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Aunque la mayoría de las personas piensan que la depresión es una enfermedad de adultos, los niños y adolescentes también pueden desarrollarla. Lamentablemente, muchos niños con depresión no reciben tratamiento porque los adultos no reconocen que están deprimidos.
Es importante que los padres, maestros y otros adultos conozcan la depresión infantil. Si comprende los síntomas de la depresión en los niños y las razones por las que los niños la desarrollan, podrá intervenir de manera útil.
Índice
Síntomas
La depresión en niños y adolescentes suele manifestarse de forma diferente a la de los adultos. La irritabilidad y/o la ira son signos más comunes de depresión en niños y adolescentes. Además, a los niños pequeños les suele resultar difícil explicar cómo se sienten, mientras que los adolescentes pueden intentar ocultar su dolor emocional por temor a que los demás los juzguen.
Dado que los comportamientos normales varían a medida que los niños se desarrollan, puede resultar complicado saber si su hijo está atravesando una fase o si se trata de algo más grave. El primer paso para ayudar a su hijo a combatir la depresión es aprender a detectarla.
Según la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente, los signos comunes de depresión en niños y adolescentes duran más de dos semanas e incluyen:
- Cambios en el apetito o el peso.
- Sentirse o parecer deprimido, triste, lloroso o irritable.
- Fatiga o falta percibida de energía
- Sentirse culpable o avergonzado
- Tener más problemas para concentrarse
- Pérdida de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban
- Enlentecimiento psicomotor o agitación
- Pensamientos recurrentes de suicidio y/o muerte.
- Alteración del sueño: insomnio o hipersomnia casi todos los días
Además de los síntomas mencionados anteriormente, algunos niños presentan molestias físicas, como dolores de estómago y de cabeza, consumo de sustancias y bajo rendimiento escolar.
Los niños suelen tener menos probabilidades de cumplir los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) para la depresión. A medida que crecen, la presentación de los síntomas se vuelve más coherente con los criterios del DSM-5.
Causas
Si bien los acontecimientos vitales estresantes, como el divorcio, pueden contribuir a la depresión, es solo una pequeña parte del problema. Muchos otros factores, incluida la genética, también influyen en su desarrollo.
Hay varios factores diferentes que pueden contribuir a la depresión infantil, entre ellos:
- Química cerebral : Los desequilibrios en ciertos neurotransmisores y hormonas pueden influir en el funcionamiento del cerebro, lo que puede afectar el estado de ánimo y las emociones y aumentar el riesgo de sufrir depresión.
- Factores ambientales : Un entorno familiar estresante, caótico o inestable también puede hacer que los niños sean más propensos a sufrir depresión. El rechazo y el acoso escolar también pueden ser factores contribuyentes.
- Antecedentes familiares : Los niños con familiares que también padecen trastornos del estado de ánimo, como depresión, tienen un mayor riesgo de experimentar también síntomas de trastornos depresivos.
- Estrés o trauma : cambios repentinos, como una mudanza o un divorcio, o eventos traumáticos como abuso o agresión, también pueden contribuir a sentimientos de depresión.
Cualquier persona puede desarrollar depresión, y no es un signo de debilidad. Tampoco es culpa suya si su hijo está deprimido.
Diagnóstico
Si cree que su hijo muestra signos de depresión, programe una cita con el pediatra de su hijo para analizar sus inquietudes.
Antes de llegar a un diagnóstico, su hijo tendrá que someterse a una evaluación física y médica integral. Ambas descartarán cualquier condición médica subyacente que pueda contribuir a los síntomas que usted observa. Por ejemplo, los problemas de tiroides, la anemia y la deficiencia de vitaminas pueden imitar los síntomas de la depresión.
Si bien no existe una prueba específica para la depresión, un médico puede utilizar una o varias evaluaciones psicológicas para evaluar más a fondo el tipo y la gravedad de la depresión que experimenta su hijo.
Clasificación de la depresión
Cuando a su hijo se le diagnostica un trastorno depresivo, generalmente se clasifica según su gravedad:
Según el DSM-5, esta clasificación se basa en el número, tipo y gravedad de los síntomas y el grado en que interfieren con su vida cotidiana.
Tratamiento de la depresión
Si a su hijo le diagnostican depresión leve, el médico controlará activamente sus síntomas antes de recomendar cualquier tipo de tratamiento. Si los síntomas persisten después de 6 a 8 semanas de apoyo, se lo derivará a psicoterapia. Si a su hijo le diagnostican inicialmente depresión moderada a grave, es probable que el médico se salte este paso y comience el tratamiento de inmediato.
Se ha demostrado que la psicoterapia, los medicamentos o una combinación de ambos ayudan a los jóvenes con depresión. El tipo de tratamiento recomendado para su hijo dependerá de la naturaleza y la gravedad de su depresión.
Psicoterapia
Si a su hijo le diagnostican depresión leve, la APA recomienda la psicoterapia como tratamiento de primera línea. En el caso de los adolescentes con depresión moderada a grave, las investigaciones han demostrado que una combinación de psicoterapia y medicación funciona mejor.
En la psicoterapia, un profesional de la salud mental ayudará a su hijo a desarrollar las habilidades necesarias para controlar sus síntomas depresivos y poder desempeñarse bien tanto en casa como en la escuela. Hay dos tipos de psicoterapia que se reconocen como el tratamiento de elección para los niños con depresión:
- Terapia cognitivo conductual (TCC) : ayuda a mejorar el estado de ánimo de un niño identificando patrones de pensamiento y comportamiento negativos y reemplazándolos por otros positivos.
- Terapia interpersonal (IPT) : un enfoque en el que los terapeutas ayudan a los adolescentes a aprender cómo manejar los problemas de relación que pueden contribuir a su depresión o ser resultado de ella.
La APA recomienda que la psicoterapia sea siempre un componente del tratamiento de la depresión infantil y adolescente.
Medicamentos
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se consideran la opción antidepresiva de primera línea para los jóvenes con depresión. Solo dos ISRS, Prozac (fluoxetina) y Lexapro (escitalopram), están aprobados por la FDA para su uso en jóvenes con depresión.
Su médico también puede recetarle un ISRS diferente o un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) si considera que es lo mejor para su hijo. Esto se conoce como uso no indicado en la etiqueta y es una práctica bastante común.
Antidepresivos y pensamientos suicidas
Si bien los antidepresivos pueden ser una forma eficaz de tratar la depresión infantil, su uso se ha relacionado con efectos secundarios graves , como pensamientos suicidas en personas menores de 25 años. Aunque este efecto secundario es poco común, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ahora exige que todos los antidepresivos lleven una advertencia de recuadro negro sobre este mayor riesgo de suicidio.
Esto no significa que las personas de este grupo de edad no deban usar antidepresivos , sino que deben ser supervisadas cuidadosamente por médicos y cuidadores, en particular durante las primeras semanas después de comenzar a tomar un antidepresivo.
Si su hijo tiene pensamientos suicidas, comuníquese con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988 para recibir apoyo y asistencia de un consejero capacitado. Si usted o un ser querido está en peligro inminente, llame al 911.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales .
Albardilla
En los casos leves de depresión, los cambios en el estilo de vida pueden ser una forma eficaz de abordar los sentimientos de depresión. Algunas medidas, como encontrar formas de controlar el estrés, hacer ejercicio físico con regularidad, utilizar técnicas de relajación y crear un sistema de apoyo social más sólido , pueden ayudar a mejorar los sentimientos del niño.
A continuación, se presentan algunos pasos proactivos que puede tomar para fomentar habilidades de afrontamiento saludables y apoyar la salud mental:
- Hable sobre cómo cuidar el cuerpo también ayuda a la mente. Explique cómo comer alimentos nutritivos y hacer mucho ejercicio es bueno para la salud mental .
- Asegúrese de que su hijo tenga un horario de sueño constante. Apague los dispositivos antes de acostarse y asegúrese de que su hijo se acueste y se despierte a la misma hora todos los días.
- Ayude a su hijo a desarrollar una vida social plena sin sobrecargar su tiempo. Asígnele responsabilidades y recompénselo por ser responsable.
- Enséñele a su hijo a resolver problemas , a manejar sus emociones de manera saludable y a desarrollar estrategias que lo ayuden a enfrentar los fracasos y los contratiempos. Hable también sobre su salud mental y haga que mantenerse saludable sea una prioridad en su familia.
En última instancia, son los tutores quienes deben decidir qué opciones de tratamiento emplear. Es importante que los padres y los niños se informen sobre el tratamiento y los posibles riesgos y beneficios de cada opción.
Una palabra de Verywell
La depresión infantil puede tener un impacto grave en la vida de un niño, por lo que siempre es importante estar atento a las señales de advertencia que indican que su hijo puede estar deprimido. Hable con su hijo sobre lo que siente y tenga cuidado de brindarle apoyo y no juzgarlo.
Afortunadamente, las intervenciones tempranas pueden ayudar a los niños a volver a encaminarse antes de que los síntomas de depresión afecten gravemente su vida y su capacidad para funcionar.