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Una pregunta común que la gente tiene sobre el cerebro es: “¿Cuánto de nuestro cerebro utilizamos?” La respuesta es: ¡todo! La cantidad de cerebro que utilizamos en un momento dado varía según lo que estemos haciendo o pensando, pero no es cierto que los humanos solo utilicemos una pequeña parte de la capacidad del cerebro .
El cerebro humano es complejo y los investigadores siguen explorando y descubriendo nueva información sobre su funcionamiento. Esta puede ser la razón por la que persisten
las preguntas y los conceptos erróneos sobre su funcionamiento .
La creencia popular de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro lleva a la gente a especular que podríamos aprovechar un gran potencial si pudiéramos utilizar toda la capacidad de nuestro cerebro. Pero el único momento en que ciertas regiones del cerebro no se utilizan es cuando un daño cerebral o una enfermedad las han destruido.
Índice
Evidencia de que utilizamos todo nuestro cerebro
A pesar de la idea errónea de que las personas tienen el hemisferio derecho o izquierdo del cerebro, décadas de estudio del cerebro humano y sus capacidades han demostrado a los científicos que cada parte del cerebro tiene un propósito y es fundamental para el funcionamiento humano. Si bien todavía queda mucho por aprender, también hay mucho respaldo a estas afirmaciones.
Imágenes cerebrales
La resonancia magnética funcional (fMRI) permite a los científicos investigar cómo funciona el cerebro de una manera no invasiva. Pueden ver cómo circula la sangre y el oxígeno en el cerebro mientras un participante humano realiza diversas tareas mentales (o incluso simplemente descansa). Estas pruebas dejan claro que grandes regiones del cerebro están en funcionamiento durante todo tipo de actividad.
Los investigadores no han encontrado ninguna región del cerebro que no cumpla una función. Un estudio sobre mitos médicos señaló que “numerosos tipos de estudios de imágenes cerebrales muestran que ninguna zona del cerebro está completamente silenciosa o inactiva”.
Daño cerebral
Los efectos del daño cerebral, ya sea causado por una lesión, un derrame o enfermedades como la demencia, muestran lo importante que son todas las partes del cerebro. No existe una sola zona del cerebro que pueda resultar dañada sin que se produzca algún tipo de consecuencia.
Tamaño del cerebro
Los neurocientíficos señalan que el cerebro humano es proporcionalmente más grande que el de otros animales, incluso el de nuestros parientes primates. No habríamos desarrollado cerebros tan grandes si solo utilizáramos una pequeña parte de ellos.
Uso de energía cerebral
El cerebro utiliza aproximadamente el 20% de la energía del cuerpo, aunque constituye mucho menos del 20% de la masa corporal total. Al igual que con el tamaño del cerebro, la teoría evolutiva sugiere que tendría poco sentido que el cuerpo gastara una gran parte de sus recursos energéticos en un órgano que en su mayor parte no se utiliza.
Cómo mejorar la función cerebral
Si bien nuestro cuerpo ya hace un buen trabajo al utilizar todas las partes del cerebro, hay medidas que podemos tomar para mantenerlo sano y fuerte. Mantener una buena salud general puede ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral e incluso proteger contra la enfermedad de Alzheimer .
Coma alimentos nutritivos
Las investigaciones sugieren que ciertos micronutrientes pueden desempeñar un papel en la salud cerebral. Llevar una dieta rica en antioxidantes, como la vitamina E y el betacaroteno, puede ayudar a proteger contra muchas enfermedades crónicas y también a promover la salud cerebral. Encontrará antioxidantes en frutas y verduras de colores vivos, como los arándanos, las espinacas y las batatas.
Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran con mayor frecuencia en el pescado, también son esenciales para la salud cerebral. Intente consumir al menos dos porciones por semana o consulte con un médico sobre si los suplementos de aceite de pescado son adecuados para usted.
Ejercita tu cerebro
Seguramente ya conoces las aplicaciones que prometen detener el envejecimiento cerebral. Hay algo de verdad en sus afirmaciones: el entrenamiento cognitivo ayuda a reducir el riesgo de demencia.
Pero cualquier forma de ejercicio mental puede ser eficaz. Pruebe con crucigramas y otros juegos de palabras, rompecabezas, lectura o aprender una nueva habilidad. Añadir estimulación social (como aprender un nuevo idioma en un entorno grupal) favorece aún más la salud cerebral.
Ejercita tu cuerpo
El ejercicio físico es importante para la salud física, pero también para la salud mental y para la salud cerebral. La actividad física, en realidad, modifica la estructura y el funcionamiento del cerebro, lo que ayuda a que siga funcionando bien. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y ayuda a suministrar energía, en forma de glucosa, a las células cerebrales. Además, el ejercicio tiene efectos tanto a corto como a largo plazo.
Duerma lo suficiente
Así como la nutrición y el ejercicio favorecen la salud física y cerebral, también lo hace un sueño de calidad. Según una investigación, el sueño puede mejorar la memoria y “reducir la fatiga mental”. “Cada fase del ciclo del sueño restaura y rejuvenece el cerebro para que funcione de forma óptima”, señalan los autores de un estudio sobre los efectos protectores del sueño en el cerebro.
Hidratar
Beber suficiente agua no solo te protege de síntomas como dolor de cabeza y mareos. Tu cerebro también necesita mucha agua para funcionar de manera óptima.
Al menos un estudio demostró que incluso estar levemente deshidratado (tan solo un 2%) puede resultar en un deterioro de la función cognitiva. Así que asegúrese de beber abundante agua y otras bebidas descafeinadas y sin alcohol para alimentar su cuerpo y su cerebro.
Una palabra de Verywell
Es un error pensar que los seres humanos solo utilizamos una pequeña parte de nuestro cerebro y que podríamos liberar algún tipo de potencial cerebral oculto tomando un medicamento o un suplemento. Ya utilizamos la mayor parte de este complejo órgano, pero tenemos el poder de mantenerlo sano y fuerte estimulándolo regularmente y dándole la nutrición, la hidratación y el descanso que necesita.