Cerrar este reproductor de vídeo
Las personas que tienen anorexia nerviosa o bulimia nerviosa están preocupadas por la forma, el tamaño y/o el peso de su cuerpo, por supuesto, pero hay otro problema de imagen corporal con el que muchas personas también luchan: el trastorno dismórfico corporal .
El trastorno dismórfico corporal, que afecta hasta el 2,4% de la población general, hace que las personas se preocupen demasiado por la apariencia externa y los defectos percibidos. Puede observarse en personas con trastornos alimentarios , pero es un problema claramente diferente.
Índice
Síntomas del trastorno dismórfico corporal
Las personas que padecen trastorno dismórfico corporal se preocupan u obsesionan con uno o más defectos percibidos en su apariencia. Esta preocupación u obsesión generalmente se centra en una o más áreas o rasgos corporales, como la piel, el cabello o la nariz. Sin embargo, cualquier área o parte del cuerpo puede ser motivo de preocupación.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5), describe los criterios para el diagnóstico del trastorno dismórfico corporal. El TDC no está clasificado como un trastorno alimentario en el DSM-5. En cambio, se incluye en la categoría de “trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados”. El DSM-5 enumera los siguientes criterios de diagnóstico:
- Preocupación por uno o más defectos percibidos en la apariencia que no son perceptibles para los demás y que no están verdaderamente desfigurados.
- En algún momento, la persona que sufre ha realizado acciones o pensamientos repetitivos en respuesta a las preocupaciones. Esto puede ser algo como comparar continuamente su apariencia con la de los demás, mirarse en el espejo o pellizcarse la piel.
- Esta obsesión causa angustia y problemas en la vida social, laboral o de otras áreas de la vida de una persona.
- Esta obsesión no se explica mejor como un síntoma de un trastorno alimentario (aunque a algunas personas se les puede diagnosticar ambos).
La dismorfia muscular o la preocupación por la idea de que los músculos son demasiado pequeños se considera un subtipo de trastorno dismórfico corporal.
La relación con los trastornos alimentarios
El TDC comparte algunas características comunes con los trastornos alimentarios, pero también existen diferencias importantes entre ellos. Algunas similitudes incluyen:
- Las personas con trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, y aquellas con trastorno dismórfico corporal pueden estar demasiado preocupadas por su tamaño, forma, peso o apariencia externa.
- Las personas con trastorno dismórfico corporal pueden incluso fijarse en áreas de su cuerpo que son similares a las fijaciones observadas en la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, como la cintura, las caderas y/o los muslos.
- También pueden experimentar síntomas similares, como control corporal (como pesarse o mirarse en el espejo con frecuencia) y ejercicio excesivo.
Los investigadores han estimado que hasta un 12% de las personas con trastorno dismórfico corporal también padecen anorexia nerviosa o bulimia nerviosa.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas con trastorno dismórfico corporal tienen un trastorno alimentario. Hay personas con trastorno dismórfico corporal que se centran únicamente en partes específicas del cuerpo (como la forma de la nariz). Eso es diferente a centrarse en el peso.
Una evaluación exhaustiva realizada por un profesional de la salud mental, como un terapeuta o un psiquiatra, es útil para determinar si alguien tiene un trastorno alimentario, un trastorno dismórfico corporal o ambos.
Opciones de tratamiento
La buena noticia es que el trastorno dismórfico corporal puede tratarse con éxito. La opción de tratamiento más eficaz implica una combinación de un tipo de psicoterapia conocida como terapia cognitivo-conductual junto con medicamentos, incluidos los antidepresivos.
Siempre que existan diagnósticos múltiples (como sucede en cualquier persona que tenga un trastorno dismórfico corporal y un trastorno alimentario), el tratamiento puede complicarse. La terapia cognitiva conductual también se utiliza en el tratamiento de los trastornos alimentarios.
Si tiene ambas afecciones, deberá asegurarse de que su terapeuta esté familiarizado con ambas y pueda crear un plan de tratamiento personalizado para usted.
También puede interesarle seguir un tratamiento con medicación a través de su psiquiatra. Es importante recordar que es posible que deba probar distintos medicamentos o dosis antes de encontrar el adecuado para usted. Siga siempre las recomendaciones de su médico con respecto a la medicación y no dude en preguntar cualquier duda que tenga al respecto.
Es importante señalar que muchas personas con trastorno dismórfico corporal recurren a opciones de tratamiento quirúrgico, como cirugía plástica o implantes capilares, para “arreglar” sus defectos percibidos. No hay pruebas de que esto sea útil para el tratamiento de la afección y, de hecho, puede empeorarla.