Cerrar este reproductor de vídeo
La anorexia es un trastorno alimentario que hace que las personas limiten la cantidad de alimentos que consumen para evitar aumentar de peso. Esta afección se observa con mayor frecuencia en las mujeres: alrededor del 4 % de la población femenina padece este trastorno.
La anorexia suele progresar hasta que la persona alcanza un peso inferior al normal . Sin embargo, a pesar del cambio evidente en la apariencia, la persona con esta afección seguirá considerándose con sobrepeso.
Este trastorno es una enfermedad mental reconocida y tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los trastornos mentales, lo que hace que su tratamiento adecuado sea una cuestión urgente para cualquier persona que padezca esta afección.
Existen varios factores que pueden ser responsables del desarrollo de la anorexia. Los trastornos alimentarios, incluida la anorexia, son complejos e incluyen una variedad de factores de riesgo, entre ellos, biológicos, psicológicos y culturales. Los factores de riesgo también pueden interactuar de manera diferente en distintas personas.
Índice
Factores de riesgo de anorexia en el cerebro y el cuerpo
Aunque todavía queda mucho por descubrir sobre las causas de la anorexia, los vínculos entre los hábitos alimentarios y las hormonas siguen estando firmemente respaldados.
En particular, se ha reconocido que los estrógenos (hormonas que hacen crecer y desarrollar el sistema reproductivo) tienen un impacto directo en la ingesta de alimentos. Por ejemplo, se sabe que el estradiol (uno de los estrógenos responsables de la maduración y el mantenimiento del sistema reproductivo) produce sensación de saciedad. Esta hormona también evita la necesidad de comer y puede hacer que se consuman porciones reducidas.
Una persona con anorexia también puede estar sufriendo una deficiencia de neurotransmisores como la dopamina, que controla los hábitos alimentarios y las recompensas. Esta deficiencia también puede afectar a la serotonina , que afecta el control de los impulsos.
El bienestar psicológico también es importante en la progresión de la anorexia. Las personas con anorexia suelen tener problemas de perfeccionismo. Cuando surgen dudas sobre la importancia del trabajo, las contribuciones a la vida o incluso el impacto en los amigos y la familia, estos sentimientos de incompetencia pueden estimular el desarrollo de la anorexia.
Una persona puede limitar la cantidad de comida que consume como una forma de ejercer control sobre algo en su vida.
La baja autoestima que se desarrolla a partir del acoso, el sobrepeso u otros factores, también podría llevar a una persona a regular la cantidad de comida que ingiere. Asimismo, la ansiedad, la ira y la soledad son factores de riesgo comunes para la ansiedad.
Historia familiar y genética
La aparición de la anorexia también puede estar relacionada con antecedentes familiares de esta afección. Los estudios muestran que una persona tiene entre 7 y 12 veces más probabilidades de desarrollar este trastorno alimentario si un miembro de la familia ha convivido previamente con él.
Sin embargo, aunque la anorexia puede darse comúnmente entre miembros de una misma familia, los estudios sobre vínculos genéticos siguen sin ser concluyentes.
No obstante, el entorno familiar sigue siendo un terreno fértil para el desarrollo de esta enfermedad. Estar rodeado de padres o cuidadores que ejercen un control excesivo sobre sus hijos o que tienen fuertes preocupaciones por la apariencia, la comida, la imagen y/o el peso puede empeorar las probabilidades de desarrollar anorexia.
Estilo de vida
En algunos casos, los hábitos adquiridos a lo largo de la vida diaria pueden ser responsables del desarrollo de la anorexia.
Las personas que presentan conductas alimentarias irregulares, también conocidas como trastornos alimentarios , pueden estar en vías de desarrollar un trastorno alimentario. De la misma manera, las personas que trabajan en industrias centradas en la imagen, como el modelaje, pueden sentirse presionadas a mantener su apariencia mediante hábitos alimentarios poco saludables. Lo mismo ocurre con los bailarines de ballet o las estrellas del deporte en campos como las carreras de larga distancia, donde la delgadez es una ventaja.
El estándar social de valorar los cuerpos delgados ha sido evidente desde hace mucho tiempo en los medios de comunicación. En la televisión y en las películas, a menudo nos han presentado protagonistas delgados; a veces, los personajes con cuerpos más grandes son objeto de burlas o mofas.
Muchas tiendas de ropa tienen tallas limitadas que se adaptan únicamente a cuerpos delgados. Las revistas suelen promocionar las últimas dietas destinadas a perder peso para la “temporada del bikini”. Todos estos mensajes expresan la importancia de estar delgado, incluso implican que estar delgado es ser más feliz y tener más éxito.
La obsesión de las redes sociales por la apariencia también puede alentar a una mente impresionable a limitar su dieta para adaptarse a un ideal de belleza.
¿Cómo se diagnostica la anorexia?
Una persona que padece este trastorno alimentario suele mostrar una serie de rasgos identificables. Físicamente, una persona con anorexia parecerá tener bajo peso o haber perdido una cantidad significativa de peso en unas semanas o meses.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no es necesario que una persona tenga bajo peso para padecer anorexia.
La anorexia atípica, por ejemplo, es un diagnóstico que comparte los síntomas psicológicos y conductuales de la anorexia nerviosa, incluida la alimentación restrictiva; sin embargo, las personas con anorexia atípica tienen una variedad de pesos corporales diferentes.
La anorexia suele ir acompañada de progresiones preocupantes como pérdida de memoria, períodos irregulares, presión arterial baja, debilidad muscular, uñas quebradizas, problemas de sueño e incluso coloración violácea en manos y pies. La persona puede mostrar una preocupación inusual por el peso, la comida, las dietas y puede presentar conductas de purga.
La anorexia también puede provocar depresión y rasgos
obsesivo-compulsivos .
Para diagnosticar correctamente esta afección, un médico evaluará los pensamientos y comportamientos del individuo en relación con la comida, sus patrones de alimentación, su peso y forma corporal y su percepción de su cuerpo.
También se evaluarán los antecedentes familiares de trastornos alimentarios y trastornos de salud mental. También se pueden realizar pruebas para determinar la gravedad de la afección, así como sus efectos sobre el bienestar.
En última instancia, la actitud de una persona hacia el peso y la comida, así como su clasificación de peso, determinan si se realizará un diagnóstico de anorexia.
Otras afecciones similares a la anorexia
Si bien la anorexia tiene sus características distintivas, no todos los casos de bajo peso corporal o desinterés por la comida deben considerarse trastornos alimentarios. A continuación se analizan trastornos similares.
Cáncer
Uno de los primeros signos del cáncer es la pérdida de peso inexplicable. Alrededor del 40 % de las personas que padecen diversas formas de cáncer manifiestan esta pérdida después de recibir el diagnóstico. Esta afección se conoce como caquexia.—un cambio caracterizado por fatiga, pérdida de músculo esquelético y apetito, así como una menor calidad de vida.
Hipertiroidismo
Cuando el cuerpo produce una cantidad excesiva de hormona tiroidea, esto puede provocar pérdida de peso y una apariencia de bajo peso. Esto suele deberse a un aumento en la tasa de uso de energía del cuerpo.
Enfermedad celíaca
Cuando una persona desarrolla sensibilidad al gluten, esto puede tener consecuencias en la pérdida de peso. Un cambio en la masa corporal puede estar vinculado a una crisis celíaca. En este caso, el cuerpo experimenta diarrea, deshidratación y cambios en la forma en que procesa los alimentos, todo lo cual contribuye a la pérdida de peso.
Otras afecciones que pueden producir síntomas similares a la anorexia incluyen la malabsorción y el síndrome del intestino irritable.
Cómo tratar la anorexia
Al tratar la anorexia, las áreas objetivo serán el aumento de peso, las mejoras en los hábitos alimentarios y la corrección de patrones mentales y emocionales que pueden fomentar conductas alimentarias poco saludables. Esto se puede lograr utilizando las siguientes medidas que se enumeran a continuación.
Terapia
Existen diferentes enfoques terapéuticos para mejorar la actitud de una persona hacia su apariencia y nutrición. La terapia de aceptación y compromiso (ACT) se puede adoptar para cambiar acciones como el ayuno y la purga, que pueden ayudar a mantener el peso bajo. También conocida como “TCC de nueva generación” o “TCC de tercera generación”, la ACT es una forma de terapia cognitivo conductual (TCC).
La terapia cognitivo-conductual (TCC) también puede cambiar las opiniones negativas sobre la apariencia, la comida y la autoestima. También puede enseñar actitudes más saludables hacia estas áreas.
Otras técnicas incluyen la terapia psicodinámica, el tratamiento basado en la familia y la terapia interpersonal . El tratamiento basado en la familia es uno de los tratamientos más utilizados para niños y adolescentes con anorexia.
Medicamento
Si bien la medicación no es la primera línea de tratamiento, esta medida cobra importancia en el caso de pacientes muy enfermos. La olanzapina suele recomendarse para controlar la depresión y la ansiedad que pueden coexistir con el trastorno alimentario. También se ha demostrado que favorece el aumento de peso.
Hospitalización
Cuando el peso corporal de una persona alcanza niveles muy bajos, puede ser necesario que reciba atención profesional durante un tiempo. Una vez que se hayan consumido suficientes nutrientes y se observen mejoras, es posible que se derive al paciente a un centro de internación para continuar con el proceso de recuperación.
Una palabra de Verywell
La anorexia es una enfermedad grave, pero tratable. Cuanto antes se trate la anorexia, mejores serán los resultados. Si padece un trastorno alimentario, existen recursos disponibles.
Intenta ponerte en contacto con un profesional de la salud mental. Puedes pedirle a tu médico de cabecera que te derive a un especialista en trastornos alimentarios. Con tratamiento, tiempo y paciencia, puedes superar la anorexia.
Si usted o un ser querido padece un trastorno alimentario, comuníquese con la línea de ayuda de la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios (NEDA) para obtener ayuda al 1-800-931-2237 . Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales.