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La procrastinación implica una tendencia a retrasar una tarea o decisión que debe completarse antes de una fecha límite específica. Todos posponemos algo en algún momento. Cuando nos enfrentamos a una tarea que simplemente no queremos hacer, muchos la posponemos hasta el día siguiente, dejándola de lado hasta que nos sintamos menos abrumados con todas nuestras otras responsabilidades o simplemente esperando hasta tener más energía para abordar la tarea en un nuevo día.
Sin embargo, pueden surgir problemas si notas que estás posponiendo estas tareas una y otra vez, sin poder hacerlas “más tarde”. Esto parece suceder con bastante frecuencia en personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), por diversas razones.
En este artículo se analiza por qué las personas con TDAH tienden a posponer las cosas y el impacto que esto puede tener en sus vidas. También se tratan algunos de los diferentes síntomas del TDAH que contribuyen a la procrastinación.
Índice
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El vínculo entre el TDAH y la procrastinación
El TDAH es un trastorno del desarrollo neurológico que provoca síntomas como falta de atención, impulsividad e hiperactividad. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 9,4 % de los niños han sido diagnosticados con TDAH.
Si bien la enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia durante la infancia, también puede afectar a los adultos. El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) sugiere que la prevalencia del TDAH entre los adultos es del 4,4 %. Sin embargo, no es raro que el TDAH en adultos no se diagnostique ni se trate .
Las personas posponen tareas por una amplia variedad de razones, incluido el deseo de participar en actividades más interesantes. En el caso de las personas con TDAH, la procrastinación suele estar fuertemente influenciada por los síntomas de su afección.
Si bien es común, la procrastinación no se reconoce como un síntoma diagnóstico oficial del TDAH. En un estudio de 2014, los investigadores esperaban que la procrastinación estuviera relacionada con la impulsividad, pero en cambio descubrieron que estaba relacionada únicamente con la falta de atención.
Algunas investigaciones indican que la postergación suele servir como estrategia de compensación para los adolescentes y adultos que padecen TDAH. Cuando se enfrentan a una tarea difícil, la postergación les ofrece una manera de dejar de lidiar con un problema desagradable que pueden sentir que es demasiado difícil para sus capacidades.
Los factores que contribuyen a la procrastinación son complejos y variados, pero los problemas con el funcionamiento ejecutivo a menudo juegan un papel clave.
¿Qué es la función ejecutiva?
Las habilidades de funcionamiento ejecutivo son las habilidades mentales necesarias para planificar, organizar, iniciar y completar tareas. Estas habilidades incluyen aspectos como la memoria de trabajo, la gestión del tiempo y el autocontrol.
Cuando se enfrentan a una tarea, las personas con TDAH pueden tener dificultades para tomar decisiones sobre cómo empezar y cómo controlar su progreso. Es posible que abandonen la tarea momentáneamente y se distraigan con otra cosa. Todos estos factores hacen que las tareas se pospongan una y otra vez, a veces hasta el último minuto. En otros casos, es posible que no se realicen en absoluto.
Efectos de la procrastinación en el TDAH
Muchos adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) sufren una procrastinación crónica. Esta procrastinación puede causar problemas en el trabajo cuando las responsabilidades laborales no se completan hasta el último minuto.
Puede causar estrés financiero en el hogar cuando el balance de la chequera se retrasa constantemente o cuando las facturas se pagan tarde. Y puede causar problemas en las relaciones cuando continúas postergando a los demás, haciéndolos sentir poco importantes.
La procrastinación también puede generar estados de ánimo y emociones negativos, así como una baja autoestima . Esta incapacidad para completar las tareas puede generar sentimientos de frustración, culpa y vergüenza. Estas emociones también contribuyen a la tendencia a posponer las tareas.
La evidencia también indica que las personas con síntomas de TDAH más graves experimentan más procrastinación, así como síntomas internalizantes como depresión y ansiedad.
Los investigadores sugieren que ayudar a las personas a abordar la procrastinación puede ser útil para reducir algunas de las emociones internalizadas negativas que a veces ocurren en el TDAH, como la culpa, la tristeza, la vergüenza, la depresión y la ansiedad.
Factores que contribuyen a la procrastinación relacionada con el TDAH
Puede haber una serie de factores relacionados con el TDAH que conducen a la procrastinación crónica, incluida la distracción, el olvido , la desorganización y los problemas para priorizar, secuenciar y administrar el tiempo. Además, si ha experimentado frustraciones repetidas en ciertos tipos de tareas, es posible que evite naturalmente esas tareas para evitar los sentimientos negativos que puede generar el trabajar en ellas.
A continuación se presentan algunos de los factores que pueden influir en la relación entre el TDAH y la procrastinación.
Problemas al empezar
Para un adulto con TDAH, el simple hecho de comenzar una tarea puede resultar a menudo muy difícil, en particular si dicha tarea no es intrínsecamente interesante. Cuando estás tan distraído por estímulos externos, así como por pensamientos internos, puede resultar difícil incluso llegar a la línea de partida.
A veces, el desafío consiste simplemente en saber dónde o cómo empezar. Los problemas de organización entran en juego cuando uno lucha por priorizar, planificar y secuenciar las tareas que deben realizarse para empezar y seguir el camino correcto.
Distraerse
Una vez que finalmente empieces, es posible que te des cuenta de que pronto te distraes con algo más interesante, por lo que tu tarea original se retrasa aún más. Puede resultar muy difícil regular tu atención cuando tienes TDAH.
Una vez que logras concentrar tu atención en una tarea , es posible que te resulte difícil mantenerla mientras tu mente divaga. Puede resultar difícil permanecer alerta, motivado y centrado cuando la tarea en cuestión no te interesa o estimula demasiado.
Es posible que, cuando las tareas son particularmente tediosas o aburridas, dejes de hacerlas hasta el último minuto. En ese momento, o bien sientes tanta presión que no logras motivarte para finalmente comenzar y completar la tarea, o bien te quedas estancado, no completas la tarea en absoluto y tienes que enfrentar las consecuencias.
Propulsión de último minuto
Curiosamente, para algunas personas con TDAH, dejar las cosas para el último minuto puede crear una situación de emergencia (una especie de urgencia) que les ayuda a avanzar para realizar con éxito el trabajo.
La fecha límite que se acerca rápidamente (y la inmediatez de las consecuencias negativas que se producirán si no se cumple) puede ayudarlos a concentrarse y completar la tarea.
El problema es que esta urgencia también puede generar bastante estrés y ansiedad, y el estrés puede tener un efecto tremendo en usted y en quienes lo rodean.
Inevitablemente, estos trabajos apresurados de último momento tienden a no ser de tan alta calidad como podrían haber sido sin tanta postergación.
Sensación de parálisis y sensación de agobio
Por otro lado, es posible que experimentes una dolorosa sensación de parálisis cuando te enfrentas a una tarea o proyecto: queriendo empezar, pero sin poder avanzar de ninguna manera.
Es posible que sienta una presión abrumadora. Por mucho que sepa que debe hacer el trabajo, no puede ponerse en marcha.
Perdida del sentido del tiempo
A veces, la falta de sentido del tiempo es lo que provoca problemas a la hora de empezar una tarea. Si tienes problemas para calcular cuánto tiempo te llevará completar una tarea, es posible que la pospongas pensando que aún tienes tiempo suficiente para terminarla.
El TDAH también puede dificultar el seguimiento del paso del tiempo. Por lo tanto, es posible que esos plazos se te presenten sin darte cuenta.
Miedo al fracaso
A veces, puede haber tanta ansiedad asociada con el inicio de una tarea que esos sentimientos crean un obstáculo aún mayor. El miedo a no realizar la tarea correctamente, el miedo a la imperfección y el miedo al fracaso pueden contribuir a la postergación.
Consejos para gestionar la procrastinación con TDAH
Aunque existe una relación entre el TDAH y la procrastinación, esto no significa que una persona con TDAH deba seguir postergando tareas. A continuación, se ofrecen algunos consejos para controlar la procrastinación cuando se padece TDAH.
- Divide las tareas más grandes en tareas más pequeñas . Esto ayuda a que las tareas no parezcan demasiado difíciles. Si quieres limpiar un armario, por ejemplo, en lugar de hacerlo todo de una vez, puedes limpiar el estante superior un día, la ropa que está en el perchero otro día y todo lo que está en el suelo un tercer día.
- Crea una recompensa . Si estás postergando algo porque es tedioso o aburrido, piensa en algún tipo de recompensa que recibirás una vez que lo hayas hecho. Esto puede ayudarte a superar las emociones negativas que te hacen postergar algo porque sabes que algo bueno te espera al otro lado.
- Limite las distracciones al realizar tareas . Dado que la postergación puede ser el resultado de distraerse mientras trabaja en una tarea, trate de limitar la cantidad de distracciones que puedan distraerlo. Silencie su teléfono celular y apague el televisor cuando trabaje en la tarea. Además, avise a las personas a su alrededor que no desea que lo interrumpan.
- Busque ayuda profesional . Las investigaciones han demostrado que participar en una terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) ayuda a reducir la procrastinación en personas con TDAH. La ACT implica aprender a aceptar pensamientos o circunstancias negativas y, al mismo tiempo, comprometerse con conductas más saludables.
¿Adderall ayuda con la procrastinación?
Algunos estudios han descubierto que una de las principales razones por las que los estudiantes universitarios toman estimulantes recetados (como Adderall, un fármaco que suele recetarse para el TDAH) es para reducir la procrastinación. Si bien estos fármacos pueden ayudar a las personas con TDAH, tomarlos de forma recreativa (sin receta) conlleva riesgos, como desarrollar una adicción al Adderall .
Una palabra de Verywell
El TDAH y la procrastinación suelen ir de la mano. Reconocer la relación que existe entre ambos es útil para comprender cómo interactúan. También es un buen primer paso para encontrar formas de superar en última instancia su tendencia a posponer las cosas.