Close this video player
¿Alguna vez has notado que algunas personas parecen prosperar en el caos, mientras que otras se sienten abrumadas incluso por los cambios positivos en sus vidas? El estrés es una experiencia sumamente subjetiva.
Si bien a muchos de nosotros nos estresan más o menos las mismas cosas ( trabajo, dinero, exceso de trabajo, conflictos en las relaciones ), distintas personas pueden reaccionar con mayor o menor intensidad a la misma situación por diversas razones.
Índice
Si alguien tiene menos recursos para ayudarlo a afrontar la situación, estará más estresado
Una definición ampliamente aceptada de estrés es que se produce cuando las exigencias percibidas de una situación superan los recursos disponibles. En otras palabras, estrés más recursos limitados equivale a más estrés.
Por lo tanto, si estás estresado, tu cuerpo piensa que está siendo amenazado de alguna manera. Esto desencadena la respuesta del cuerpo al estrés. Por lo tanto, el nivel de recursos que uno tiene disponible puede marcar una diferencia significativa en si alguien experimenta estrés en una situación determinada.
¿Qué queremos decir con “recursos”?
También es importante tener en cuenta que los “recursos” se refieren a factores externos e internos. Tus recursos te ayudan a afrontar situaciones estresantes.
-
Dinero
-
Ayuda de otras personas
-
Seguridad laboral y alimentaria
-
Conocimiento de los mecanismos de afrontamiento
-
Experiencia de vida
-
Coraje/resiliencia
Veamos el siguiente escenario para desglosar cómo se ve esto. Supongamos que dos personas (persona A y persona B) que trabajan en la misma empresa están experimentando un gran estrés laboral. Tienen plazos de entrega y algunos compañeros de trabajo están de vacaciones, lo que significa que tienen aún más trabajo que hacer. Tanto la persona A como la persona B trabajan bajo el mismo tipo de estrés, pero tienen diferentes recursos:
- Recursos de la persona A : Tiene una capacidad de gestión de tareas perfecta y puede priorizar fácilmente todas las cosas que necesita hacer. También tiene un buen amigo en la oficina al que recurre cuando está estresado o cuando le apetece ir a almorzar.
- Recursos de la persona B : La cantidad de tareas que tiene la agobian, ya que le resulta difícil priorizarlas. Además, es más introvertida que la persona A y no tiene a nadie a quien recurrir durante la jornada laboral.
¿Quién crees que podría afrontar con más facilidad el estrés laboral? La respuesta es sí: la persona A.
Así, queda bastante claro que la diferencia en los recursos disponibles es un factor importante que explica por qué dos personas pueden experimentar la misma situación de manera diferente.
Cómo aumentar sus recursos
- Crea amistades fuertes , así tendrás mayor apoyo social en momentos de estrés.
- Planifique con anticipación en términos de tiempo y dinero , así tendrá algunas reservas en caso de una emergencia.
- Intenta tener un “plan B” en caso de que las cosas salgan mal. Esto no significa que siempre pienses que ocurrirá el peor escenario posible o que tu “plan A” está destinado a fallar, sino que debes estar preparado para cualquier cosa.
- Anticipe una situación potencialmente difícil y cree un plan para afrontarla. Incluso si el plan no sale como lo había planeado, estará mejor preparado si se toma el tiempo de anticiparlo y planificarlo.
- Construye tu caja de herramientas con al menos tres recursos o mecanismos de afrontamiento a los que puedas recurrir, incluyendo algo interno en lo que no dependas de nada ni de nadie (por ejemplo, llevar un diario, meditar, hacer yoga).
El cuerpo de cada persona maneja el estrés de manera diferente
Algunas personas son naturalmente más sensibles y reactivas al estrés. Las diferencias de temperamento y una serie de rasgos de personalidad innatos pueden hacer que algunas personas sean naturalmente más resilientes frente al estrés, mientras que otras pueden sentirse más amenazadas y menos capaces de afrontarlo.
Si bien no podemos cambiar el temperamento con el que nacemos, podemos volvernos más conscientes de nuestras predisposiciones y trabajar en torno a ellas desarrollando habilidades que puedan compensar ciertas sensibilidades o estructurar nuestro estilo de vida para minimizar el impacto de los factores desencadenantes.
Desarrolle su resiliencia personal
- Habla con un amigo de confianza en tiempos de crisis, para obtener apoyo y perspectiva.
- Date tiempo para procesar lo que está sucediendo en tu vida antes de reaccionar de inmediato. Es útil (pero no completamente esencial) tener un enfoque espiritual que funcione para ti.
- Ciertas técnicas de manejo del estrés (como la meditación y el ejercicio , por ejemplo) pueden aumentar tu resiliencia frente a futuros factores estresantes. Pruébalas.
Lo que la gente cree sobre una situación influye en su nivel de estrés
Así pues, analicemos qué significa esto. Básicamente, cualquier situación es neutral hasta que se interpreta el acontecimiento. Cada uno interpreta los acontecimientos de forma diferente porque cada uno tiene pensamientos, emociones y brújulas morales diferentes.
Volvamos a las personas A y B de nuestro ejemplo anterior. Si a la persona A le encanta su trabajo y a la persona B no le resulta nada placentero , el estrés relacionado con el trabajo será diferente para cada una de ellas. La persona A puede ver los días agitados como un desafío que realmente quiere afrontar, pero la persona B puede verlo como una tarea y considerarlo agotador.
Por lo tanto, si interpretas el evento o la situación como una amenaza, eso te llevará a una emoción y un comportamiento diferentes. Cambiar tu perspectiva sobre un evento puede ayudarte a afrontarlo. Por ejemplo, las rupturas duelen y son dolorosas. Sin embargo, alguien que ve una ruptura como una bendición disfrazada puede sanar un poco más rápido que alguien que cree que nunca volverá a enamorarse .
Qué significa esto para usted
Aceptar otra perspectiva puede ser muy difícil, lo cual está bien. No se supone que sea fácil , pero puede ayudar a aumentar tu resiliencia y recuperar parte de tu poder. Puedes intentar buscar el humor en una situación no tan buena o reconocer que no eres la primera ni la última persona que tuvo una experiencia particular.
Si necesita ayuda para hacer esto, un terapeuta puede ayudarle a replantear sus pensamientos para que pueda superar cualquier problema que la vida le depare.