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¿Sientes constantemente que no tienes control sobre las situaciones o que otras personas están tratando de hacerte daño? ¿O sientes que te siguen sucediendo cosas malas sin importar lo que hagas? Si te encuentras culpando a otras personas por eventos o situaciones en tu vida, es posible que estés luchando con lo que se conoce como mentalidad de víctima.
Las personas con mentalidad de víctima sienten que siguen sucediendo cosas malas y que el mundo está en su contra. Pueden sentir que todos los demás están en su contra, ya sea su pareja, sus compañeros de trabajo o incluso su familia o amigos. Aunque puede haber cosas que puedan hacer para ayudar a solucionar la situación, no se responsabilizan de nada y sienten que todo está fuera de su control.
Además, es posible que te tomes las cosas a pecho, incluso cuando no estén dirigidas a ti. Es posible que tengas pensamientos como: “¿Qué hice para merecer esto?”. También es posible que te sientas resentido la mayor parte del tiempo.
Lo más probable es que hayas pasado por un mal momento en tu vida o hayas experimentado un trauma , pero no tenías estrategias para afrontarlo en ese momento y desarrollaste este punto de vista negativo o mentalidad de víctima. Esto te llevó a creer que la vida simplemente te sucede y que no tienes ninguna responsabilidad por lo que sucede en tu vida.
Incluso cuando la gente viene y trata de ofrecerte soluciones, probablemente elaboras una lista de razones por las cuales esas soluciones no funcionarán y dejas a quienes ofrecen ayuda frustrados o sin entender qué salió mal.
Es posible que incluso te preguntes por qué sigues comportándote de esta manera. La verdad es que probablemente haya algunos beneficios secundarios por negarte a cambiar tu mentalidad de víctima. Es posible que estés ganando simpatía o atención por tu angustia por lo que te sucedió. Es posible que te sientas aliviado de que otros te ofrezcan ayuda o validación . Probablemente también no quieras volver a sentirte vulnerable nunca más, por lo que es más fácil no correr riesgos.
Este artículo analiza qué es una mentalidad de víctima, los signos y síntomas de esta mentalidad y cómo puedes aprender a eliminar algunos patrones de pensamiento negativos.
Índice
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Entendiendo la mentalidad de víctima
Si damos un paso atrás, ¿qué es exactamente la mentalidad de víctima? Si bien la mentalidad de víctima no es una condición diagnosticable reconocida, es un término comúnmente aceptado y tiene otros nombres alternativos, como síndrome de víctima y complejo de víctima.
Aquellos con mentalidad de víctima sostienen tres creencias:
- Te han sucedido cosas malas en el pasado y te seguirán sucediendo.
- Otros tienen la culpa de tu desgracia.
- No tiene sentido intentar hacer un cambio porque no funcionará.
Para las personas que tienen una mentalidad de víctima, parece que hundirse en la negatividad es más fácil que tratar de salvarse a sí mismos, e incluso pueden imponer esta mentalidad a otras personas.
En esencia, la mentalidad de víctima tiene sus raíces en el trauma, la angustia y el dolor la mayor parte del tiempo. Cuando experimentas una situación traumática, normalmente a manos de otras personas, puedes aprender que eres impotente y que nada de lo que hagas en el futuro va a cambiar la situación.
Esto te lleva a sentirte vulnerable y temeroso y, a su vez, eliges no asumir la responsabilidad o culpar a otras personas y poner excusas incluso cuando hay acciones que podrías tomar.
¿Es permanente la mentalidad de víctima?
Si bien es comprensible que te sientas así después de una serie de eventos traumáticos, la verdad es que siempre hay múltiples factores involucrados en cualquier mala situación. Si bien es posible que no hayas podido controlar lo que te sucedió en el pasado, es probable que sí tengas cierto grado de control sobre lo que te sucederá en el futuro.
Por ejemplo, si has estado intentando encontrar un trabajo sin éxito, existe la oportunidad de aprender de lo que no ha funcionado para poder intentar hacer algunos cambios en el futuro. Por el contrario, alguien con una mentalidad de víctima tendrá poco interés en tomar medidas que puedan llevar a una mejora.
Además, cuando otras personas intentan ayudarte, es posible que te refugies en la autocompasión y argumentes que nada funcionará. En otras palabras, lo único que quieres es sentir lástima por ti mismo en lugar de esforzarte por lograr un cambio significativo.
Si bien está bien sentirse mal por lo que le ha sucedido y asegurarse de superar las emociones difíciles, todas las personas con una mentalidad de víctima deben poner fin a la autocompasión y trabajar para cambiar y sanar. De lo contrario, sus sentimientos de ser una víctima y sentirse impotente lo seguirán por el resto de su vida.
La verdad es que la vida nunca dejará de darte desafíos, y si sientes que nada de lo que hagas marca la diferencia, entonces tendrás que enfrentar una batalla cuesta arriba por el resto de tu vida.
Uno de los signos más comunes de la mentalidad de víctima es el autosabotaje constante y el pensamiento negativo. La buena noticia es que no se trata de un rasgo heredado, sino que has aprendido a comportarte de esta manera. Es probable que en algún momento hayas sido una víctima, pero no tienes por qué seguir siendo una víctima.
Una víctima culpa a otros de su situación actual, incluso cuando los demás no tienen nada que ver y ellos mismos son los culpables (o al menos en parte).
Sí, se violaron tus derechos y no merecías lo que te pasó. Mereces empatía, compasión y comprensión. Y puedes darte todo eso a ti mismo sin esperar a que nadie más te lo dé.
Señales de una mentalidad de víctima
¿Cuáles son algunas señales de una mentalidad de víctima? Si no estás seguro de si estás luchando con una mentalidad de víctima, aquí hay algunas señales potenciales a las que debes prestar atención:
- Culpas a otras personas por cómo va tu vida.
- Sientes que todo está en tu contra
- Tienes problemas para afrontar los reveses.
- Tienes una actitud negativa al afrontar la mayoría de las situaciones.
- Cuando alguien intenta ayudarte, te enojas .
- Cuando sientes lástima por ti mismo, te hace sentir un poco mejor.
- Sueles juntarte con otras personas a quienes también les gusta quejarse y culpar a otras personas.
- Te resulta difícil hacer cambios en tu vida
- Sientes que te falta el apoyo de otras personas.
- Te falta confianza en ti mismo o tienes baja autoestima.
- Sientes que los demás deberían reconocer que has sido una víctima.
- Quieres que las personas que te han hecho daño reconozcan lo que hicieron.
- Tienes una visión muy en blanco y negro de otras personas.
- Te falta empatía por los problemas de los demás.
- Tienes tendencia a rumiar sobre situaciones.
- Eres pasivo cuando transcurre tu día.
- ¿Crees que el mundo es un lugar injusto?
- Estás hipervigilante ante las cosas malas que podrían suceder.
- No estás emocionalmente disponible para otras personas.
- Sientes que el fracaso es permanente
- Tienes una sensación constante de impotencia.
- Tienes tendencia a catastrofizar
- Siempre sientes que a otras personas les va mejor en la vida que a ti.
Comportamientos de mentalidad de víctima
¿Qué es la conducta de mentalidad de víctima? Se refiere a los tipos de acciones que las personas con mentalidad de víctima tienden a adoptar. ¿Cuáles son las conductas que tienden a adoptar las personas con mentalidad de víctima? A continuación, se presentan algunas de las más comunes que puede observar:
- Una tendencia a culpar a otras personas.
- No asumir la responsabilidad de tu propia vida
- Estar hipervigilante con otras personas y reaccionar a las cosas pequeñas de una manera importante.
- Ser muy consciente de cuando las personas tienen malas intenciones.
- Sentir que todos los demás lo tienen más fácil que tú y por eso no lo intentas.
- Sentimientos de alivio cuando recibes simpatía o compasión y buscas esto como resultado.
Actitudes de mentalidad de víctima
Además, ¿cuáles son las actitudes que acompañan a la mentalidad de víctima? A continuación, se indican algunas de las actitudes a las que hay que prestar atención.
- Sentirse demasiado pesimista sobre su futuro
- Sentimientos de ira reprimida
- Sentir que tienes derecho a la simpatía de los demás.
- Sentirse a la defensiva sin importar lo que digan otras personas
- Sentir que no tiene sentido buscar soluciones
- Ver a las personas como blancas y negras o buenas y malas
- No estar dispuesto a asumir riesgos
- Exagerar los riesgos de las situaciones o lo mal que podrían llegar a resultar.
- Menospreciándote todo el tiempo
- Un sentimiento de indefensión aprendida
Creencias sobre la mentalidad de víctima
Por último, analicemos las creencias que tiene una persona con mentalidad de víctima. A continuación, se enumeran las creencias más comunes que puede tener una persona con este tipo de mentalidad. En cierto modo, se trata de una mentalidad de indefensión aprendida.
- Siempre me pasan cosas malas.
- No tiene sentido intentar cambiar porque no puedo hacer nada al respecto.
- Soy merecedor de las cosas malas que me pasan.
- A nadie le importa yo ni lo que me ha pasado.
- No tengo elección sobre lo que me pasa.
- No sé qué hacer para cambiar las cosas.
- Debo aceptar lo que me pasa.
- No puedo hacer cambios en mi vida.
Causas de la mentalidad de víctima
¿Qué hace que alguien tenga una mentalidad de víctima? Las causas más comunes pueden incluir:
- Experiencias de traumas pasados donde se desarrolló esta mentalidad como mecanismo de afrontamiento.
- Múltiples situaciones negativas en las que no tenías sensación de control
- Dolor emocional continuo que te hace sentir impotente o atrapado y te das por vencido.
- Que alguien traicionara tu confianza en el pasado te hace sentir que no puedes confiar en las personas en el futuro (especialmente en un padre o pareja).
- Ganancia secundaria después del período inicial (por ejemplo, hacer que los demás se sientan culpables para obtener atención)
¿Qué trastorno de personalidad se presenta como víctima?
El trastorno narcisista de la personalidad (TNP) es un tipo de trastorno de la personalidad que suele asociarse a una mentalidad de víctima. Las personas que padecen este trastorno a veces adoptan una conducta de víctima para manipular a los demás, pero suelen tener un sentimiento excesivo de victimización y de sentirse con derecho a todo. Al echar la culpa a los demás, pueden proteger su propio sentido exagerado de sí mismos.
Resultados de una mentalidad de víctima
¿Cuáles son algunas de las consecuencias de tener una mentalidad de víctima? A continuación, se enumeran algunas de las consecuencias más comunes que pueden derivar de la persistencia de esta mentalidad:
- Sentimientos de culpa, vergüenza y depresión.
- Sentirse frustrado con el mundo
- Sentirse herido y que a la gente no le importas.
- Sentirse resentido con otras personas que tienen éxito.
- Sentirse deprimido, aislado o solo.
- Tener problemas en las relaciones o en el trabajo porque los demás se sienten manipulados o culpados.
- Sentirse mal consigo mismo o participar en conductas autodestructivas
- Sentir que prosperas gracias al drama y negarte a hacer cambios cuando enfrentas contratiempos.
- Emociones negativas constantes como miedo, tristeza y enojo.
- Puede que te lleve mucho tiempo confiar en terapeutas o figuras de autoridad.
Cómo acabar con la mentalidad de víctima
Si te identificas con todos los signos y síntomas de tener una mentalidad de víctima, es posible que te preguntes cómo lograr un mejor estado mental
Si es así, a continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a afrontar mejor la situación y adoptar una mejor mentalidad:
- Elige entre abandonar las situaciones o aceptarlas.
- Habla para recuperar tu poder de cambiar una situación.
- Lea libros de autoayuda como “El poder del ahora” de Eckhart Tolle.
- Perdónate a ti mismo o a otros que te han hecho daño (no aceptes sino más bien perdona) para reducir la hostilidad y las respuestas al trauma.
- Busque ayuda de un terapeuta que pueda ayudarle a procesar el trauma del pasado.
- Desarrolla tu inteligencia emocional
- Asume la responsabilidad de lo que puedes controlar en una situación de la vida y de cómo reaccionas.
- Toma el control sobre con quién pasas el tiempo
- Dedíquese al autocuidado para tratarse con compasión y amabilidad.
- Participe en el amor propio y en verse como una persona valiosa.
- Adopte el hábito de llevar un diario para liberar los malos sentimientos.
- Empieza a decir no a las cosas que no se alinean con tus valores o con lo que quieres para tu vida.
- Conviértete en una prioridad y cuida la cantidad de energía que gastas
- Identificar metas personales que puedas alcanzar trabajando
- Descubra cómo obtener los mismos beneficios que ha estado obteniendo con una mentalidad de víctima (por ejemplo, el autocuidado).
- Practica la gratitud por lo que ya tienes en tu vida.
Cómo ayudar a alguien con mentalidad de víctima
¿Te preguntas cómo ayudar a alguien con mentalidad de víctima? Puede resultar frustrante intentar ayudar a alguien que tiene mentalidad de víctima porque no se hace responsable de su vida y parece culpar a los demás. Sin embargo, esto se debe únicamente a que hay mucho más en juego debajo de la superficie. A continuación, se indican algunas formas en las que puedes ayudar:
- Sea empático y reconozca que han enfrentado eventos dolorosos en su pasado.
- No los etiquetes como víctimas porque eso solo empeorará la situación.
- Identifique comportamientos inútiles específicos, como echar culpas a otros, quejarse y no asumir la responsabilidad.
- Permítales hablar y compartir sus sentimientos.
- No te disculpes si no sientes que eres el único culpable de una situación
- Establece límites y no dejes que invadan tu espacio personal
- Ofrézcales ayuda para encontrar soluciones, pero no intente protegerlos de malos resultados.
- Ayúdelos a pensar en objetivos o formas de cambiar sus vidas.
- Hazles muchas preguntas para sondearlos y hacerlos pensar (por ejemplo, ¿en qué eres bueno? ¿En qué has hecho bien en el pasado?)
- Valide sus sentimientos en lugar de ignorarlos.
- Anímelos a hablar con un terapeuta si tienen un trauma que no ha sido procesado del pasado.
- Prepárate para tus conversaciones y no te dejes llevar por malas dinámicas.
- No los ataque y sea amable; permítales crecer a través de su estímulo.
Cosas que decirle a alguien con mentalidad de víctima
¿Te preguntas qué puedes decirle específicamente a alguien que tiene una mentalidad de víctima? A continuación, se muestran algunas frases que puedes usar:
- “Lamento que estés pasando por esto. Estoy aquí para hablar cuando quieras aclarar las cosas”.
- “Tengo aproximadamente una hora para hablar si quieres intentar resolver las cosas”.
- “No puedo resolver este problema por ti, pero estoy aquí para ayudarte a resolverlo”.
- “Me preocupo por ti, pero parece que estamos repasando las mismas cosas una y otra vez. ¿Podemos volver a hablar de esto más tarde?”
Razones por las que persiste la mentalidad de víctima
¿Por qué seguirías teniendo una mentalidad de víctima si te hace sentir mal? La verdad es que tener una mentalidad de víctima puede tener muchos beneficios secundarios. A continuación, se presentan algunas de las razones por las que, en el fondo, no quieres cambiar.
- Te permite no responsabilizarte de tu vida.
- La gente intentará ayudarte y resolver tus problemas por ti.
- Puede que seas adicto al drama en tu vida.
- Es posible que prefieras evitar sentirte enojado y, en cambio, es más fácil sentirte molesto o triste.
- Ser una víctima constante te hace sentir que los demás te valoran.
- Se ha convertido en una forma de supervivencia o un hábito que no puedes desaprender.
- Tienes miedo de enfrentar la ira, la vergüenza, el miedo o la tristeza que subyacen a tu mentalidad de víctima.
- Te ayudó a superar un momento muy difícil y ahora es solo un hábito.
- Si la gente piensa que estás luchando, entonces no te criticarán.
- Te ayuda a evitar conflictos con los demás.
- Es más probable que obtengas lo que quieres en situaciones
- Hay menos expectativas sobre ti si todos saben que estás luchando
- La gente no te cargará con sus problemas si tú ya tienes muchos propios.
- Tienes influencia sobre las personas cuando te haces la víctima
- Obliga a otras personas a cuidarte.
Una palabra de Verywell
Si estás luchando con una mentalidad de víctima, es importante que sepas que no es tu culpa, aunque tengas el hábito de reaccionar de esta manera. Si luchaste contra un trauma, entonces tienes una razón genuina para sentirte como una víctima. Nada puede quitarte eso.
Al mismo tiempo, debes mostrarte autocompasión para poder superar esta situación y buscar ayuda si la necesitas. Si sigues viviendo en una mentalidad de víctima, te sentirás impotente e indefenso e incapaz de iniciar un cambio en tu vida.
Cualquier cosa que puedas hacer para salir de esa mentalidad de víctima será el primer paso para convertirte en la persona que quieres ser.
Aunque puede resultarte difícil recordar cómo eras antes de empezar a pensar de esta manera, si das pequeños pasos constantes, llegarás a donde quieres llegar. Y será más fácil para los demás apoyarte en el camino si estás abierto a recibir ayuda y sugerencias de otras personas. No tienes que aceptar lo que sucedió para provocar esta mentalidad, pero poder superarla te ayudará mucho.