Cerrar este reproductor de vídeo
Algunas personas esperan con ilusión su trabajo , mientras que para otras puede parecer una lucha algunos días.
Este artículo enumera algunas razones por las que podrías no querer trabajar y comparte algunos consejos que pueden ayudarte a afrontar la situación cuando realmente no tienes ganas de trabajar.
Índice
Razones por las que quizás no quieras trabajar
Estas son algunas razones por las que quizás sientas que no quieres trabajar hoy:
- Estás cansado: si estás cansado o no has dormido bien, puede resultar extremadamente difícil encontrar la motivación para hacer algo, y mucho menos trabajar. Además de los bajos niveles de motivación, la falta de sueño también puede afectar tu capacidad para prestar atención, recordar cosas y tomar decisiones, que son todas habilidades que necesitas en el trabajo.
- Tienes fatiga laboral: además de sentirte cansado en general, es posible que también estés experimentando fatiga laboral. Un estudio que examinó los niveles de agotamiento emocional de los empleados en seis corporaciones descubrió que el 60 % de los evaluados mencionó un agotamiento moderado a alto.
- Estás estresado: según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional, el 40 % de los trabajadores considera que su trabajo es extremadamente estresante . Si bien cantidades moderadas de estrés a corto plazo pueden aumentar tus niveles de energía y ayudarte a ser más productivo, el estrés crónico puede afectar tu salud física y mental.
- No disfrutas de tu trabajo: si no disfrutas de lo que haces , puede resultar muy difícil levantarte de la cama para ir a trabajar. Esto puede suceder si no estás haciendo el trabajo que quieres, no encuentras sentido en el trabajo que haces, el trabajo de tus sueños no ha estado a la altura de lo que pensabas que sería o estás estancado en tu puesto sin ningún crecimiento.
- Tienes problemas en el lugar de trabajo: si tu gerente tiene expectativas poco realistas, tienes un desacuerdo con uno de tus colegas o tu estilo de trabajo difiere del de los miembros de tu equipo, esto puede generar un conflicto en el trabajo que quizás no quieras enfrentar.
- No le gusta la cultura laboral: puede resultar difícil lidiar con una cultura laboral desorganizada, poco solidaria, estresante o discriminatoria . Una cultura laboral deficiente puede interferir con su capacidad para trabajar en equipo y afectar sus niveles de satisfacción laboral.
- Te sientes aburrido: todos nos sentimos aburridos o perezosos de vez en cuando. Sentirse así de vez en cuando está bien, pero sentirse así con regularidad podría significar que no estás en el trabajo adecuado para ti.
Qué hacer si te sientes así
A continuación se presentan algunas estrategias de afrontamiento que pueden resultar útiles si no tiene ganas de trabajar hoy. Una estrategia obvia, si puede, es tomarse el día libre.
Si no te sientes bien físicamente, tómate un día libre. Si te sientes agotado mental y emocionalmente, tómate un día de descanso y recuperación mental . Si bien no es una panacea, tomarse un día libre de vez en cuando tiene muchos beneficios.
Reflejar
Dedica un tiempo a reflexionar sobre por qué no quieres trabajar. ¿Te sientes así todos los días o solo hoy? ¿Es porque estás cansado o estresado o es tu trabajo o el entorno laboral? Identificar la causa de este sentimiento puede ayudarte a hacer cambios en tu vida y mejorar tu situación.
Ponte en movimiento
Si no tiene ganas de ir a trabajar simplemente porque se siente aburrido o tiene pereza, puede ser útil levantarse y moverse. Salir a correr, caminar a paso ligero o cualquier otra forma de ejercicio que disfrute puede ayudarlo a sentirse mejor, aumentar sus niveles de energía y facilitarle pensar, concentrarse y trabajar.
Trabajar desde una ubicación diferente
Si tiene flexibilidad para elegir su lugar de trabajo, intente trabajar desde un lugar diferente. Puede ser un escritorio diferente en la oficina, una habitación diferente en su casa o una cafetería cercana. Un cambio de ambiente puede ser refrescante y puede ayudarlo a obtener una nueva perspectiva.
Comience con tareas sencillas
Puede resultar útil comenzar con tareas sencillas para facilitar el flujo de trabajo. Puede comenzar haciendo cosas como revisar y responder correos electrónicos y programar reuniones. Una vez que comience, puede avanzar lentamente hacia tareas más complejas que requieran más esfuerzo.
Tome descansos regularmente
Propóngase programar algunos descansos durante el día. Si su trabajo implica permanecer sentado en un mismo lugar, intente tomar un descanso de cinco a diez minutos cada hora para caminar un poco y hacer algo de actividad física.
Cambia tu rutina
Intenta identificar si hay margen de mejora en tu rutina diaria . Por ejemplo, ¿te ayudaría acostarte más temprano para poder levantarte a tiempo para ir a trabajar y sentirte más descansado?
¿O te sentirías con más energía si tomaras un desayuno saludable antes de empezar a trabajar? Tu rutina puede marcar una gran diferencia en tu vida diaria, por lo que puede ayudarte a optimizarla para que se adapte a tus necesidades.
Concéntrese en sus objetivos y recompénsese
Puede resultar útil recordar por qué trabaja y cuáles son sus objetivos. Por ejemplo, ¿está trabajando para comprar una casa, mantener a una familia o poder permitirse un determinado estilo de vida? Tenga presentes sus objetivos y reflexione periódicamente para evaluar su progreso.
Propóngase celebrar sus logros en el trabajo y recompensarse por alcanzar sus objetivos laborales, para ayudar a mantener altos sus niveles de motivación.
Las recompensas no tienen por qué ser caras ni extravagantes: pueden ser pequeños gestos de reconocimiento personal. Por ejemplo, puedes darte el gusto de tomarte un café por cada tarea que entregues antes de la fecha límite.
De hecho, tu recompensa no tiene por qué costar dinero. Puedes dar un agradable paseo, ver una película que llevas tiempo queriendo ver o darte un baño relajante. También puedes recompensarte con un descanso después de trabajar durante un tiempo determinado.
Evalúa tu trabajo
Si no tienes ganas de trabajar debido a problemas relacionados con tu trabajo, tus compañeros o tu organización, comienza a trabajar en un plan para remediar la situación.
¿Te ayudaría hablar con tu gerente sobre tus inquietudes? ¿Te convendría más un puesto diferente? ¿Crees que quieres buscar otro trabajo y dejar este? Una vez que tengas un plan, empieza a trabajar para lograrlo.
Planifique unas vacaciones
Las vacaciones pueden ser un buen descanso del trabajo que te permite volver renovado y rejuvenecido. Si bien es posible que no puedas irte de vacaciones de inmediato, puedes programarlas en un futuro cercano y comenzar a planificarlas hoy mismo. Te darán algo que esperar con ilusión.
Hazte un chequeo de salud
Si se siente mal o cansado y no está seguro de por qué, un chequeo de salud puede ayudar a determinar si tiene algún problema de salud que podría estar provocando que se sienta así.
Consulte a un profesional de salud mental
Si tiene dificultades para afrontar la situación mental o emocionalmente, puede ser útil consultar a un proveedor de atención de salud mental y analizar sus inquietudes con él.
Una palabra de Verywell
Todos tenemos días en los que no tenemos ganas de trabajar. Sin embargo, si tienes problemas de salud física o mental que te dificultan trabajar, es importante que busques tratamiento. Por otro lado, si tienes problemas relacionados con tu trabajo, es importante que reevalúes tu situación laboral y consideres tus opciones.