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El autismo, también conocido como trastorno del espectro autista, es un trastorno del desarrollo que se caracteriza por problemas de comunicación, sociales y de conducta. La afección dura toda la vida y los síntomas pueden variar considerablemente de una persona a otra.
Los síntomas implican dificultades o diferencias en las habilidades motoras y en las capacidades intelectuales y sociales. Las personas con autismo pueden aprender, actuar, pensar, comunicarse e interactuar de manera diferente a las personas que no padecen un trastorno del espectro autista.
Se hace referencia al autismo como un trastorno del espectro porque existe mucha variación en términos del tipo de síntomas que experimentan las personas y la gravedad de esos síntomas.
Índice
Síntomas
Si bien los síntomas suelen ser muy variables, suelen comenzar a aparecer antes de los tres años. Los padres pueden notar síntomas asociados con la forma en que los niños interactúan socialmente, su capacidad de respuesta a los estímulos y su capacidad para comunicarse.
Los síntomas del autismo incluyen comportamientos repetitivos, intereses limitados y problemas de interacción.
Si bien las personas con trastorno del espectro autista pueden no mostrar todos estos síntomas, generalmente presentan varios de los siguientes:
- Dificultad para hacer contacto visual
- Dificultad para seguir y participar en conversaciones.
- Angustia extrema cuando las rutinas se alteran incluso levemente
- Expresiones faciales que no coinciden con la comunicación verbal.
- Interés intenso en ciertos temas
- Falta de disfrute en las actividades
- Problemas para expresar sentimientos o necesidades con palabras.
- No participar en juegos de simulación
- Respuesta lenta o ausente a las personas que intentan captar su atención.
- Sensibilidad a los estímulos sensoriales, incluidos el gusto, la luz y el olfato.
- Conductas de estimulación (es decir, acciones autoestimulantes y repetitivas como balancearse, caminar de puntillas o agitar las manos)
- Dificultad para ver las cosas desde el punto de vista de otra persona.
Es importante recordar que, dado que el autismo es un trastorno del espectro, las personas pueden presentar síntomas que se describen como leves , moderados o graves . Algunas personas pueden tener varios o muchos síntomas, pero solo los experimentan en un grado leve.
En otros casos, las personas pueden tener solo unos pocos síntomas en áreas clave, pero experimentar discapacidades graves como resultado de esos síntomas.
Las personas que tienen síntomas de autismo más leves a menudo pueden desenvolverse en su vida diaria, pero pueden ser más propensas a tener otros problemas de salud mental, como estrés excesivo, conductas obsesivas, problemas sensoriales, ansiedad y depresión .
El autismo generalmente se diagnostica en la infancia y puede presentarse en personas de todos los niveles económicos, razas y etnias.
Señales a las que prestar atención
Cada niño es diferente, pero algunas señales que pueden indicar que es necesaria una evaluación profesional incluyen:
- Falta de sonrisas o expresiones felices a los seis meses.
- No balbucea al cumplir un año
- Falta de respuesta cuando se llama al niño por su nombre
- No alcanzar objetos a la edad de un año
- Falta de lenguaje de palabras individuales a los 16 meses
- No hay frases de dos palabras a los 2 años
- Pérdida de cualquier habilidad del habla o social.
Diagnóstico
Los signos del autismo suelen ser detectados primero por los padres, pero también pueden ser detectados por otros cuidadores, maestros y médicos.
La detección y evaluación tempranas son importantes. Si le preocupa el comportamiento de su hijo, es importante que hable con el médico. Cuanto antes se haga el diagnóstico, antes se podrán iniciar las intervenciones.
No existe una prueba específica que pueda determinar si alguien tiene autismo. Los médicos pueden diagnosticarlo observando el comportamiento y haciendo preguntas sobre el desarrollo.
Evaluaciones
Durante los controles regulares del desarrollo durante la infancia, los médicos controlan una serie de hitos del desarrollo y detectan distintos tipos de retrasos en el desarrollo. Cuando los niños no alcanzan determinados hitos, pueden recibir evaluaciones adicionales.
Durante una evaluación adicional, un grupo de especialistas que puede incluir un pediatra del desarrollo, un psiquiatra infantil y un patólogo del habla y el lenguaje, evaluará una serie de cosas, entre ellas comportamientos apropiados para la edad, habilidades cognitivas y capacidades lingüísticas.
Algunos tipos de pruebas que se pueden utilizar en el diagnóstico del autismo incluyen:
- Cuestionarios sobre síntomas de autismo
- Seguimiento del desarrollo
- Pruebas de audición
- Pruebas de CI
El autismo se puede diagnosticar de forma fiable en niños de tan solo dos años de edad. Los síntomas comienzan a aparecer durante los primeros tres años de vida de un niño.
Diagnóstico en la edad adulta
Si bien el autismo suele diagnosticarse en la primera infancia, también puede diagnosticarse durante la adolescencia y la edad adulta . El diagnóstico más adelante en la vida a veces puede ser más difícil, ya que algunos síntomas del autismo pueden confundirse con otros trastornos de salud mental, como la ansiedad, el TOC y el TDAH .
Si bien los investigadores aún están estudiando qué tipos de tratamientos funcionan mejor para los adultos con autismo, obtener un diagnóstico puede ser útil para comprender las dificultades actuales y pasadas. También puede ayudarlo a aprender a reconocer sus fortalezas y obtener ayuda en áreas en las que puede tener dificultades.
El diagnóstico temprano suele ser ideal, pero nunca es demasiado tarde para que se evalúe, diagnostique y trate el autismo. Si presenta síntomas que pueden estar relacionados con el autismo, hable con su médico para obtener más información.
Predominio
Según las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada 54 niños de ocho años tiene trastorno del espectro autista. También informaron que la condición estaba presente en todos los grupos étnicos, raciales y socioeconómicos.
Sin embargo, descubrieron que el autismo es cuatro veces más común en los niños que en las niñas .
Las estadísticas de prevalencia también indican que el autismo es más común ahora que en el pasado. También parece estar aumentando, creciendo entre un 10 y un 17 % en los últimos años.
Causas
Aunque no se conocen las causas exactas, las investigaciones sugieren que es probable que exista un aspecto genético en la afección.
Las investigaciones que apuntan a una conexión genética incluyen estudios que muestran que los niños que tienen un hermano con autismo tienen un mayor riesgo de tener autismo.
Sin embargo, las investigaciones también han descubierto que solo alrededor del 20 % puede atribuirse directamente a causas genéticas. Se necesitan más investigaciones para comprender mejor cómo las mutaciones o variaciones genéticas específicas pueden contribuir al desarrollo del trastorno del espectro autista.
Si bien se cree que los genes son un factor clave, los estudios también han demostrado que el nacimiento prematuro y la edad paterna avanzada también están relacionados con la aparición del autismo.
Se ha relacionado el uso de ciertos medicamentos durante el embarazo con un mayor riesgo de padecer trastorno del espectro autista.
Las investigaciones han demostrado que las vacunas no causan autismo.
Tipos
Cuando a una persona se le diagnostica autismo, también se le identifica su nivel funcional. Existen tres niveles diferentes de trastorno del espectro autista:
- Nivel 1: Alto funcionamiento
- Nivel 2: Moderadamente severo
- Nivel 3: Grave
Estos niveles se utilizan para describir con qué gravedad se ven afectados los comportamientos y las habilidades sociales.
Nivel 1
El nivel 1 se considera una forma leve de autismo. Las personas que padecen este tipo pueden tener problemas con las relaciones sociales y conductas restrictivas. Por lo general, solo necesitan un apoyo mínimo para desenvolverse en su vida diaria normal.
Nivel 2
Las personas con trastorno del espectro autista de nivel 2 necesitan más apoyo. Sus dificultades sociales son evidentes, pueden tener problemas de comunicación y pueden necesitar ayuda para manejar conductas problemáticas.
Nivel 3
Las personas con autismo de nivel 3 presentan síntomas que interfieren con su capacidad de vivir y funcionar de manera independiente. Las personas con este nivel de autismo a menudo no se comunican verbalmente, tienen dificultades para adaptarse a los cambios, tienen conductas repetitivas o restrictivas y pueden ser sensibles a los estímulos sensoriales.
Tipos anteriores
La publicación en 2013 del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) supuso cambios importantes en la clasificación y el diagnóstico del autismo. Hasta la publicación del DSM-5, los expertos hacían referencia a distintos tipos de autismo, entre los que se incluían:
- El síndrome de Asperger fue descrito como una forma más leve de autismo caracterizada por un funcionamiento intelectual normal pero con dificultades en la interacción social.
- El trastorno generalizado del desarrollo, no especificado de otra manera (PDD-NOS) era una forma moderada de autismo que era más pronunciada que el síndrome de Asperger.
- El trastorno autista era una forma más grave de autismo, caracterizada por déficits más serios que el síndrome de Asperger y el PDD-NOS.
En la actualidad, estas afecciones se conocen simplemente como trastorno del espectro autista. Si bien los tipos anteriores ya no son diagnósticos oficiales, algunas personas aún los encuentran útiles como una forma de describir cómo se experimentan los síntomas y su gravedad. Por ejemplo, las personas a menudo encuentran que el síndrome de Asperger es útil como una identidad propia o para conectarse con pares con experiencias similares.
Tratamiento
Si bien el autismo es una enfermedad que dura toda la vida, existen tratamientos que pueden ayudar con muchos síntomas y mejorar la capacidad de las personas para funcionar en diferentes áreas de la vida.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, el tratamiento debe comenzar lo más pronto posible después del diagnóstico.
No existe un único tratamiento que sea el mejor. Las personas con autismo presentan una amplia gama de síntomas, lo que significa que las necesidades de cada persona son diferentes. Algunas de las opciones de tratamiento que se pueden utilizar incluyen medicamentos y terapia.
Medicamentos
Si bien no existe ningún medicamento aprobado para el tratamiento del autismo, un médico puede recetar ciertos medicamentos para aliviar ciertos síntomas.
Los medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) , los antipsicóticos, los estimulantes , los ansiolíticos y los anticonvulsivos pueden ayudar con síntomas como:
- Agresión
- Ansiedad
- Problemas de atención
- Depresión
- Hiperactividad
- Discurso inapropiado
- Irritabilidad
- Retirada social
Terapia conductual y del desarrollo
El tratamiento para el autismo a menudo se centra en intervenciones conductuales, psicológicas o de entrenamiento de habilidades.
Un enfoque comúnmente utilizado es el análisis conductual aplicado (ABA), una forma de terapia que utiliza refuerzos para enseñar y reforzar conductas y habilidades deseables.
Otras terapias comunes utilizadas en el tratamiento del autismo incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC)
- Terapia de relaciones basada en diferencias individuales y de desarrollo (también conocida como “floortime”)
- Intervención conductual intensiva temprana
- Terapia de respuesta fundamental
- Intervención en el desarrollo de relaciones
- Terapia verbal conductual
Estos tratamientos están diseñados para ayudar a las personas con trastorno del espectro autista a:
- Fomentar las capacidades cognitivas
- Mejorar las fortalezas existentes
- Aumentar las habilidades lingüísticas y de comunicación.
- Mejorar las habilidades sociales
- Aprenda habilidades de adaptación que le permitan vivir de forma independiente.
Otras terapias que pueden utilizarse incluyen tecnología de asistencia, terapia del habla, terapia ocupacional y entrenamiento de habilidades sociales. El tratamiento también suele incorporar aspectos de la capacitación de los cuidadores, en la que los padres y otros cuidadores aprenden habilidades que los ayudarán a reforzar lo que se está trabajando en el tratamiento.
Albardilla
Además de buscar tratamiento profesional, también hay una serie de estrategias de autoayuda que puede utilizar para afrontar algunos de los síntomas del autismo. Algunas cosas que pueden resultar útiles:
Sea tolerante
En lugar de centrarse en las diferencias, intente ver estas características únicas como parte de la identidad de cada persona. Practique la aceptación y el amor incondicional en lugar de centrarse en tratar de “arreglar” las cosas que hacen que alguien sea diferente de los demás.
Crea un ambiente relajante y confortable
Preste atención a las cosas que puedan ser una fuente de estrés, incluidos los estímulos sensoriales como ruidos fuertes o luces brillantes.
Seguir un horario
Las personas con autismo se sienten mejor con rutinas y estructura. Mantenga una coherencia diaria, incluidas las comidas, la escuela, las citas, la terapia y la hora de acostarse. Cuando vayan a producirse cambios o interrupciones, asegúrese de avisar a la persona con suficiente tiempo y tiempo para prepararse.
Únase a un grupo de apoyo
Busque grupos de apoyo locales en su área o únase a un grupo en línea. Puede compartir experiencias, obtener apoyo, aprender sobre tratamientos y descubrir recursos y programas relacionados con el trastorno del espectro autista.
Aprenda a identificar los factores desencadenantes
Si hay ciertas cosas que tienden a desencadenar comportamientos disruptivos o desafiantes, puedes encontrar formas de prevenir o modificar esas situaciones difíciles.
Preste atención a la comunicación no verbal
Debido a que las personas con autismo suelen tener dificultades para comunicarse y comportarse socialmente, es posible que no puedan decirte qué les pasa. Observa aspectos como las expresiones faciales, el lenguaje corporal y otras señales no verbales.
Utilice el refuerzo positivo
El objetivo es ofrecer una recompensa cuando “los pilles portándose bien”. Cuando notes que están usando una nueva habilidad o están haciendo algo bien, elógialos por ello. El estímulo verbal puede ser de gran ayuda, pero también puedes utilizar otras recompensas deseadas, como pegatinas o actividades preferidas, como una forma de reforzar los comportamientos adecuados.
Una palabra de Verywell
El autismo es una enfermedad compleja que puede causar distintos grados de discapacidad y afectar la vida de una persona en muchas áreas diferentes. La intervención temprana es importante y existen muchos tipos de tratamiento y recursos disponibles para ayudar. Encontrar el tratamiento adecuado para usted o su ser querido puede ayudarlos a funcionar de manera más independiente y vivir una vida plena.