Comprender el trastorno obsesivo compulsivo y los trastornos alimentarios

Plato vacío con cuchillo y tenedor encima

Imágenes de BSIP/Getty


Los trastornos alimentarios, que incluyen la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón, son enfermedades físicas y mentales complejas que se caracterizan por dañar las relaciones con la alimentación, la comida, el ejercicio y la imagen corporal. No es raro que también tengas otro problema de salud mental, incluido el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

El TOC es un trastorno que provoca obsesiones (pensamientos recurrentes) y compulsiones (conductas repetitivas). Los estudios muestran que aproximadamente dos tercios de las personas con trastornos alimentarios también padecen un trastorno de ansiedad concomitante. De estos, uno de los más comunes es el trastorno obsesivo-compulsivo o TOC.

Las investigaciones indican que las personas diagnosticadas con trastornos alimentarios como anorexia nerviosa o bulimia nerviosa tienen entre un 11% y un 69% más de probabilidades de desarrollar TOC.

En este artículo se analiza la relación entre el trastorno obsesivo-compulsivo y los trastornos alimentarios. También se analiza cómo la presencia de uno de ellos puede afectar el diagnóstico y el tratamiento del otro.

La conexión entre el TOC y los trastornos alimentarios

Se cree que los trastornos alimentarios y los trastornos de ansiedad comparten rasgos que contribuyen a su desarrollo y explican la alta tasa de comorbilidad.

Tanto los trastornos alimentarios como el TOC se caracterizan por pensamientos intrusivos y acciones compulsivas. Pero para aquellas personas que solo tienen un trastorno alimentario, estas obsesiones y compulsiones suelen limitarse a pensamientos y acciones relacionados con la comida o el peso.

Por ejemplo, pueden realizar ejercicio en exceso o contar calorías de forma repetitiva. Cuando las personas con un trastorno alimentario también tienen obsesiones y compulsiones sobre otras áreas de su vida, también pueden estar experimentando síntomas de TOC.

Un estudio de 2020 descubrió que algunas mujeres con TOC tienen un riesgo elevado de tener un trastorno alimentario o desarrollar uno en el futuro.

Las personas con trastornos alimentarios pueden presentar síntomas muy similares a los del TOC. Por ejemplo, las personas con trastornos alimentarios pueden experimentar pensamientos repetitivos sobre la comida, el peso corporal y la imagen corporal. También pueden realizar conductas ritualísticas, como controlarse el cuerpo y pesarse con frecuencia.

Diferencias clave

La diferencia es que las personas que padecen un trastorno alimentario no consideran estos pensamientos y conductas como problemáticos, mientras que las personas con TOC suelen considerarlos molestos o angustiantes. En el caso de un trastorno alimentario, los pensamientos y conductas contribuyen a mantener la condición y se alinean con el trastorno.

Complicaciones del TOC y los trastornos alimentarios

El hecho de padecer ambas afecciones puede contribuir a una mayor gravedad de los síntomas, resultados más graves y mayores desafíos en el tratamiento. Las investigaciones han descubierto que las obsesiones estaban fuertemente relacionadas con los síntomas de los trastornos alimentarios en personas con TOC y anorexia nerviosa coexistentes.  

Los trastornos alimentarios conllevan un alto riesgo de deterioro y un mayor riesgo de muerte. Dado que el TOC y los trastornos alimentarios suelen presentarse simultáneamente, es posible que padecer ambos trastornos contribuya a que los síntomas sean más graves y los resultados sean peores.

Debido a la superposición de síntomas, es posible que una persona con un trastorno alimentario también tenga un trastorno obsesivo-compulsivo no diagnosticado. Si la afección no se trata, puede complicar y debilitar las intervenciones, ya que las obsesiones y compulsiones no tratadas sustentan el trastorno alimentario.

Los trastornos alimentarios tienen complicaciones médicas graves, que incluyen problemas cardiovasculares, gastrointestinales, endocrinos y neurológicos. El tratamiento adecuado de los trastornos alimentarios y las afecciones coexistentes es importante para minimizar estos posibles riesgos para la salud.

Diagnóstico del TOC y los trastornos alimentarios

Al diagnosticar la coexistencia de TOC y trastornos alimentarios, los médicos y los profesionales de la salud mental deben examinar los síntomas y las motivaciones que los provocan. Dado que los trastornos alimentarios pueden provocar cambios significativos y visibles en el peso corporal y complicaciones médicas, a veces se atribuyen los síntomas al trastorno alimentario sin reconocer el impacto del TOC.  

Para hacer un diagnóstico, un médico realizará un examen físico y una evaluación psicológica. También puede solicitar pruebas médicas adicionales para evaluar la salud y detectar complicaciones.

Tratamiento del TOC y los trastornos alimentarios

Siempre que una persona presente síntomas de más de una afección, el tratamiento puede complicarse. Afortunadamente, existen tratamientos eficaces tanto para los trastornos alimentarios como para el TOC. El trastorno obsesivo-compulsivo suele tratarse con medicación y psicoterapia.

Los tratamientos de los trastornos alimentarios son complejos y se centran en la estabilización médica, la terapia nutricional, las intervenciones cognitivo-conductuales y otras psicoterapias. 

Medicamentos

Los antidepresivos y los antipsicóticos pueden ser útiles en el tratamiento del TOC. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado cuatro inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina para tratar el TOC:

Si estos medicamentos no producen una respuesta adecuada, los ISRS también pueden complementarse con antipsicóticos como Abilify (aripiprazol), Risperdal (risperidona) y Seroquel (quetiapina).

A veces se recetan medicamentos para tratar los síntomas de ansiedad o depresión coexistentes en los trastornos alimentarios. Los antidepresivos ISRS pueden ayudar a tratar los síntomas de la bulimia y el trastorno por atracón. Vyvanse (lisdexanfetamina) está aprobado por la FDA para tratar el trastorno por atracón.

Psicoterapia

La psicoterapia es una parte importante del tratamiento tanto del TOC como de los trastornos alimentarios. Dos de las terapias más utilizadas son la terapia cognitivo-conductual y la terapia de exposición y prevención de respuesta.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento eficaz para el TOC y los trastornos alimentarios. En la TCC, se enseña a los clientes cómo modificar patrones de conducta y reconocer y desafiar los pensamientos disfuncionales.

Prevención de la exposición y respuesta

La exposición y prevención de respuesta (ERP) es otro tipo de psicoterapia eficaz para tratar el TOC. Como su nombre lo indica, un terapeuta que utiliza ERP expondrá al cliente a situaciones que le provoquen ansiedad u obsesión y luego trabajará con él para evitar que adopte una conducta compulsiva.

Por ejemplo, si la persona tiene dificultades para lavarse las manos con frecuencia, un terapeuta de ERP puede trabajar con el cliente para que se lave las manos con menos frecuencia o durante un período más corto.

Esto es similar a lo que muchas personas experimentan durante el tratamiento y la recuperación de sus trastornos alimentarios. Por ejemplo, una persona con anorexia o bulimia experimenta mucha ansiedad cuando come.

Aunque pueden tener deseos de hacer ejercicio, purgarse o restringirse después de una comida, el equipo de tratamiento trabaja con ellos para prevenir estas situaciones. En un nivel de atención más alto, como la hospitalización o el tratamiento residencial, es posible que se les impida físicamente actuar según esos deseos.

Un protocolo combinado para un trastorno alimentario comórbido y un TOC debe incluir exposición y prevención de respuesta.

Afortunadamente, muchos terapeutas que trabajan con trastornos alimentarios están familiarizados con el tratamiento de otras afecciones que suelen presentarse junto con ellos. Pero si su terapeuta no puede tratar su TOC, a veces las personas consultarán con dos terapeutas diferentes, cada uno de los cuales se centrará en los síntomas específicos en los que se especializan.

Cómo afrontar el TOC y los trastornos alimentarios

Además de buscar el tratamiento adecuado, existen algunas estrategias que pueden ayudarle a afrontar la coexistencia del TOC y un trastorno alimentario. Entre las medidas que puede adoptar se incluyen las siguientes:

  • Cuida tu salud física y mental: es fundamental cuidar tu salud física y mental. Asegúrate de dormir lo suficiente y de realizar actividades que te brinden alegría.
  • Utilice estrategias de relajación : vivir con un problema de salud mental es más difícil cuando se está ansioso y estresado. Estrategias como la respiración profunda , la visualización y la relajación muscular progresiva pueden ayudar a relajar la mente y el cuerpo.
  • Pruebe la atención plena : la atención plena es una práctica que puede mejorar la autoconciencia, conectarlo con el presente y ayudarlo a lidiar mejor con el estrés. Implica concentrarse en el momento presente en lugar de preocuparse por el pasado o el futuro.
  • Lleve un diario : llevar un diario puede ayudarle a darle sentido a sus experiencias, notar patrones e identificar factores desencadenantes .

Grupos de apoyo

Los grupos de apoyo también pueden ser una fuente esencial de apoyo durante la recuperación de un trastorno alimentario y el tratamiento de una afección coexistente, como el TOC. Las investigaciones han demostrado que los grupos de apoyo pueden ayudar a mejorar el apoyo social, las habilidades de afrontamiento y los síntomas psiquiátricos.

Resumen 

Los trastornos alimentarios y el TOC comparten síntomas similares, como obsesiones y compulsiones. Estos trastornos también pueden presentarse al mismo tiempo, lo que complica el proceso de diagnóstico y tratamiento. Existen tratamientos eficaces, pero es esencial obtener un diagnóstico preciso para tratar cada trastorno de manera adecuada.

Una palabra de Verywell

Los trastornos alimentarios son trastornos mentales graves que pueden tener consecuencias graves para la salud. Cuando estos trastornos se presentan junto con el trastorno obsesivo-compulsivo, pueden ser más difíciles de diagnosticar y tratar. Si presenta síntomas de cualquiera de las dos afecciones, es fundamental que hable con su médico. Él podrá evaluar sus síntomas y recomendarle tratamientos para ayudarlo a recuperarse de su trastorno alimentario y controlar los síntomas del TOC de manera eficaz.

12 fuentes
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Lectura adicional

Por Susan Cowden, MS


Susan Cowden es una terapeuta matrimonial y familiar con licencia y miembro de la Academia de Trastornos Alimentarios.

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