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La demencia es un término que se refiere a un conjunto de síntomas de deterioro cognitivo que interfieren en el funcionamiento diario de una persona. La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia, pero existen otras. La demencia se refiere a los síntomas cognitivos que una persona puede presentar, como pérdida de memoria , dificultad para pensar con claridad, problemas para concentrarse e incapacidad para controlar sus emociones .
Este artículo cubre la definición de demencia, así como sus síntomas y causas. También comparte cómo se diagnostica típicamente la demencia y maneras que pueden ayudarle a sobrellevar física y emocionalmente si usted o un ser querido padece demencia.
Índice
Síntomas de la demencia
Si bien los signos del deterioro cognitivo pueden variar de persona a persona, los siguientes son síntomas característicos de la demencia:
- Confusión
- Dificultad para comprender a los demás
- Dificultad para leer o escribir
- Alucinaciones , delirios o paranoia.
- Tengo dificultades para hablar
- Impulsividad
- Pérdida de interés
- Pérdida de memoria
- Mal juicio
- Problemas con el movimiento
- Repitiéndose
- Tomar más tiempo para completar las tareas
- Vagar y perderse (incluso en lugares familiares)
Los síntomas de la demencia suelen clasificarse en tres etapas: demencia temprana, demencia intermedia y demencia tardía. Los síntomas aumentan y suelen empeorar progresivamente a medida que la persona pasa de la etapa temprana a la etapa tardía.
Demencia en etapa temprana
Es común pasar por alto los síntomas de la demencia en etapa temprana. Durante esta etapa, una persona puede experimentar olvidos, pérdida de la noción del tiempo y/o extraviarse en lugares familiares. Sin embargo, una persona con demencia en etapa temprana generalmente aún puede funcionar de manera independiente.
Demencia en etapa intermedia
Los síntomas suelen hacerse más evidentes cuando la demencia avanza hacia esta etapa. Una persona puede olvidar eventos recientes o los nombres de personas cercanas. Puede confundirse fácilmente, tener problemas para comunicarse y hacer preguntas repetidamente.
En esta etapa, la persona puede necesitar ayuda para realizar tareas cotidianas, como las relacionadas con la higiene personal. También puede experimentar cambios en la personalidad, tal vez agitándose con mayor facilidad. También puede tener dificultad para dormir .
Demencia en etapa avanzada
Los síntomas se vuelven más graves durante la fase avanzada de la demencia. Las personas con demencia avanzada suelen necesitar un cuidador a tiempo completo.
Esta etapa puede presentar los siguientes síntomas:
- Incontinencia de vejiga o intestino
- Delirios (es decir, creer que alguien está “tratando de perjudicarlos”)
- Alucinaciones (ver u oír cosas que no existen)
- Aumento de la pérdida de memoria
- Paranoia (es decir, mayor sospecha de quienes los rodean)
- Movilidad reducida (es decir, dificultad para caminar, tragar, comer o vestirse)
Diagnóstico de la demencia
Es probable que un médico realice un examen físico, que incluya análisis de sangre, para determinar si una persona tiene otra afección médica que pueda contribuir a los síntomas que experimenta.
Por ejemplo, las deficiencias de vitaminas , las afecciones de la tiroides y el consumo excesivo de alcohol pueden causar síntomas como dificultad para concentrarse y recordar cosas y pueden confundirse con demencia.
Además, el médico preguntará sobre el historial médico de la persona, si hay antecedentes de demencia en su familia y qué medicamentos está tomando actualmente la persona (si corresponde).
Si usted o un ser querido presenta síntomas de demencia, es útil llevar un registro de cuándo comenzaron estos síntomas y si han empeorado con el tiempo. Un médico le preguntará sobre la gravedad y la duración de los síntomas.
Lamentablemente, no existe una única prueba para diagnosticar la demencia. Por lo tanto, los médicos necesitarán mucha información para determinar si la demencia es la causa de los síntomas. Pueden realizar lo siguiente:
- Gammagrafías cerebrales : pueden incluir tomografías computarizadas (TC), imágenes por resonancia magnética (IRM) o tomografías por emisión de positrones (PET). Las gammagrafías cerebrales pueden identificar cualquier cambio en la estructura cerebral, así como accidentes cerebrovasculares o tumores que, en algunos casos, pueden causar demencia.
- Pruebas cognitivas : un médico puede administrar pruebas de memoria, lenguaje, habilidades para resolver problemas, equilibrio y/o reflejos.
- Evaluación psiquiátrica : en algunos casos, una condición de salud mental subyacente (como la depresión ) puede contribuir a síntomas similares a los de la demencia, como dificultad para recordar cosas o problemas para concentrarse. Una evaluación psiquiátrica puede ayudar a descartar otra causa potencial de sus síntomas.
Un médico puede realizar un análisis de sangre que mide una proteína llamada beta-amiloide (las personas con Alzheimer tienen un alto nivel de beta-amiloide en la sangre). También hay pruebas genéticas disponibles para medir el riesgo de una persona de desarrollar demencia.
Las pruebas genéticas pueden determinar si alguien es portador de una mutación genética del Alzheimer u otro gen que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Sin embargo, las pruebas genéticas se realizan con mayor frecuencia en personas que aún no presentan síntomas de demencia o en aquellas que se encuentran en la etapa inicial. Se debe consultar a un asesor genético antes de recibir esta prueba; él puede ayudarlo a prepararse para recibir los resultados, ya que puede ser emocionalmente abrumador.
Los profesionales sanitarios pueden tardar meses en realizar un diagnóstico oficial de demencia. Por este motivo, resulta útil que los familiares y seres queridos sigan documentando los signos y síntomas.
Causas de la demencia
La demencia es el resultado de un daño a las células cerebrales. Cuando las células de las partes del cerebro que controlan el pensamiento y la memoria están dañadas, por ejemplo, estas funciones se ven afectadas.
Los investigadores aún están averiguando qué contribuye realmente al daño de estas células. Se cree que la genética desempeña un papel en el desarrollo de la demencia; sin embargo, es posible desarrollar la enfermedad incluso si no se transmite en la familia.
Algunas condiciones de salud también pueden causar demencia, como:
- Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob : un trastorno neurodegenerativo raro y mortal
- Enfermedad de Huntington : un deterioro de las células nerviosas del cerebro.
- Enfermedad de Parkinson : Las personas con Parkinson en etapa avanzada pueden desarrollar demencia
- Síndrome de Wernicke-Korsakoff : una deficiencia de vitamina B1 que puede provocar sangrado en el cerebro.
Factores de riesgo
Existen algunos grupos de personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia. Los factores de riesgo incluyen:
- Edad : La mayoría de las personas con demencia tienen 65 años o más.
- Antecedentes familiares : si un padre o hermano de una persona tiene demencia, su riesgo de desarrollar la enfermedad aumenta.
- Afecciones de salud : algunas afecciones de salud, como la presión arterial alta y el colesterol alto, aumentan el riesgo de que una persona desarrolle demencia. Las lesiones cerebrales traumáticas (LCT) también pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia.
- Raza : En promedio, las personas afroamericanas e hispanas tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia que las personas blancas.
Tipos de demencia
Existen muchos tipos distintos de demencia. Algunos de los más comunes son:
- Enfermedad de Alzheimer : El Alzheimer es el tipo más común de demencia. Se caracteriza por una degeneración lenta y progresiva de las células del cerebro.
- Demencia frontotemporal (DFT) : se produce cuando hay atrofia o deterioro de los lóbulos frontal y temporal del cerebro, lo que produce cambios en el comportamiento y una disminución de las habilidades motoras.
- Demencia por cuerpos de Lewy (DCL): La DCL se produce cuando la proteína alfa-sinucleína se deposita en el cerebro; estos depósitos se denominan cuerpos de Lewy. Como resultado, los cambios en el cerebro provocan problemas de memoria, movimiento y comportamiento.
- Demencia vascular : La demencia vascular se caracteriza por una reducción del flujo sanguíneo al cerebro, lo que provoca el deterioro de las capacidades cognitivas y del funcionamiento ejecutivo.
- Demencia mixta : se describe cuando una persona tiene más de un tipo de demencia a la vez.
Tratamiento para la demencia
Lamentablemente, no existe cura para la demencia. Sin embargo, existen diversas opciones de tratamiento, que van desde terapias hasta medicamentos, que pueden ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida de quienes padecen esta afección.
Terapia
Una persona con demencia probablemente experimente una variedad de emociones, como irritabilidad, depresión, ansiedad y apatía. La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudar a quienes padecen demencia en etapa temprana o intermedia a aprender mecanismos de afrontamiento adaptativos para procesar sentimientos difíciles, reformular pensamientos negativos y controlar la conducta.
En algunos casos, tanto un paciente como un cuidador pueden asistir juntos a sesiones de terapia para abordar cada uno de sus problemas y crear un entorno de apoyo para ambas personas.
La terapia de reminiscencia también puede ayudar a promover el bienestar psicológico en personas con demencia. Durante la terapia de reminiscencia, un terapeuta anima al paciente a recordar recuerdos de su propia vida.
Un terapeuta de la reminiscencia puede utilizar videos, grabaciones, fotografías y otros recursos para ayudar a una persona a recordar. Esta práctica puede beneficiar el estado de ánimo y la cognición de una persona, aunque se necesitan más investigaciones para comprender sus efectos a largo plazo.
La terapia ocupacional y/o del habla puede resultar útil, especialmente a medida que la demencia cambia progresivamente la capacidad de una persona para realizar tareas diarias o para usar y comprender el lenguaje.
La musicoterapia y la arteterapia pueden mejorar la calidad de vida de una persona con demencia. Participar en actividades agradables, en general, puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y ser una válvula de escape útil.
Medicamentos
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado varios medicamentos diferentes para tratar la demencia . Sin embargo, cabe señalar que la mayoría de estos medicamentos fueron diseñados específicamente para la enfermedad de Alzheimer.
Inhibidores de la acetilcolinesterasa
Los inhibidores de la acetilcolinesterasa aprobados para tratar la demencia incluyen:
- Aricept (donepezil)
- Exelon (rivastigmina)
- Razadyne (galantamina)
Estos medicamentos están diseñados para retrasar el deterioro cognitivo en personas con demencia. Como ocurre con cualquier medicamento, los inhibidores de la acetilcolinesterasa pueden tener efectos secundarios, como náuseas, vómitos e insomnio. Las personas con problemas de salud preexistentes, como enfermedades respiratorias o trastornos convulsivos, deben tener precaución al tomar estos medicamentos.
Antagonistas del receptor NMDA
Los antagonistas del receptor NMDA (N-metil-D-aspartato), como Namenda (memantina), a veces se recetan a personas con enfermedad de Alzheimer. La memantina puede mejorar la capacidad de pensamiento de una persona con Alzheimer; sin embargo, no es una cura y no evitará el deterioro cognitivo futuro. Los efectos secundarios de los antagonistas del receptor NMDA incluyen dolor de cabeza, estreñimiento y mareos.
Aduhelm
Una terapia intravenosa llamada Aduhelm (aducanumab) está aprobada por la FDA para tratar el deterioro cognitivo leve (DCL) o la etapa de demencia leve del Alzheimer. Se dirige a las placas amiloides, que se cree que contribuyen al deterioro cognitivo, y las elimina.
Algunos pacientes que recibieron Aduhelm mejoraron su memoria y su capacidad lingüística, así como su capacidad para realizar tareas de forma independiente. Sin embargo, un médico debe determinar primero la elegibilidad del paciente mediante un análisis del líquido cefalorraquídeo o una tomografía por emisión de positrones (PET).
Los efectos secundarios de Aduhelm incluyeron microhemorragias (sangre en el tejido cerebral), siderosis superficial (exceso de hierro en el cerebro y la médula espinal), dolor de cabeza, caídas, diarrea, alteración del estado mental y anomalías en las imágenes relacionadas con amiloide (ARIA). Las ARIA implican una inflamación temporal del cerebro.
El cuidador debe controlar la salud física y mental de la persona que toma medicamentos para la demencia. En algunos casos, el médico puede reducir la dosis o suspender por completo el medicamento si se producen efectos adversos.
Antidepresivos y antipsicóticos
El 63 % de los pacientes con demencia sufre depresión. El médico puede recomendar un antidepresivo en dosis bajas, como un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), como Lexapro (escitalopram). En algunos casos, el médico puede recetar un medicamento para tratar la agitación o la agresividad en personas con demencia.
Sin embargo, la FDA emitió una advertencia de recuadro negro para las personas con demencia que toman antipsicóticos atípicos como Risperdal (risperidona) y Seroquel (quetiapina). Especialmente en adultos mayores con demencia, los riesgos de tomar antipsicóticos incluyen accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca e incluso la muerte.
Una persona con demencia que toma un antipsicótico debe estar bajo estrecha supervisión médica y sólo debe tomar un antipsicótico durante un corto período de tiempo, como unas pocas semanas.
Cómo afrontar la demencia
Vivir con demencia es difícil, no solo para la persona, sino también para sus seres queridos. Sin embargo, existen recursos que pueden ayudar. Puede descubrir que hablar con una variedad de especialistas, como un médico, un trabajador social o un terapeuta, puede ayudarlo a comprender cómo manejar mejor la demencia.
Estilo de vida
Si bien una persona con demencia en etapa temprana generalmente puede desenvolverse de manera independiente, esto cambia a medida que su condición progresa. Si su ser querido tiene demencia, es posible que desee considerar contratar a un cuidador que pueda ayudarlo con las tareas diarias.
También es importante que usted o su cuidador controlen su estado para garantizar su seguridad. Por ejemplo, se debe evaluar periódicamente su capacidad para conducir para que no corra peligro (ni ponga en riesgo a otros conductores en la carretera).
Un cuidador puede asegurarse de que no se utilicen objetos afilados sin supervisión y de que las tareas cotidianas, como cocinar, estén supervisadas.
A menudo resulta beneficioso que las personas con demencia leve o moderada participen en actividades sociales, lo que puede mejorar su bienestar. Los grupos de apoyo pueden ser útiles, especialmente aquellos destinados específicamente a personas con demencia o que están experimentando un deterioro cognitivo.
Dieta y ejercicio
Una persona con demencia puede beneficiarse de una dieta que favorezca la salud cerebral ; un ejemplo es la dieta mediterránea, que se centra en frutas y verduras, en concreto, las de hoja verde. El ejercicio también es importante , como caminar, nadar o levantar pesas. La dieta y el ejercicio pueden ayudar a mantener la salud física y mental de una persona con demencia.
Sin embargo, las personas con demencia en etapa intermedia o avanzada deben ser vigiladas cuando realicen actividad física. Deben evitar cualquier actividad extenuante o insegura.
Cuidado
Si usted es el cuidador de un ser querido con demencia, es importante que se mantenga en estrecho contacto con su médico para que comprenda plenamente los desafíos de salud que enfrentará su ser querido. También existen grupos de apoyo para familiares y cuidadores de personas con demencia; puede encontrar grupos locales a través de la Asociación de Alzheimer.
Esté atento a las señales de agotamiento del cuidador . Es posible que se sienta cansado, deprimido, ansioso y estresado. Cuidar a un ser querido puede afectar mucho a sus seres queridos, por lo que es importante cuidarse a sí mismo .
Podrías asistir a sesiones de terapia y asegurarte de tener tiempo para ti además de cuidar a tu ser querido.
No hay problema si decide no ser el cuidador de su ser querido. De hecho, optar por contratar a un cuidador o hacer que su ser querido se quede en un centro de vida asistida puede permitirle brindarle un mejor apoyo como miembro de su familia y amigo, y reducir el estrés que puede sentir por cuidarlo. Hable con un médico o un trabajador social sobre posibles alternativas de cuidado.
Una palabra de Verywell
La demencia puede resultar intimidante, tanto si la padece como si cuida a un ser querido que la padece. Recuerde que no está solo. Un cuidador puede ayudarle a desarrollar sistemas y cambios en el estilo de vida que pueden facilitarle la vida diaria. Si es cuidador, existen recursos que pueden ayudarle a afrontar la situación y prevenir el agotamiento.
Si bien no existe cura para la demencia, existen opciones de tratamiento que pueden mejorar en gran medida la calidad de vida. Mantenerse en contacto cercano con un médico, terapeuta y otros profesionales de la salud puede resultar tranquilizador, ya que le permitirá recibir la mayor cantidad de información posible sobre el diagnóstico de demencia.