¿Qué traerá el futuro de la atención de la salud mental?

En un breve lapso de tiempo, la pandemia ha aumentado nuestra conciencia de la vulnerabilidad de nuestra salud mental. Al estar en plena intersección entre nuestra salud física y las circunstancias externas, hemos visto con qué rapidez las circunstancias y los desafíos pueden afectar a nuestro estado de ánimo y comportamiento, y también nos hemos dado cuenta de lo fuertes y resilientes que pueden ser nuestras mentes.

Pero quizás lo más importante es que ahora estamos presenciando un cambio en nuestra manera de pensar sobre la salud mental. Las preocupaciones en torno a la salud mental y su tratamiento están finalmente ocupando un lugar más destacado en la corriente principal de la sociedad.

Estas consideraciones nos colocan en una mejor posición, de cara al futuro, para comprendernos a nosotros mismos y las experiencias que compartimos, así como los emocionantes avances que se están logrando en la investigación y los tratamientos.

El campo de la atención de la salud mental está en constante evolución, lo que puede hacer que nos preguntemos hacia dónde nos dirigimos a continuación. A medida que avanzamos hacia un mundo con menos estigma, más comprensión y menos barreras para la atención, nos preguntamos: ¿cómo podría ser el futuro de la atención de la salud mental?

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La terapia, reinventada

Casi de la noche a la mañana, las restricciones por la pandemia obligaron a que la mayoría de las operaciones diarias se hicieran en línea, y la terapia no fue la excepción. Innumerables personas se adaptaron a asistir a las citas de forma remota, mientras que aún más decidieron buscar ayuda por primera vez.

“La gente no está volviendo al sofá”, dice Priya Singhvi, LPC. “La COVID-19 afectó drásticamente la práctica de la terapia de conversación al incorporar la adopción a gran escala de la tecnología. Muchos médicos han optado por seguir tratando a las personas de forma remota. Ahora que la telesalud ha despegado, no hay vuelta atrás”.

Singhvi se desempeña como terapeuta principal y directora de operaciones clínicas en Rey, una plataforma de salud mental basada en realidad virtual que se enfoca en fobias, ansiedad social y trastorno de estrés postraumático. Con esta forma de tratamiento, los pacientes usan cascos de realidad virtual, pero eso no significa que su terapeuta se parezca a su personaje favorito de Marvel o que esté charlando desde un diván estilo Luis XIV en Versalles.

En cambio, los auriculares permiten realizar terapias de exposición de forma segura que recrean un entorno o una experiencia desencadenantes para que los pacientes puedan ser tratados en una experiencia similar a la que están viviendo, ya sea hablando en un escenario, cruzando un puente o habitando un pequeño espacio cerrado. La modalidad también puede ayudar a los pacientes a procesar eventos traumáticos y situaciones desencadenantes en un entorno seguro y controlado.

Es importante señalar que la terapia de realidad virtual no es necesariamente nueva. En los últimos años, los estudios han demostrado que este método puede ayudar a tratar eficazmente afecciones asociadas con la ansiedad, el miedo y el trauma. Pero como las tasas de trastorno de estrés postraumático están aumentando, especialmente entre los trabajadores de la salud, Singhvi señala que una plataforma de terapia de realidad virtual a la que se puede acceder desde casa lleva la telesalud “al siguiente nivel” al priorizar verdaderamente a los pacientes: pueden obtener ayuda cuando y donde la necesitan, y a menudo es más asequible.

En un entorno de telesalud, cuando un paciente busca esta forma de tratamiento, recibe un casco de realidad virtual y se conecta a sesiones programadas con su terapeuta. Luego, se les indica a los pacientes que trabajen en el programa terapéutico a su propio ritmo y mantengan contactos con su proveedor durante el proceso.

“La realidad es que nunca habrá suficientes proveedores de alta calidad para satisfacer la creciente demanda de servicios de salud mental”, afirma Singhvi. “Si realmente queremos abordar esta crisis, tenemos que dejar de lado la idea de que la terapia solo se puede realizar en persona y reconocer los enormes beneficios que brindan las intervenciones digitales automatizadas y fáciles de usar”.

El campo emergente de la psicología nutricional

Una parte importante de la rutina diaria de salud de cualquier persona es la alimentación que consume y, si bien es común ajustar la dieta en beneficio de la salud física, a menudo se pasa por alto el impacto de nuestros hábitos alimentarios en nuestra salud mental. El campo emergente de la psicología nutricional tiene como objetivo cambiar eso.

Hay mucha evidencia científica que respalda una fuerte conexión entre el intestino y el cerebro. En esta relación cíclica, cada uno puede afectar al otro, por lo que no es difícil concluir que lo que pones en tu estómago puede afectar tu estado de ánimo, comportamiento y salud mental.

En su reciente libro, “ This Is Your Brain on Food ” (Así es tu cerebro cuando come), la psiquiatra nutricional Uma Naidoo, MD , analiza este “romance entre el intestino y el cerebro” y brinda información sobre las formas en que los alimentos pueden afectar los síntomas de afecciones como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, el TDAH y el TOC. Si bien los tratamientos con medicamentos y psicoterapia son la base del tratamiento de estos trastornos, no tener en cuenta la dieta del paciente puede perjudicarlo enormemente.

“El problema es más grande que la psiquiatría y se extiende a la medicina en su conjunto”, escribe Naidoo. “A pesar de la enorme cantidad de problemas de salud relacionados con la dieta, puede parecer descabellado, pero muchos pacientes no escuchan consejos sobre alimentación de sus médicos, y mucho menos de sus psiquiatras… La educación nutricional para los médicos es limitada”.

Al incorporar alimentos a los planes de tratamiento que podrían incluir otras modalidades terapéuticas, la psicología nutricional presenta un enfoque más holístico del bienestar mental. Si bien el campo ya está definido, organizaciones como el Centro de Psicología Nutricional están trabajando para crear una metodología y desarrollar un plan de estudios formalizado para su colocación en universidades en los próximos diez años.

“En psiquiatría, finalmente estamos empezando a hablar sobre el poder de la comida como medicina para la salud mental”, escribe Naidoo.

La nueva frontera de los psicodélicos

No podemos hablar de modos no tradicionales de terapia —ni de avances en el tratamiento de la salud mental— sin abordar las drogas psicodélicas .

Los psicodélicos han sido un tema candente en la investigación de la salud mental durante algún tiempo, y estudios más recientes han arrojado algunos resultados prometedores: los pacientes con trastorno depresivo mayor han visto mejorar los síntomas con la ayuda de la psilocibina5 hay algunas investigaciones que respaldan la terapia asistida con MDMA como segura y efectiva en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático crónico grave. La evidencia también apunta al potencial de los psicodélicos para ayudar a tratar afecciones como los trastornos alimentarios y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

Sin embargo, debido a la estigmatización de los compuestos psicodélicos a lo largo del último siglo, muchas personas siguen desconfiando de la experiencia de alteración mental que pueden inducir estas drogas. Como resultado, ha habido un impulso para desarrollar un tratamiento que ofrezca los mismos beneficios de una droga psicodélica sin ser, bueno, psicodélico.

Esto sería un gran error, dice Brian Pilecki, PhD , psicólogo clínico autorizado en Portland Psychotherapy en Portland, Oregon. Pilecki dice que la separación de los componentes biológicos y psicológicos de la droga va en contra del consenso científico tradicional y contemporáneo de que un cambio en la conciencia es fundamental para el proceso terapéutico. “Lo que sabemos sobre los psicodélicos a partir de la investigación clínica sugiere que la experiencia subjetiva, incluidos los cambios en la percepción y la conciencia, son un elemento importante para los resultados terapéuticos que estamos viendo”, dice Pilecki.

El terapeuta guiará a sus pacientes a través de esas emociones y recuerdos incómodos que surgen durante una experiencia psicodélica facilitada. El objetivo final no es eliminar todos los sentimientos negativos, sino mejorar la capacidad del individuo para estar completamente presente. Pilecki dice: “Aprender a enfrentar emociones o recuerdos desafiantes puede ser vital para enseñarles a los participantes que no deben tener miedo de su experiencia interna”.

Todavía queda mucho por aprender sobre cómo los psicodélicos podrían influir en el tratamiento de la salud mental, pero hasta ahora la investigación clínica es extremadamente prometedora.

Que haya luz

Si bien no existe una cura conocida para la enfermedad de Alzheimer , los neurocientíficos y los investigadores trabajan incansablemente para avanzar en nuestra comprensión de la enfermedad y desarrollar un tratamiento eficaz. Un área de esta investigación es la terapia de luz.

Las placas amiloides que se acumulan en el cerebro en cantidades anormales están asociadas con la enfermedad de Alzheimer. Se ha observado que las redes de células del cerebro oscilan al unísono en presencia del tipo adecuado de estímulo. Se ha especulado con que las ondas gamma potencian la actividad de las células del cerebro que eliminan estas placas amiloides.

Las investigaciones han demostrado que la exposición a luces y sonidos en la frecuencia gamma de alrededor de 40 Hz induce estas oscilaciones en el cerebro. El método se está estudiando como tratamiento y medida preventiva contra la enfermedad de Alzheimer.

La neurobióloga Veronica Price, cofundadora y directora de conocimiento de BRIGHT , señala que los neurocientíficos de los principales institutos de investigación cerebral están centrando sus esfuerzos en esta área de investigación.

Price dice que esta es “una nueva dirección para la investigación de tratamientos para [trastornos neurodegenerativos]”, pero requiere más investigación para determinar la verdadera eficacia.

Fortaleciendo la salud mental

Estamos presenciando un cambio colectivo que no solo prioriza la salud mental en nuestra vida diaria, sino que también establece bases más sólidas para sistemas de salud mental saludables. Algunas organizaciones están dedicándose tiempo a comprender y abordar las raíces de los problemas.

Uno de estos problemas es una de las principales causas de muerte en Estados Unidos.

La Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio (AFSP, por sus siglas en inglés) tiene un plan para reducir significativamente la tasa de suicidios del país. Se trata de Project2025 , una iniciativa nacional en curso para reducir la tasa de suicidios en un 20 % en los próximos cuatro años. La AFSP está centrando sus intervenciones en los sistemas de atención médica, los departamentos de emergencia, las instituciones penitenciarias y las comunidades de usuarios de armas de fuego con el fin de educar y mejorar las medidas de detección y prevención con la esperanza de salvar vidas.

Con objetivos similares en mente, la Comisión Federal de Comunicaciones, en un esfuerzo conjunto con la Administración de Servicios de Salud Mental y Sustancias (SAMHSA) del Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE. UU., lanzó en julio de 2022 una nueva línea directa nacional de tres dígitos. Este número, 988 , es una alternativa más sencilla al anterior número de la línea directa de prevención del suicidio, 1-800-273-TALK.

La adopción de un número de teléfono fácil de recordar para casos de crisis de salud mental, en particular, eliminará parte de la confusión que puede experimentar una persona en crisis o alguien que cuida a un ser querido en crisis. Esto también puede evitar los posibles peligros de llamar al 911 y provocar la intervención de los agentes de la ley, que a menudo no están bien preparados para tratar los síntomas de una enfermedad mental y pueden agravar la situación, causando más daños.

A medida que se toman medidas para poner mayor énfasis en el acceso a la atención de salud mental, es crucial que los lugares donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sigan el mismo ejemplo.

En el transcurso de las últimas décadas y con el auge de la cultura corporativa, el lugar de trabajo se ha vuelto notoriamente tóxico para la salud mental. Pero la pandemia ha provocado un cambio, ya que más personas que nunca han informado que sufren agotamiento, ansiedad y depresión como resultado de sus horarios y entornos laborales.

“Los empleadores deben cambiar la conversación sobre la salud mental y convertirla en la norma en lugar de la excepción”, afirma la psicóloga clínica y científica conductual Jennifer La Guardia, PhD . “A menudo, escuchamos sobre la importancia del autocuidado sin hablar de cómo se ve esto”.

La Guardia se desempeña como directora de productos clínicos y ciencia del comportamiento en  Omada Health , una empresa de salud digital que se asocia con organizaciones para promover la salud mental y conductual de los empleados. Insiste en que simplemente proporcionar números de teléfono y sitios web no es suficiente. En el futuro, los empleadores deben hacer un esfuerzo adicional para garantizar que los empleados comprendan cómo navegar por el sistema y recibir la atención que necesitan.

Esta revolución en la atención de la salud mental en el lugar de trabajo está en marcha, ya que las empresas están dando prioridad a las conversaciones sobre la salud mental, adoptando horarios más flexibles e implementando programas que ofrecen servicios de telemedicina y basados ​​en aplicaciones . Algunas empresas incluso están incorporando servicios de atención de la salud mental en sus oficinas.

“Es fundamental que [los empleadores] brinden recursos que apoyen a la persona en su totalidad y permitan a las personas priorizar su salud”, afirma La Guardia.

Ya sea que estemos en el trabajo o en casa, es probable que los esfuerzos de la sociedad por incorporar el autocuidado mental en todos los aspectos de la vida diaria continúen. Con conversaciones más profundas sobre nuestra salud mental colectiva, un acceso más fácil a la atención a través de servicios de telesalud y tratamientos innovadores que sean más inclusivos y asequibles, el futuro de la atención de la salud mental parece algo que esperamos con ansias.