpecitos con el pie o apretar una pelota antiestrés ayuda un poco, pero, según mi experiencia, con el tiempo se vuelven demasiado repetitivos y poco gratificantes. A medida que los efectos desaparecen, el movimiento ya no es suficiente para mantenerme concentrado en la tarea.
Si tienes el mismo problema, aprender un pasatiempo que puedas usar para estar inquieto te brindará una forma de obtener los beneficios de estar inquieto sin perder la sensación de recompensa.
Un buen ejemplo de ello es tejer. Es un movimiento simple y repetitivo que puedes hacer para mantener tus manos ocupadas. Es lo suficientemente silencioso como para que puedas convencer a tu jefe de que te deje hacerlo durante las reuniones. ¡Y, al final, tendrás una manta o un gorro nuevos para mostrar!
Tejer también es un pasatiempo fantástico para los niños con TDAH, ya que no tiene por qué ser redundante. Por ejemplo, puedes usar diferentes puntadas, hacer diferentes proyectos y experimentar con diferentes texturas de hilo para mantener la actividad interesante.
Pasatiempos similares incluyen:
- Cuadro
- De coser
- Tejer
- Cocinando
- Bordado
- Fabricación de joyas
- Fabricación de velas o jabón
- Jardinería
No todo esto se puede hacer en el trabajo, pero cuando estudias o trabajas desde casa, puedes encontrar formas de incorporarlo a esas tareas aburridas que requieren estar inquieto.
Haga ejercicio antes de realizar tareas aburridas
Cuando sabes que estás a punto de hacer algo en lo que no puedes moverte aunque lo necesites, hacer algo de ejercicio vigoroso con antelación puede ayudarte a mejorar la concentración y reducir la necesidad de moverte. Las investigaciones demuestran que el ejercicio aeróbico, o cualquier cosa que haga latir tu corazón, puede mejorar la concentración y reducir la hiperactividad . (Por supuesto, las diferencias en la hiperactividad y la regulación de la atención no son inherentemente “malas”, pero es posible que el ejercicio aeróbico te ayude en los días en los que quieras concentrarte en una tarea específica, por ejemplo).
El ejercicio aeróbico es una categoría amplia, por lo que tienes mucha libertad para elegir una actividad que realmente disfrutes si la idea de “hacer ejercicio” te parece horrible. Nadar, andar en bicicleta, jugar al baloncesto, bailar y hacer senderismo pueden ser formas divertidas de realizar algo de actividad física que te permitirán mantenerte concentrado durante las partes más aburridas del día.
Para quienes no quieren o no pueden hacer ejercicio, existen otras opciones que producen efectos similares a los del ejercicio aeróbico. Por ejemplo, prueba a limpiar la casa o a dar un paseo. Cualquier tipo de movimiento, sea cual sea el que te haga sentir bien, es beneficioso.