Por eso asociamos los recuerdos tan fuertemente con olores específicos

Probablemente no sea una sorpresa que el sentido del olfato esté estrechamente vinculado con la memoria . “La gente suele decir que el sentido del olfato evoca recuerdos tan bien que sienten como si estuvieran viviendo el evento nuevamente”, dice Theresa L. White, PhD , profesora y directora del departamento de psicología de Le Moyne College en Syracuse, Nueva York. “Oler la salsa de pasta de la abuela los hace sentir como si estuvieran nuevamente en su casa, disfrutando de una buena comida”.

Este año, varios estudios han examinado de cerca la conexión entre los olores y los recuerdos poderosos . Un estudio de Northwestern Medicine, publicado en Progress in Neurobiology , identificó una base neuronal que explica cómo el cerebro permite que los olores desencadenen recuerdos poderosos.

Y los investigadores de la Universidad de California, Irvine, descubrieron tipos específicos de neuronas dentro del centro de memoria del cerebro que son responsables de adquirir nuevos recuerdos asociativos , es decir, recuerdos desencadenados por elementos no relacionados, como un olor.

El sistema olfativo y el cerebro

“Nuestra experiencia con los olores es típicamente aquella en la que el olor es el telón de fondo o el contexto de una persona, un lugar o un estado emocional”, dice Pamela Dalton, PhD, MPH , psicóloga experimental y miembro del cuerpo docente del Monell Chemical Senses Center . Cuando se trata de eventos importantes o destacados, el olor puede estar fuertemente asociado con el recuerdo, hasta el punto de que volver a experimentar el olor a menudo revive las emociones o sentimientos que se experimentaron inicialmente, explica Dalton.

La conexión de la memoria emocional más fuerte con el olor que con otras experiencias sensoriales parece deberse al acceso privilegiado de las estructuras cerebrales centrales del sistema olfativo a las estructuras del sistema límbico, como la amígdala y el hipocampo, que participan en la regulación de la emoción y los recuerdos emocionales .

Un tipo particular de memoria

Un estudio de 2010 publicado en The American Journal of Psychology descubrió que los recuerdos asociados con olores no eran necesariamente más precisos, pero tendían a ser más evocadores emocionalmente.

Por lo general, los olores más destacados son aquellos que se experimentan con poca frecuencia, por lo que cuando se huelen tienen una asociación específica. “A menudo son los que se experimentaron inicialmente a una edad más temprana”, dice Dalton. Sin embargo, señala que debido a que la experiencia de cada persona con el olor es tan idiosincrásica y personal, el desencadenante olfativo real puede variar enormemente de una persona a otra.

“Vale la pena decir que los recuerdos episódicos, o los recuerdos de eventos específicos desde un punto de vista en primera persona, son donde el sentido del olfato se conecta mejor con los recuerdos”, dice White. “Los olores no son muy buenos en términos de otros tipos de memoria. Por ejemplo, si te doy siete palabras para recordar y siete olores para recordar, no hay duda de que te irá mejor con la lista de palabras”.

White explica que la memoria asociativa puede funcionar con cualquier sentido, y el olfato no es una excepción. “Imagina que siempre te relajas en un baño de burbujas caliente con aroma a lavanda al final del día”, dice. “Llegarás a asociar el olor de lavanda con la sensación de relajación. Esto significa que, con el tiempo, cuando huelas lavanda y no estás en el baño, seguirás teniendo la sensación de relajación”.

Aprovechar el poder del aroma 

Los investigadores han descubierto que los olores pueden actuar como desencadenantes de la memoria, aumentando nuestra capacidad de recordar o reconocer información.

En su trabajo de posgrado, Dalton pidió a personas que estudiaran los rostros de desconocidos en presencia de diferentes olores. “El mejor rendimiento de reconocimiento se produjo cuando se les puso a prueba con el mismo olor que había estado presente cuando vieron esos rostros por primera vez”, revela. “Varios otros estudios han confirmado hallazgos similares, es decir, que estudiar en presencia de un olor puede ayudar a recordar esa información”.

Durante estos tiempos de pandemia, es natural preguntarse si el sentido del olfato discapacitado de algunos sobrevivientes de COVID-19 podría hipotéticamente conducir a problemas de memoria.

Sin embargo, hasta la fecha, nadie ha estudiado específicamente la memoria entre las personas que han perdido la capacidad de oler (antes de la COVID-19). “El deterioro olfativo se asocia con deterioros cognitivos, pero eso se debe a que las estructuras centrales involucradas en el olfato pueden verse afectadas en las enfermedades neurodegenerativas”, dice Dalton. “La pérdida del olfato puede significar que ya no se reaviven los recuerdos olfativos y que no se pueden formar otros nuevos”.

Con suerte, con el tiempo comprenderemos todas las ramificaciones que tiene la pérdida del olfato en tantas personas sobre todos los aspectos de la función cognitiva y emocional, incluida la memoria.