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¿Qué es la supresión del pensamiento?
La supresión del pensamiento se produce cuando tratamos de ignorar o controlar los pensamientos intrusivos que nos resultan amenazantes o angustiantes. La supresión del pensamiento puede ser común en personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) . Esto se debe a que las obsesiones, en las que se experimentan pensamientos aparentemente incontrolables y extremadamente angustiantes, son un síntoma central de la afección.
Aunque una reacción natural para muchas personas con TOC es tratar de alejar estos pensamientos intrusivos , eso puede empeorar las obsesiones. La supresión de pensamientos puede provocar un efecto de “rebote”, en el que el esfuerzo por alejar un pensamiento en realidad hace que regrese. Por supuesto, esto conduce a una mayor supresión de pensamientos, lo que lleva a experimentar más pensamientos angustiantes. Puede convertirse en un círculo vicioso.
Obsesiones
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales recurrentes que resultan intrusivos, indeseados y angustiantes. Las personas con TOC suelen intentar ignorar o suprimir las obsesiones, o pueden tomar medidas para neutralizarlas.
Compulsiones
Las compulsiones son conductas o actividades mentales repetitivas que una persona con TOC siente que debe realizar. Las compulsiones suelen acompañar a una obsesión o pueden ocurrir de acuerdo con un conjunto de reglas autoimpuestas. Una persona con TOC recurre a una compulsión como una forma de aliviar la angustia o evitar que ocurra algo negativo.
Impacto de la supresión del pensamiento
Intentar suprimir un pensamiento intrusivo e indeseado puede provocar que vuelva a aparecer. Esto sucede porque, si bien un pensamiento inicial puede surgir de manera automática y sin ningún esfuerzo mental, intentar suprimirlo es un proceso controlado y consciente que requiere recursos mentales.
Puedes agotar tus recursos mentales si intentas suprimir un pensamiento repetidamente o durante mucho tiempo, lo que significa que eventualmente no tendrás éxito. También puedes tener problemas para suprimir pensamientos si tus recursos mentales ya están agotados, como cuando te sientes estresado , cansado o distraído por otra cosa.
Todos nos enfrentamos a pensamientos intrusivos de vez en cuando y todos hemos experimentado esta paradoja de la supresión de pensamientos. De hecho, se la ha descrito como el “problema del oso blanco”, en referencia a un estudio de 1987 que descubrió que pedirle a la gente que no pensara en un oso blanco en realidad aumentaba la cantidad de veces que pensaban en el animal.
Sin embargo, los pensamientos intrusivos pueden suponer un problema mayor para una persona con TOC. Las personas con este trastorno pueden experimentar estos pensamientos con mayor frecuencia, lo que significa que tendrán que dedicar más tiempo a intentar suprimirlos. Los pensamientos intrusivos también pueden resultar más angustiosos y provocar más ansiedad en una persona con TOC.
Cómo evitar la represión
En lugar de reprimir los pensamientos intrusivos, intenta tomar cierta distancia mental de ellos. Si aprendes a darte cuenta de cuándo surgen, es posible que puedas enfrentarlos y hacer que te resulten menos angustiantes.
Parte de este proceso implica abordar la fusión pensamiento-acción , que es una característica clave del TOC. Se trata de la creencia de que los pensamientos son equivalentes a las acciones, lo que significa que si una persona con TOC tiene pensamientos obsesivos sobre conductas sexuales o agresivas, por ejemplo, le resultará tan angustiante como si realmente hubiera tenido esa conducta.
La atención plena puede ayudarte a conseguir la distancia mental que necesitas para desenredar la fusión entre pensamiento y acción. Esta práctica te anima a observar tus pensamientos y emociones manteniendo un punto de vista sin prejuicios.
Por ejemplo, cuando surge un pensamiento intrusivo, en lugar de suprimirlo o reaccionar ante él, lo reconocerías sin juzgarlo y te recordarías a ti mismo que no te controla. Para las personas con TOC, aprender a aceptar los pensamientos sin juzgarlos puede hacer que los pensamientos intrusivos ocurran con menos frecuencia y resulten menos angustiosos.
También puede resultar útil controlar el estrés general. Las prácticas para reducirlo pueden incluir:
Psicoterapia
Si padece TOC, puede resultar difícil dejar de suprimir los pensamientos como estrategia de afrontamiento. Puede resultar útil consultar a un psicólogo, psiquiatra u otros profesionales de la salud mental para aprender estrategias más eficaces para lidiar con los pensamientos intrusivos y las obsesiones como parte de su tratamiento general para el TOC.
Terapia cognitivo conductual (TCC)
La TCC es una forma de terapia que te anima a observar tus patrones de pensamiento para que puedas entender el efecto que tienen en tu vida. La TCC incorpora una serie de estrategias diferentes (incluida la atención plena) para tomar conciencia de los pensamientos negativos y te enseña a adoptar hábitos de pensamiento más constructivos.
Se ha demostrado que la TCC es eficaz para reducir los síntomas del TOC.
Existen muchos tipos diferentes de TCC. Para las personas con TOC, esta forma de terapia puede centrarse en:
- Aprender a aceptar tus pensamientos (en lugar de intentar suprimirlos o evitarlos)
- Exponerse a cosas que desencadenan obsesiones o compulsiones para que pueda aprender a controlar su respuesta.
Terapia de aceptación y compromiso (ACT)
La terapia cognitivo conductual (ACT) es una forma de terapia cognitivo conductual que trabaja para desarrollar flexibilidad en el pensamiento en lugar de intentar eliminar pensamientos angustiantes como las obsesiones. Esta forma de terapia utiliza una variedad de técnicas de atención plena, metáforas y ejercicios de mejora de la vida, y se ha demostrado que es útil para las personas con TOC.
Una parte fundamental de la ACT es aprender a practicar la aceptación en lugar de la evitación. En el caso de un pensamiento intrusivo, eso significaría aceptar la presencia del pensamiento sin hacer ningún esfuerzo por suprimirlo o cambiarlo de ninguna manera.
La Asociación para la Ciencia del Comportamiento Contextual tiene muchos recursos ACT para el público, incluida información, grupos de discusión, una herramienta de búsqueda para encontrar terapeutas ACT, libros recomendados y cintas de audio para ejercicios de meditación y centrado.
Prevención de la exposición y respuesta (ERP)
La ERP es otra forma de TCC y se centra en ayudarte a aprender una forma diferente de responder a tus desencadenantes. La ERP implica exponerte a un estímulo que provoca miedo o ansiedad mientras te abstienes de participar en la compulsión que normalmente usarías para lidiar con esos sentimientos. Al igual que la ACT, la ERP desalienta la evitación.
La ERP implica trabajar en estrecha colaboración con un terapeuta calificado. Deberá comprender cuáles son sus desencadenantes antes de poder pasar por este proceso y, a medida que los enfrente, necesitará que su terapeuta le ofrezca apoyo y orientación.
La ERP puede ser intensa, pero puede ser una forma eficaz de reducir los síntomas del TOC.
Una palabra de Verywell
Todo el mundo tiene problemas con los pensamientos intrusivos y es habitual experimentar contratiempos durante el tratamiento del TOC. Seguir trabajando en estrecha colaboración con su médico puede ayudarle a avanzar y, con el tiempo, reducir los síntomas de su afección.