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El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo que afecta el modo en que las personas que viven con él se comportan y se comunican.
Es una afección que afecta tanto a niños como a adultos. Sin embargo, los síntomas varían de una persona a otra. Los síntomas del TEA también varían en gravedad. Algunas personas pueden experimentar solo síntomas leves a lo largo de sus vidas, mientras que otras pueden experimentar afecciones mucho más graves. Si no se trata, el TEA puede empeorar en gravedad.
En los niños autistas , los síntomas pueden comenzar muy temprano y persistir hasta la edad adulta. En casos graves , los síntomas pueden interferir con el funcionamiento diario .
Índice
Signos y síntomas
Si bien muchas personas que viven con esta afección pueden compartir una serie de signos y síntomas similares, estos se manifiestan un poco diferentes en niños y adultos.
Síntomas del autismo en los niños
Los síntomas del autismo en los niños se dividen en dos categorías principales: dificultades de comunicación y conductas restringidas y repetitivas. Los niños también pueden experimentar problemas sensoriales y sentirse sobreestimulados o subestimulados por sonidos, luz, olores o dolor.
Desafíos de la comunicación
Este es un síntoma común en niños y adultos. Por ejemplo, las personas autistas pueden tener dificultades para hablar, mantener el contacto visual, controlar sus expresiones faciales o repetir gestos.
Estas son algunas otras formas en que los problemas de comunicación pueden manifestarse en personas con esta afección:
- Puede que no respeten el espacio personal de las personas.
- No responden a su nombre cuando se les llama, especialmente a una edad muy temprana.
- Les resulta difícil jugar con niños de su misma edad.
- Les resulta difícil comprender las emociones de otras personas y, en algunos casos, no saben que han herido los sentimientos de alguien más.
- A menudo se distraen entre conversaciones.
- A veces pueden hablar en un tono diferente a su tono de voz habitual y mantener esto durante un tiempo.
- Puede que les resulte difícil comprender las señales no verbales .
Comportamientos restringidos y repetitivos
Los niños autistas pueden presentar determinadas conductas que pueden parecer atípicas si no estás familiarizado con ellas. También pueden repetir estas conductas con mucha frecuencia.
Algunas conductas restringidas y repetitivas que presentan los niños autistas incluyen:
- Alinear objetos personales en un orden determinado y enojarse cuando se colocan fuera de orden
- Repetir una palabra o frase en particular varias veces
- Repetir ciertos gestos una y otra vez. Por ejemplo, pueden girar en círculo varias veces o aplaudir repetidamente.
- Apegarse a rutinas estrictas y enojarse cuando alguien o algo interrumpe su rutina.
- Pueden volverse obsesivos cuando encuentran algo o una actividad que les interesa. Por ejemplo, un niño con TEA puede negarse a irse a la cama o a participar en cualquier actividad si no lleva puesto su sombrero favorito.
- Participar en actividades que podrían provocar autolesiones, como golpearse repetidamente la cabeza contra una pared.
Algunos otros signos de TEA en niños que no entran particularmente en ninguna de las categorías anteriores incluyen:
- Experimentan un retraso en el desarrollo de sus habilidades lingüísticas, lo que significa que pueden empezar a hablar mucho más tarde que sus compañeros.
- Exhibir conductas hiperactivas e impulsivas.
- Experimentar cambios de humor de leves a severos
- Tener una rutina de sueño inusual
- Tener hábitos alimentarios inusuales. Un niño autista puede comer solo en determinados momentos, negarse a comer determinados alimentos o mostrar una preferencia tan marcada por determinados alimentos que es necesario incluirlos en casi todas las comidas.
Síntomas del autismo en adultos
El autismo tiende a manifestarse de forma un poco diferente en los adultos que lo padecen. Las investigaciones también muestran que el autismo se manifiesta de forma un poco diferente en hombres y mujeres. Las mujeres autistas pueden ser más tranquilas y mostrar menos signos evidentes de la enfermedad. Esto suele dificultar el diagnóstico de la enfermedad en mujeres adultas.
Algunos de los síntomas comunes que experimentan los adultos autistas incluyen:
- Seguir una rutina muy estricta y enojarse ante la más mínima alteración de su rutina.
- Experimentar ansiedad incluso en las situaciones sociales más pequeñas y, a menudo, preferir estar aislado.
- Pueden tomar las cosas muy literalmente. Por ejemplo, es posible que no comprendan o no capten el sarcasmo.
- Dificultad para expresarse emocionalmente.
- Dificultad para controlar el tono de voz en situaciones que lo requieren. Por ejemplo, pueden parecer groseros o impetuosos con las personas, incluso cuando no es su intención.
- Dificultad para hacer o mantener contacto visual con otras personas.
Complicaciones y comorbilidades
Las investigaciones muestran que las personas con autismo presentan una importante coexistencia de trastornos mentales y físicos, como el TDAH y los trastornos del sueño . Estas afecciones pueden persistir durante toda la vida o disminuir en gravedad en diferentes etapas de la enfermedad.
A menudo resulta difícil diagnosticar muchos trastornos coexistentes porque las personas autistas suelen tener dificultades de comunicación.
Algunas de las afecciones coexistentes más comunes que pueden experimentar las personas autistas incluyen:
- Trastornos convulsivos : las personas autistas también pueden padecer trastornos convulsivos como la epilepsia. Algunas investigaciones muestran que entre el 25 % y el 40 % de las personas autistas padecen trastornos convulsivos.
- Trastornos alimentarios : la obesidad y la anorexia provocadas por trastornos alimentarios pueden presentarse en personas autistas. Esto suele ser resultado de patrones de alimentación selectivos, que es un síntoma común de la enfermedad.
- Trastornos del sueño: algunas investigaciones muestran que entre el 50% y el 80% de los niños autistas padecen trastornos del sueño. Pueden tener dificultades para conciliar el sueño o no poder permanecer dormidos durante toda la noche.
Síndrome de Asperger
El síndrome de Asperger (SA) solía clasificarse por separado del TEA en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Sin embargo, en la última versión del manual, el SA se ha agrupado con el TEA. Como resultado, las personas que antes tenían un diagnóstico de SA ahora se consideran pertenecientes al espectro autista.
A medida que los niños autistas crecen, algunos de estos síntomas pueden desaparecer o disminuir en gravedad con el cuidado adecuado. Sin embargo, el autismo es una enfermedad que dura toda la vida y actualmente no existe cura para ella.
Si alguno de estos signos y síntomas le resulta familiar a sus hijos o a alguien que usted conoce, es recomendable que hable con un médico al respecto. A veces, los síntomas del TEA también pueden ser indicativos de otros trastornos del desarrollo.