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Las convulsiones psicógenas no epilépticas (CPNE) son una afección en la que una persona experimenta síntomas físicos asociados con convulsiones epilépticas, pero la causa de estos síntomas no tiene una base fisiológica.
En cambio, son causadas por factores psicológicos como el estrés , los traumas o los problemas de salud mental. Los síntomas comunes de las CNEP incluyen convulsiones y otros trastornos del movimiento, cambios en la conciencia o en la percepción, sensaciones corporales extrañas y arrebatos emocionales.
La PNES a menudo se diagnostica erróneamente como epilepsia debido a su similitud en las características físicas. Sin embargo, es importante señalar que la PNES no implica una actividad eléctrica anormal en el cerebro como una convulsión epiléptica; en cambio, su causa radica en problemas psicológicos.
Es importante que las personas que experimentan PNES reciban un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, que puede incluir psicoterapia, medicación, cambios en el estilo de vida o una combinación de estos tratamientos.
Otros nombres para las CPNE incluyen convulsiones psicógenas, pseudoconvulsiones, convulsiones funcionales y eventos no epilépticos. Aunque las CPNE pueden causar síntomas físicos similares a los de las convulsiones epilépticas, no son una forma de epilepsia ni el resultado de un daño neurológico . Las afecciones asociadas con las CPNE pueden incluir ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático o trastornos disociativos .
Índice
Síntomas de las convulsiones psicógenas no epilépticas (CPNE)
A continuación se muestra una lista de algunos síntomas comunes asociados con PNES:
- Convulsiones o temblores corporales
- Cambios en la conciencia, como confusión y falta de conciencia.
- Sensaciones inusuales en todo el cuerpo, como entumecimiento, hormigueo o ardor.
- Estallidos emocionales que incluyen llanto, risa o gritos.
- Pérdida de control sobre los movimientos físicos.
- Dificultad para hablar o comprender el habla.
- Pérdida del control de la vejiga o dificultad para controlar los movimientos intestinales.
- Pérdida de memoria durante un episodio convulsivo
- Dolor de cabeza después de que el evento haya terminado
Si experimenta alguno de estos síntomas regularmente, es importante buscar atención médica de su médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Diagnóstico de las convulsiones psicógenas no epilépticas (CNEP)
Debido a la similitud de las características físicas de las CPNE y las convulsiones epilépticas, puede ser difícil diagnosticarlas. Para diagnosticar con precisión las CPNE, los médicos deben descartar otras posibles causas de los síntomas. Esto puede incluir la realización de un examen físico, la toma de antecedentes médicos o la solicitud de un EEG o una tomografía cerebral para observar la actividad eléctrica en el cerebro.
Es importante que las personas que viven con PNES reciban un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado para controlar su afección de manera eficaz.
Causas de las convulsiones psicógenas no epilépticas (CPNE)
La causa de las PNES aún no se comprende del todo, pero investigaciones recientes sugieren que puede atribuirse a factores estresantes psicológicos y emocionales como el trauma, la depresión o la ansiedad.
A continuación se muestra una lista de algunas posibles causas subyacentes:
- Trauma o antecedentes de abuso
- Ansiedad o depresión
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
- Trastornos disociativos (trastornos que afectan su sentido de sí mismo y lo desconectan de la realidad)
Tratamiento de las convulsiones psicógenas no epilépticas (CPNE)
El tratamiento de las CPNE suele implicar una combinación de terapia, medicación y cambios en el estilo de vida. Según la gravedad de su afección, su médico puede recomendar uno o más de los siguientes tratamientos:
- Psicoterapia: este tipo de terapia tiene como objetivo abordar los problemas psicológicos subyacentes que pueden contribuir a las convulsiones. También puede proporcionar un entorno de apoyo para ayudar a las personas a afrontar los desafíos asociados con la vida con CPNE.
- Medicamentos contra la ansiedad: estos medicamentos pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, lo que potencialmente puede desencadenar más convulsiones.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): esta terapia ayuda a las personas a aprender estrategias de afrontamiento para controlar sus emociones y comportamientos, lo que puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de las convulsiones.
Cómo afrontar las convulsiones psicógenas no epilépticas (CPNE)
Vivir con PNES puede ser una experiencia desafiante y es importante desarrollar estrategias para controlar los síntomas y reducir la frecuencia de las convulsiones.
A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a afrontar su enfermedad:
- Asegúrese de descansar lo suficiente cada noche para que su cuerpo tenga tiempo de recuperarse de la convulsión.
- Haga ejercicio regularmente, ya que esto puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar general.
- Coma comidas y refrigerios saludables durante el día, evitando alimentos procesados y bebidas azucaradas que podrían desencadenar más convulsiones.
- Conéctese con grupos de apoyo o personas que tengan experiencias similares para que no se sienta solo.
- Practique técnicas de relajación como la respiración profunda o el yoga para ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.
- Hable con su médico sobre posibles medicamentos o tratamientos que podrían ayudar a reducir la frecuencia de sus convulsiones.
Al tomar medidas para controlar su afección, puede mejorar su calidad de vida y trabajar para vivir una vida más saludable y plena.