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La depresión es uno de los trastornos de salud mental más comunes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que 1 de cada 5 adultos en los Estados Unidos ha recibido un diagnóstico de depresión en algún momento de su vida.
La depresión es una enfermedad muy real y tratable. Sin embargo, los mitos, los malentendidos y el estigma siguen siendo obstáculos para el tratamiento de muchas personas, y las consecuencias de la depresión no tratada pueden poner en peligro la vida. A continuación, se presentan siete cosas que todos deberían saber sobre la depresión y los trastornos depresivos .
Índice
La depresión no siempre tiene una “buena” razón
A veces, las personas se deprimen por lo que parece ser una “buena” razón: tal vez perdieron su trabajo o falleció un familiar. Sin embargo, en el caso de la depresión clínica , no necesariamente tiene que haber una razón para sentirse así.
De hecho, 16 millones de adultos padecen depresión sin haber experimentado un acontecimiento negativo ni haber enfrentado algún tipo de cambio de vida.3 Esto puede llevar a una menor compasión por parte de demás, simplemente porque no entienden que la depresión puede existir sin un desencadenante o un factor estresante externo.
Una explicación de esto es que la depresión se ha relacionado con un desequilibrio en los neurotransmisores que ayudan a regular los estados de ánimo. La teoría es que tener demasiado o muy poco de estos mensajeros químicos puede causar (o contribuir a) la depresión.
Entonces, las sustancias químicas del cerebro que son responsables de tu estado de ánimo pueden estar desequilibradas, provocando que te sientas mal incluso cuando todo en tu vida parece ir bien.
Muchos factores pueden causar depresión
La causa de la depresión no siempre se comprende por completo y muchos creen que este problema de salud mental suele ser el resultado de una combinación de factores. Las muchas causas de la depresión pueden incluir:
- Genética : Se han identificado más de 80 variantes genéticas asociadas a la depresión. Algunos estudios han descubierto que cuando un padre tiene depresión, el riesgo de que un hijo sufra depresión aumenta durante la adolescencia y continúa hasta la edad adulta. Esto sugiere que la genética puede desempeñar un papel en el desarrollo de esta enfermedad.
- Hormonas : cualquier cambio en la producción o función de las hormonas (como las relacionadas con el embarazo , la menstruación, la menopausia o la tiroides ) puede contribuir a la depresión. Por ejemplo, un estudio descubrió que cuando las mujeres premenopáusicas tenían niveles más altos de la hormona testosterona, presentaban más síntomas depresivos.
- Cambios estacionales : el trastorno depresivo mayor con patrones estacionales (también conocido como trastorno afectivo estacional ) se desencadena por alteraciones en el ritmo circadiano del cuerpo en diferentes épocas del año. Un cambio de estaciones también puede alterar el sueño, lo que puede contribuir a un estado de ánimo deprimido.
- Estrés y trauma : la pérdida de un ser querido, el trauma, el abuso, el estrés crónico y los grandes cambios en la vida (como atravesar un divorcio o perder un trabajo) pueden desencadenar la depresión. Los investigadores atribuyen esto a los altos niveles de la hormona cortisol que se secretan durante momentos estresantes y traumáticos. El cortisol afecta al neurotransmisor serotonina y puede desencadenar la depresión.
- Consumo de sustancias : las tasas de depresión también son más altas entre las personas con antecedentes de consumo de sustancias . Una explicación de esto es que el estigma de la depresión lleva a las personas a recurrir a las sustancias como una forma de afrontar la situación, o que la depresión conduce al consumo de sustancias. Otras teorías sugieren que el consumo de sustancias conduce a la depresión, o que tanto el consumo de sustancias como la depresión son el resultado de un problema subyacente independiente.
Otras posibles causas de depresión incluyen la presencia de una condición de salud física que a menudo coexiste con esta enfermedad (como cáncer, diabetes o Parkinson) o tomar medicamentos que tienen como efecto secundario la depresión .
La depresión es más que una simple tristeza
La tristeza es parte del ser humano, una reacción natural a circunstancias dolorosas que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. La depresión, sin embargo, es una enfermedad con muchos síntomas que van mucho más allá de un estado de ánimo desdichado.
Los signos de depresión incluyen:
- Cambios en el apetito, el peso y los patrones de sueño.
- Dificultad de concentración, memoria y toma de decisiones.
- Sentirse ansioso, desesperado o indefenso.
- Sentirse irritable o inquieto
- Sentimientos persistentes de tristeza o un estado de ánimo “vacío”
- Síntomas físicos (como dolores de cabeza, problemas digestivos, dolores corporales y dolores) que no desaparecen con el tratamiento.
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba
- Baja energía o sensación de fatiga.
- Lentitud al hablar y/o moverse
- Dificultad para dormir
Lamentablemente, no es posible salir de la depresión por sí solo. Si reconoce estos síntomas, busque ayuda de un profesional de la salud mental.
Los niños no son inmunes a la depresión
Es un mito que la infancia siempre sea una época alegre y sin preocupaciones. Si bien los niños pueden no experimentar los mismos problemas que los adultos, como el estrés laboral o las presiones económicas , esto no significa que no puedan deprimirse.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirman que el 4,4% de los niños de 3 a 17 años son diagnosticados con depresión, o aproximadamente 2,7 millones en total. Además, el 73,8% de los niños con depresión también tienen ansiedad y el 47,2% tiene problemas de conducta.
La infancia trae consigo su propio conjunto de factores estresantes, como el acoso (en persona o en línea ) y la lucha por la aceptación de los compañeros. Los niños también pueden sentirse estresados por el trabajo escolar , los deportes, los cambios corporales o los problemas que ocurren en casa, como si sus padres estuvieran pasando por una separación o un divorcio .
Los signos de depresión en los niños incluyen:
- Cambios en los hábitos alimentarios
- Cambios en los patrones de sueño
- Cambios de humor
- Ya no disfrutan de actividades que antes amaban
- Niveles de energía reducidos
- Problemas en la escuela
Cuando un niño muestra signos de depresión
Si sospecha que un niño está deprimido, hable con sus padres o tutores. Si es su hijo, hable con un pediatra o un profesional de la salud mental. Es posible que descarten cualquier problema médico o deriven a su hijo a un profesional de la salud mental para que lo evalúen y le den tratamiento.
La depresión es una enfermedad real
Algunas personas con depresión se sienten débiles o “locas”. Pueden preguntarse si lo que sienten es real, especialmente si la depresión aparece sin que haya sido provocada por un acontecimiento negativo. Pero la depresión es una enfermedad real que algunos expertos incluso están empezando a enmarcar como una enfermedad sistémica (lo que significa que afecta a todo el cuerpo, no sólo al cerebro).
Recuerde que 16 millones de adultos padecen depresión sin haber experimentado un acontecimiento negativo o un cambio de vida. En estos individuos, las alteraciones en los niveles normales de neurotransmisores pueden contribuir a la aparición de un episodio depresivo. Estos neurotransmisores desempeñan un papel importante en la regulación del estado de ánimo:
- Dopamina : ayuda a regular la emoción, la memoria, el pensamiento, la motivación y la recompensa.
- Noradrenalina : hace que la frecuencia cardíaca y la presión arterial se disparen durante una respuesta de “lucha o huida” o un momento estresante.
- Serotonina : ayuda a regular el estado de ánimo y desempeña un papel en la sensación general de bienestar; se la conoce como la sustancia química del “bienestar”.
Los investigadores siguen aprendiendo más sobre las causas de estos desequilibrios, además de estudiar otros neurotransmisores que también pueden desempeñar un papel en la depresión, como la acetilcolina , el GABA y el glutamato.
La depresión es tratable
Hay varias opciones de tratamiento eficaces disponibles para la depresión. Además, se están desarrollando nuevos tratamientos que brindan esperanza a las personas que han tenido menos éxito con los remedios tradicionales para la depresión.
El tratamiento debe adaptarse a sus síntomas y a su estado de salud general. Para aliviar los síntomas de la depresión, suele utilizarse una combinación de psicoterapia, medicación y cambios en el estilo de vida.
Terapia
Dependiendo de su situación, puede participar en psicoterapia individual, grupal, familiar o de pareja . La terapia puede ayudarlo a identificar, comprender y aprender a lidiar mejor con sus síntomas de depresión.
Si bien existen muchos enfoques terapéuticos diferentes, se ha demostrado científicamente que estos tratan la depresión:
- Activación conductual
- Terapia cognitivo conductual
- Terapia interpersonal
- Terapia de resolución de problemas
- Terapia psicodinámica
- Terapia de habilidades sociales
- Asesoramiento de apoyo
Medicamentos
También existen muchos medicamentos que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la depresión, especialmente cuando se utilizan junto con la psicoterapia. Las clases de medicamentos que se recetan habitualmente para tratar la depresión incluyen:
- Antidepresivos atípicos : incluidos Wellbutrin (bupropión) y Remeron (mirtazapina)
- Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) : incluidos Marplan (isocarboxazida), Nardil (fenelzina) y Parnate (tranilcipromina)
- Antagonistas del N-metil D-aspartato (NMDA) : Spravato ( esketamina )
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) : incluidos Prozac (fluoxetina), Paxil (paroxetina), Zoloft (sertralina), Celexa (citalopram), Lexapro (escitalopram) y Luvox (fluvoxamina)
- Inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) : incluidos Effexor (venlafaxina), Cymbalta (duloxetina), Pristiq (desvenlafaxina) y Fetzima (levmilnacipran), el IRSN más equilibrado (ratio de inhibición de la recaptación de 5HT:NE).
- Antidepresivos tricíclicos (ATC) : incluidos Elavil (amitriptilina), Tofranil (imipramina) y Pamelor (nortriptilina)
Dado que el tratamiento de la depresión no es un enfoque único para todos, puede ser necesario un poco de ensayo y error para encontrar el medicamento que alivie sus síntomas con la menor cantidad de efectos secundarios .
Si un medicamento que le recetaron no funciona, infórmeselo a su profesional de salud mental. Para aliviar los síntomas de depresión, es posible que tenga que cambiar la dosis o probar un nuevo medicamento.
Cambios en el estilo de vida
Además de la terapia y la medicación, existen algunos cambios en el estilo de vida que pueden ayudarle a controlar mejor los síntomas de la depresión (así como los efectos secundarios de los medicamentos). Hable con su profesional de la salud mental para saber qué cambios pueden ser los más adecuados para usted.
- Dieta : No existe una dieta que sirva para todo y que sirva para tratar la depresión , pero ciertos alimentos pueden afectar el estado de ánimo y la regulación emocional. Los alimentos procesados, el alcohol, la cafeína, el azúcar y los cereales refinados pueden afectar a la salud mental, por lo que conviene limitarlos o evitarlos. Por el contrario, los alimentos integrales como las frutas y verduras, el pescado, el pavo, el pollo, los frijoles, los frutos secos y las semillas pueden mejorar el estado de ánimo. Los alimentos orgánicos también pueden ser beneficiosos, ya que los pesticidas, herbicidas, esteroides y antibióticos (todos ellos presentes en los alimentos no orgánicos) alteran el microbioma intestinal. Esto puede provocar la liberación de sustancias químicas proinflamatorias inmunitarias (citocinas) que pueden atravesar la barrera hematoencefálica y alterar el equilibrio de los neurotransmisores.
- Ejercicio: Una buena rutina de ejercicios puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y aliviar los síntomas de la depresión. El tipo de ejercicio que elija debe basarse en su estado físico y su salud. Elija algo que disfrute. Su rutina puede incluir ejercicios aeróbicos como trotar, nadar, andar en bicicleta o caminar a paso ligero, junto con actividades que integren el cuerpo y la mente, como yoga y tai chi.
- Manejo del estrés : el estrés puede desencadenar la depresión e intensificar sus síntomas. Los hábitos a largo plazo, como una buena alimentación, ejercicio regular, sueño adecuado y meditación, ayudan a desarrollar la resiliencia. Incorpore técnicas de manejo del estrés a diario una vez que encuentre lo que funcione para usted. Un grupo de apoyo o un profesional de la salud mental pueden brindarle ideas adicionales.
La depresión no tratada es una causa común de suicidio
La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales informa que el 45% de quienes mueren por suicidio padecen algún tipo de enfermedad mental. Esto incluye a personas con depresión no diagnosticada, no tratada o con un tratamiento insuficiente.
Muchas de las señales de advertencia del suicidio también son señales de depresión. El diagnóstico y el tratamiento adecuados de la depresión son extremadamente importantes para prevenir pensamientos, ideas o acciones suicidas.
Si tiene pensamientos suicidas, comuníquese con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988 para recibir apoyo y asistencia de un consejero capacitado. Si usted o un ser querido está en peligro inminente, llame al 911.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de líneas de ayuda nacionales .
Si usted o alguien que ama tiene depresión
Si usted o un ser querido presenta síntomas de depresión, es posible que se pregunte qué medidas tomar. Puede comenzar por aprender más sobre la depresión, incluidos sus síntomas y tratamiento, así como sobre mitos, malentendidos y estigmas. Esto puede brindarle una mejor idea de qué esperar y convertirlo en un paciente o cuidador mejor informado.
Concierte una cita con un médico o un profesional de la salud mental. Ellos pueden hacerle un examen físico, realizarle análisis de sangre para descartar cualquier condición médica que pueda imitar la depresión y derivarlo a un profesional de la salud mental para que lo evalúe y le brinde tratamiento.
Durante la visita, también puede pedirle a su médico o terapeuta que le indique fuentes confiables de información y apoyo sobre la depresión. Es posible que puedan ponerlo en contacto con recursos locales que se especialicen en el diagnóstico o el tratamiento de la depresión.